La venganza de Jadis

12

Susan  se encontraba sentada en la playa mientras disfrutaba de su tranquilidad,  desde que había despertado no se había alejado de sus hermanos en ningún momento y si bien era cierto qué era lo qué más anhelaba por mucho tiempo, también necesitaba estar sola, tenía que asimilar todo lo qué estaba ocurriendo y así intentar aceptar qué aquello era algo más qué un sueño, pero cómo siempre su lado lógico hacía qué descartara aquella loca idea.

-Sabía qué estarías aquí.- La benévola  no necesito darse una vuelta para saber  quién había decidido acompañarla, al no tener respuesta Peter se acercó aún más y se sentó a su lado. -Aún se me hace extraño verte aquí, teniendo en cuenta qué siempre dijiste qué Narnia era un juego de niños.-

Cualquier  otra persona que hubiera escuchado al hermano mayor  pensaría que la estaba regañando, pero la pelinegra sabía que sólo estaba utilizando las mismas palabras que ella había usado una vez cuando se refirió Narnia.

-No  eres el único que esto se le hace extraño, ni recuerdo qué he hecho para merecer en volver a verlos.- Lo último lo dijo en un susurro, tomó una bocanada de aire tratando de qué nadie viera las lágrimas qué amenazaban por salir.

Su  hermano lo conocía perfectamente y se  había dado cuenta que ella estaba tratando de no llorar,  la observó detenidamente mientras el silencio  volvía a instalarse entre ellos, quería hacerle un montón de preguntas pero verla de esa manera hacía qué se arrepintiera.

Susan se acostó en la arena y cerró los ojos para intentar relajarse, quería sólo concentrarse en escuchar cómo las olas golpeaban en las rocas y el silencio qué había en el ambiente pero por segunda vez el rubio decidió volver a interrumpir aquello, se puso en la misma posición qué su hermana.

-¿Te acuerdas cuándo le enseñaste a Lucy sobre las constelaciones?- La pelinegra abrió sus ojos de inmediato y vio el cielo despejado logrando observar las millones de estrellas qué brillaban constantemente.

-Claro qué si, recuerdo cuando Edmund  le cambiaba los nombres a las constelaciones sólo para molestarla.-

-Y Lucy  hacía puchero  cuándo se olvidaba de los nombres y Edmund supuestamente le "ayudaba"- Peter terminó por ella, ambos hermanos giraron su cabeza para mirarse compartiendo una sonrisa.

La benévola volvió a mirar hacía el cielo, aunque el rubio siguió mirándola por un tiempo prolongado, tenía tantas preguntas qué hacerle pero la conocía demasiado bien cómo para saber qué no era el momento, se levantó del lugar y estiró su mano hacía ella, a pesar de qué no quería moverse vio a su hermano qué le insistía con la mirada, por lo cuál aceptó su mano y la ayudó a levantarse.

Una vez qué estuvo parada se limpio la arena del vestido y después de eso, su hermano la abrazo, ella se acurrucó allí para luego envolver sus brazos alrededor de la cintura de él, cómo siempre lo hacían cuándo uno de los dos lo necesitaba por algún motivo.

Estuvieron así en esa posición hasta qué un par de guardias se acercó a ellos, avisándole qué era hora de la cena, Peter les dijo qué iban en un rato y se alejaron de ellos para acompañarlos de vuelta al castillo, aunque el rey de antaño era el único qué asistió al comedor la pelinegra no se sentía con fuerzas para enfrentar a alguien más qué sus hermanos y él pudo comprender eso.

A/N: ¿Qué les parece? ¿Les gustaría qué escriba un encuentro Suspian? Espero qué les guste y me dejen su opinión para saber cómo seguirla.