CAPITULO LXXII

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Jian Yi estaba recostado en el sofá de la casa de Zhan, no sabía bien por qué pero el castaño le había pedido que se quedará y que cuidará de él. Bueno, realmente sí lo sabía pero no quería emocionarse demasiado, siempre que algo bueno ocurría en su vida, había algo que lo jodía todo.

No podía dormir, estaba demasiado ansioso. Zhan había insistido en que durmiera con él en la habitación pero siendo realistas,  sí ahora no podía dormir, estando en la misma habitación con el castaño sería aún más insoportable.

Habían pasado ya ocho días que se quedaba con Zhan y todo había sido demasiado tranquilo.

Su familia lo visitaba regularmente y rara vez estaban solos, había conocido a sus padres y a su hermana, podría jurar que ella le odiaba. Lo veía con tanta hostilidad y cada que él estaba junto al castaño, ella aparecía y se le colgaba del brazo llevándole a cualquier otra parte, entre mas lejos de él mejor.

Tal vez aquella chiquilla percibía la rara “relación” que entre ellos existía o quizás sólo eran sus celos de hermanita menor apoderándose de su ser. Habían sido tantos años siendo sólo ellos dos, que tal vez ahora tuviera miedo de que le arrebataran a su preciado hermano.

Aun así eso a Zhan parecía no importarle, cada que nadie veía y cada que podía, le acorralaba y le besaba. Le tomaba la mano cuando estaban sentados viendo alguna película o enredaba sus pies con los suyos en el comedor mientras los demás miembros de su familia estaban también sentados ahí.

Era todo tan emocionante y tan nuevo.

Normalmente él era siempre el hostigador, ahora las cosas habían cambiado y no es que no le gustará pero tenía miedo de involucrarse sentimentalmente y que las cosas no salieran del todo bien para él.

Desesperado por no poder dormir, se levantó del sofá y se dirigió a la cocina a tomar un poco de agua y aliviar sus inquietudes.

Tomó un vaso de la alacena y se dirigió al fregadero, abrió el grifo e inmediatamente el agua salió. De un trago acabó con la mitad del agua, era tan refrescante, la puso a un lado y recargo ambas manos en el borde de la loza.

Sorpresivamente unos brazos lo rodearon por la cintura, sen sentía  cálido y olía a una fragancia agradable y fresca, casi tan fresca como el agua que acababa de tomar.

Pino y limón.

Pensó y cerró los ojos, aspiro con fuerza, retuvo lo más que pudo aquél aroma ahora tan familiar.

Mientras estaba en aquello, sintió unos labios cálidos en la nuca, después en ambos costados de su cuello y finalmente en la coronilla de su cabeza.

-¿No puedes dormir Yi?- preguntó Zhan después de la corta ronda de besos.

-No Xixi, por más que trato, no puedo.- contestó el albino aún sin abrir los ojos, temía que al hacerlo aquel sueño se esfumará entre sus dedos.

-Ya te he dicho que vengas conmigo a la habitación, pero te haces el difícil.- se burló el castaño de la reticencia del menor al negarse.

Jian Yi se giró entre los brazos de Zhan y se abrazó de su cuello.

-Estoy seguro que si voy a tu cuarto, dormir sería imposible.- lo retó el albino besando ahora él su cuello.

Escucho un suspiro salir de los labios del mayor, al parecer él también sabía que sí se quedaba en su cuarto, ninguno de los dos dormiría.

-No podremos saberlo hasta intentarlo.- contestó Zhan pegándolo más a su cuerpo.

El albino pudo sentir la erección del castaño casi sobre la suya, no tenían porque negarlo más, ambos deseaban aquello desde el día cuando jugaron al “doctor”. En el mismo sillón dónde esa noche él intentaba dormir desesperadamente pero no podía, el recuerdo no lo dejaba.

-Tienes razón, sería mejor intentarlo.- sonrió de manera lasciva Yi mientras alzaba la mirada y atrapaba los labios del castaño.

Aquel beso era desesperado, el ruido entre sus lenguas chocando era sonoro, de vez en vez sus dientes chocaban y aun así no se soltaban. Jian Yi enterró los dedos en la melena de Zhan y profundizó aún más el beso.

Por su parte el mayor ya había comenzado a hacer su camino bajo la camiseta del albino, paseaba sus manos por su espalda y un poco más abajo, se dirigía a su trasero y lo masajeaba.

Jian Yi suspiraba sobre la boca de Zhan y su pene se hinchaba cada vez más, no podía esperar más.

-Vamos.- dijo el albino, sonando más aquello como una orden que una petición.

El castaño sólo le siguió y sorpresivamente para él, no era a la habitación a dónde el albino se dirigía. Lo llevaba al sofá, después de todo, aquellas ansias comenzaron ahí.

-Siéntate Zhan.- volvió a ordenar el menor.

Con agrado vio cómo el mayor obedecía, estaba más que complacido. Siempre había sido una persona pasiva pero con Zhan las cosas le agradaban para tomarlas en otro sentido, él parecía más la oveja que el lobo y eso añadía morbo al asunto.

