CAPÍTULO 5

9.7K 906 186
                                    

Cap. 5

Al día siguiente todos salieron hacia el lugar dónde habían sido retenidos Monique y Peter; Peter había decidido ir en auto y le avisó a Monique por teléfono que lo esperara, que él pasaría por ella.

Monique se arregló sencillamente, pero usando ropas que no ocultaran sus curvas y solo un poco de maquillaje para resaltar sus ojos; de por si ya era bonita pero quería asegurarse de que Peter no le pudiera quitar los ojos de encima.

Cuando Peter vio a Monique, no pudo evitar pensar en lo bella que era y en lo agradable que era pasar en su compañía, una buena parte del día.

- te ves bien – dijo Peter al saludarla, abriéndole la puerta del auto

- gracias Peter; tú como siempre, luces perfecto – respondió ella recorriéndolo con la mirada de la cabeza a los pies – definitivamente; me siento afortunada de ir en tu compañía – Peter no dejó de sentir algo de temor por lo que ella le decía y las sensaciones que le despertaba

- Monique; deberías dejar de provocarme, es probable que propicies algo de lo que luego te arrepientas

- Peter, no te preocupes por mí; puedo arrepentirme de muchas cosas pero jamás de estar contigo. Me gustas – suspiró enamorada – y por lo que pueda propiciar, de eso es de lo que menos puedes preocuparte; dejo volar mis sueños pero mantengo mis pies bien puestecitos en la tierra; lo que ocurra entre tu y yo, será solamente lo que yo desee, nada más

- ya veo; contigo al parecer no se puede razonar, creo que dejaré de intentar disuadirte

- eso está mucho mejor. Hablando otra cosa Peter ¿Qué fue lo que descubrieron anoche? – Peter vio hacia la ventanilla, aunque no le gustara, debía decirle que ella había tenido razón en todo lo referente al secuestro.

- tenías razón, pero no te diré más; tan solo que acordamos todos no revelar nuestros nombres, para evitar situaciones desagradables en el futuro.

- bien; gracias por informarme, aunque para serte franca, esperaba tener ciertos privilegios, por encima de las otras mujeres, puesto que fui secuestrada contigo

- no lo he olvidado; pero como ya sabes que tuviste razón en todo momento, puedes soportar la curiosidad como las demás. – decidió decirle algo que la distrajera de intentar conseguir información extra; ya que por lo que ya conocía de ella, era muy seguro que la conseguiría – escucha Monique; jamás pensé en pasar por un secuestro, y sé que para algunos que han vivido esa experiencia, les ha resultado dolorosa, traumática y en muchos casos, fatal; sin embargo me atrevo a decirte que fui un afortunado de que me hubiera tocado vivirlo contigo. – había detenido el auto a un lado, por un breve momento, para verla mientras le decía eso

- ¡vaya! – ella le sonrió con picardía y agregó – que pienses así, me ha dado una maravillosa idea. Quiero que me des otra de esas deliciosas lecciones tuyas

- ¡por Dios Monique! Siempre sacas mis palabras de contexto

- lo haces tu o lo hago yo – amenazó ella acercándose – mejor lo haces tú, porque a mi me faltan muchas lecciones aún, para poder llevar la iniciativa en algo como eso

Peter clavó su mirada sobre ella y sin poder, ni intentar evitarlo, terminó con la distancia para darle el beso que ella quería. Pretendía que fuera corto y sencillo, pero en cuanto tocó su boca, supo que otra vez había perdido con esa pequeña bruja, de lengua picante, agudo ingenio y delicioso sabor.

Cada vez que le daba un nuevo beso, le parecía mejor que el anterior; si se descuidaba, terminaría adicto a ella en corto tiempo. Haciendo acopio de un férreo control, terminó el beso y se alejó para continuar conduciendo.

NO SE LE MIENTE AL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora