10.

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Como una casa de Naipes

Nos levantamos despacio;

El temor no era caernos

El miedo era perdernos.

Pov'S Compartido.

Las paredes eran blancas.

Todo era tan vacío, solo y... triste, que me sentía con ganas de llorar.

Era domingo, el viernes después de firmar el contrato. JungKook solo me había dedicado pocas palabras; fui testigo del trabajo acumulado, del montón de papeleo y de la lista casi interminable de proveedores que tenía por llamar.

No hubo besos, caricias o sexo descontrolado. Éramos como desconocidos, compartíamos unas cuantas palabras y él se centraba en su trabajo.

Era frustrante, quería llamar su atención. Quería que solo fuera consciente de mí donde quisiera que nos encontráramos.

Siempre había sido tímido, pero respeto al sexo. Una loca bestia despertaba en mí, y era triste que con semejante hombre, no pudiéramos llegar ni a perder el aliento con algún beso.

Mi primer obsequio había sido un apartamento. JungKook compartía la idea que este sería nuestro refugio, nada de lo que estaba aquí era mío, así lo comprara con mi dinero. Todo le pertenecía a él, otro punto que rondaba mi cabeza era ese, ¿Cómo me dirijo a él?, el contrato hablaba de amo o señor, pero había escuchada millones de veces que JiMin llamaba a YoonGi de Dad, Daddy u otros nombres.

Todo comenzaba a interrumpir en mi cabeza, comenzaba a creer que no había sido la mejor idea; las pocas veces me hablaba y si lo era, lo hacía por teléfono.

Me sentía como un juguete, ahora que lo tenía. No lo quería. Era frustrante, la tensión sexual estaba ahí, pero él no me tocaba, si quiera me veía. Había un espacio exclusivo para él, un pequeño cuarto de juegos, me había prohibido el ingreso a esa pequeña habitación, la llave la tenía el. La universidad había terminado hace poco, estábamos en vacaciones, JiMin se había ido con Min a un paseo por Japón. Hoseokie estaba con Jin, el joven y atractivo Domínate amigo mío, había quedado encantado con el pequeño, por lo que no dudo en robármelo un par de meses. Confiaba en ese hombre con mi vida, éramos amigos hace mucho años, desde antes de que mis padres se marcharan de nuestra vida. Jin era una ruta de escape. Pese a su actitud fuerte y dominante, había sido un gran amigo mío. Refugiándome, cuidándome y aconsejándome.

-¡Pero han pasado cuatro días, Jin! – Gruñí. Pasando el canal de la televisión. – Putas películas americanas. Había decidido llamar al hombre, era de confianza, no conocía mucho a Jeon y no me avergonzaría hablando con el de estos temas. Era el más indicado para que me explicara a que se debía la actitud fría y mierda de mi daddy.

-Ya te lo dije, Taehyung. – Uso esa voz fuerte, que te obligaba a no contradecir. – Es un hombre de negocios, su padre ha muerto, él es el sucesor. Debe tener mucho trabajo, ahora necesita un nene juicioso y calmado; no un puto maricón insoportable.

Hice un puchero, y una pequeña pataleta silenciosa. No quería que Jin me azotara el culo, como algunas veces lo hizo en el pasado. – Entonces... ¿Qué hago?, quiero un poco de atención.

Y era verdad, quería un poco de ese hombre para mí, quería llamar su atención y hacerle saber que yo también estaba en juego. Pero, ¿Cómo?, ¿ir a su trabajo?, no, no era esa clase de persona, controlador y fastidioso aunque lo pareciese.

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⏰ Última actualización: Aug 05, 2019 ⏰

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Deseos Oscuros. /KookV./Donde viven las historias. Descúbrelo ahora