"El nene de la casa" por Peeta

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Versión de "El nene de la casa" contado por Peeta.

"Mujer mayor".

Viendo el portaretrato encima de la mesa de estar me.hace sonreir, pese a tener un día muy duro en mi trabajo, pesado y estresante, aquella foto siempre saca lo mejor de mi. Fue el comienzo de todo.

Me acuerdo cuando tenía 8 años y ella jugaba conmigo, pese a que hace tiempo ella había dejado atrás los juguetes. Su cabello castaño caoba, lacio al principio para terminar después con ondulaciones en las puntas. Es increible como a una edad tan corta se puede recordar detalles tan minusculos, como su sonrisa, como arruga la nariz cuando esta pensando y como muerde su labio cuando trata de no reirse. Pero esto tenía una respuesta, la respuesta a porque un niño pequeña pueda recordar aquello, una palabra tan corta pero con gran significa, Amor.

Me había enamorado de ella cuando apenas tenía 5 años. Un amor puro, infantil. Ella jugaba conmigo aún cuando Annie no lo hacía. Siempre me saludaba, me acariciaba los cachetes y siempre daba un beso en la frente al verme, me tomaba en cuenta, conversaba conmigo y jugaba aún cuando a su edad solo quería pintarse las uñas con mi hermana. Por eso fue fácil cambiar ese amor puro infantil que comenzó a un amor más intenso al paso de los años. Cuando iba a la casa siempre me gustaba pasar con ella, pero mi hermana me botaba del cuarto, aunque ella, siempre me defendió y por ende, me quedaba en el cuarto con ellas.

Cuando entraba a la adolescencia, mi cuerpo comenzó a cambiar, como todos. Tuve mi primera erección. Me acuerdo que desperté asustado al ver mi miembro parado. Mi padre habló conmigo y me contó que era normal. Me habló de sexualidad y todo lo que conllevaba. Masturbación (me acuerdo como estaba impactado cuando me dijo del tema), las chicas, sexo, métodos anticonceptivos y más...

Cuando tuve 12 años, estaba en la alberca de la casa de campo de mis padres junto con Katniss y mi hermana Annie. Ya había pasado un poco tiempo desde la primera erección, ahora casi toda las mañanas por no decir todo, me levantaba con una erección, que se pasaba al pegarme un baño. Ese día, en la alberca, llevaba un pantalón de baño mientras estaba acostado sobre una toalla en el césped, alado de la piscina. Mi hermana estaba en la piscina, pero eso no era lo importante, sino Katniss. Ella estaba acostada boca abajo, con un biquini floreado que le quedaba hermoso. Aunque era menor, ya había comenzado apreciar las curvas de las mujeres, sobre todo en Katniss, que no le pedía favor a ninguna veinteañera, pese a que ella tenía 18 años.

-Peeta, nene!-me dijo Katniss.

Me levanté apresurado donde ella, ansioso. Me sonrió de manera cálida, bonita.

-nene-dijo al llegar alado de ella-ten-me dio una envase-Peeta, ponme bloqueador en la espalda-no espero respuesta mía, se volteó mostrando su tersa espalda-le diría a Annie, pero ya esta en la piscina-

Temblando puse la crema en mis manos para después poner las manos en la espalda de Katniss.

Nunca podré olvidarme la primera vez que toque su piel. Suave y aterciopelada. Sin manchas, nítida.

Con temor esparcí un poco de la crema por toda su espalda. Cuando comencé a poner en los costados, me fijé en sus senos. Aquellas cumbres que me tenían cegado desde que la vi bajar de las escaleras con ese biquini.

Me acuerdo que con ansias, en ese entonces me di cuenta que dejé atrás el niño que era, lleve mis palmas hacia los lados de los senos Katniss y le masaje. Me acuerdo que fue la mejor sensación, partes de mi cuerpo tomaron vida, partes que jamás había pensado en ese entonces en mi corta edad. A partir de ese entonces, me acuerdo que a Katniss comencé a verla como mujer, una mujer que yo quería para mi.

One Shots de Peeta & KatnissDonde viven las historias. Descúbrelo ahora