El castaño trataba de mantener tranquilo a su hijo.
El pequeño se movia de un lado para otro, demostrando lo feliz que estaba por ir a la escuela.
Con solo cinco años hablaba demasiado. Quería aprender muchas cosas y se mostraba feliz.
Aunque eso no le molestaba, pues le agradaba ver la emoción en el rostro del menor.- ¿Papi?- le llamó el menor mientras salían de su hogar para dirigirse a la escuela, hace año y medio se habían mudado a ese lugar que ya consideraban suyo.
- ¿Que sucede? ¿Olvidé algo? ¿Te sientes mal?- preguntó de inmediato, haciendo al pequeño sonreír y negar
- ¿Regresaras por mí?- preguntó tomando la mano del mayor mientras que con la otra presionaba contra su pecho a su super heroe favorito
- Claro...- aún le era dificil, pues aunque su hijo era pequeño entendía muchas cosas.
La madre del menor un día solo se fue y no regresó, dejandole toda la responsabilidad del pequeño.No es que ellos como adultos, estuvieran enamorados, pero para él al menos era conveniente que ambos estuvieran juntos. No planeaba mentirle a su hijo, pero el sabía que era dificil crecer sin uno de los padres, su padre abandonó a su madre cuando él tenía diez años y su hermano menor cinco, no lo ha vuelto a ver desde entonces...
Lo que quería evitarle a su hijo, un abandono, termino sucediendo...
Lo llamaron del jardín de niños diciendo que su hijo seguía allí, salió corriendo de las oficinas y fue por él, trato de comunicarse con la madre de su pequeño pero nada...Su hijo estaba llorando y en cuanto lo vió se lanzó a sus brazos.
Cuando llegó a casa se encontró con que esa mujer se había llevado todas sus pertenencias...- ¿De verdad?- un par de ojitos lo miraban detenidamente
- Por supuesto, estaré allí esperando por ti...- lo cargó y el resto del camino llenó a su hijo de sonrisas haciendo que el menor se olvidara de cosas feas.
El pequeño reía por las cosas que su padre decía...
Era un día muy bonito...*****
Comenzamos...