Una vez sentado, el albino se acomodó sobre él. Colocó su trasero sobre la pelvis del castaño y  comenzó un movimiento tortuoso, cada vez sentía más erecto el miembro de Zhan y eso lo llenaba de excitación.

Le retiró la camiseta de la pijama y posó sus manos sobre el pecho del mayor, era tan suave y ahora ya sin el dolor de sus costillas, lo presionaba sintiendo sus abdominales. Las manos de Zhan lo cogieron de las caderas e hicieron que los movimiento del albino fueran más rápidos y mas marcados.

Jian Yi jadeo al sentir aquel movimiento, realmente quería sentir dentro de él al castaño. Bajo su cabeza y comenzó a besar y a morder el pecho de Zhan, luego su cuello, sus clavículas y finalmente su boca.

-Doctor, dejé de torturarme de está manera.- dijo el mayor apartándose de su boca.

Jian Yi sonrió victorioso, Zhan estaba casi rogándole por poder cogérselo.

-Como usted diga, ha sido un buen paciente, aguantando todos estos días.- contestó el albino bajándose del regazo de Zhan sólo para deshacerse de su camisa, pantalones y ropa interior.

Después de quedar completamente desnudo, siguió con la ropa del castaño. Una vez desnudos los dos, Jian Yi se arrodilló y se llevó el pene de Zhan a la boca.

Mientras realizaba su tarea de forma maestra, utilizó una de sus manos para dilatarse él mismo.

Podía escuchar los gemidos del castaño, no conforme levantó la mirada y lo observó, apostaba a que Zhan pocas veces había tenido una vista cómo aquella, sino es que nunca.

Subía y bajada con su boca por la extensión de aquel miembro, paseaba su lengua y succionaba su glande. Por su parte, eran ya dos dedos lo que jugueteaban en su entrada. No podía seguir con aquello, necesitaba que el castaño le follará.

Dejó de lado ambas tareas y volvió  a trepar al regazo de Zhan, de una sola sentada dejo entrar su pene. Solto un gemido y veía cómo el mayor mordía su labio inferior, al parecer él también estaba ansioso por aquello.

Esperó un poco para adaptarse al intruso y acto seguido comenzó a moverse, Zhan lo tomó de las cadera y fue él quién comenzó a llevar el compás.

Jian Yi se aferraba a los hombros del castaño y no podía parar de gemir, desde hacía una estocada o dos, Zhan había dado en su próstata y el placer inundaba su cuerpo dando leves descargas en su columna.

-E-espera Zhan… me vengo.- trató de prevenir al castaño.

-No puedo parar ahora Yi.- contestó Zhan e intensificó sus estocadas.

Sin poder evitarlo, el albino eyaculo sobre el abdomen del castaño pero al parecer él aún no terminaba.

Sin dejar que se repusiera de su eyaculación, Zhan lo aparto de él y se puso de pie justo detrás del albino. Lo empino un poco y Jian Yi entendió lo que quería, se trepó al sillón poniendo sus rodillas al borde de esté y se sostuvo con sus manos del respaldo.

Sin previó aviso, el castaño volvió a introducir su pene enviando una nueva ola de sensaciones al cuerpo del menor.

Lo tomó de las caderas con fuerza, casi podía sentir las uñas clavándose a su piel. La posición le daba un poco más de movilidad al albino y se movía al contrario de las estocadas de Zhan para poder así tener mayor profundidad.

Los movimientos del castaño eran cada vez más erráticos, sabía que su clímax estaba por llegar y queriendo jugar un poco más, Yi tomó una de las manos de Zhan y la posicionó en su cuello.

La presión en esté y las embestidas cada vez más veloces y profundas, hicieron que una vez más el albino eyaculara.

Después de eso Zhan lo abrazó, rodeo su abdomen con la mano libre y ejerció más presión en el cuello del menor, con su pecho pegado a la espalda del albino, por fin se dejo ir.

Jian Yi podía escuchar la frenética respiración del castaño y el retumbar de su corazón, él estaba igual o peor, todo aquello había sido mucho mejor de lo esperado.

Cuando Zhan se apartó de él, tomó su camisa y limpió el semen que había embarrado por toda la espalda del albino.

-Creo que debemos bañarnos.- dijo sonriendo el mayor.

-¿Acaso esa es una propuesta indecorosa Xixi?- preguntó pícaro el albino.

-Por supuesto que lo es, Doc.- contestó Zhan tomándole de la mano y llevándolo hasta el baño.

Ahí el juego empezó de nuevo, tardaron más de la cuenta en poder estar “limpios” y una vez estándolo regresaron a la habitación. Esa noche Jian Yi durmió mejor de lo que nunca lo había hecho en su vida.

Jian Yi no quería que aquello terminará  nunca…
Jian Yi soñó ese día con paseos diversos, siempre de la mano de Xixi…
Jian Yi sabía que su vida estaba tomando el rumbo que siempre deseó...

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¡Holaaaaaa!

Porque todos lo pidieron (bueno, no sé si todos), les traigo zetso entre el Juancho y Xixi. Disculpen sí soy torpe en esto de los lemon pero realmente lo mío no es el lado sexoso, como sabrán soy más dramática xD

Espero que el capítulo haya sido de su total agrado y sino, háganmelo saber en sus comentarios. (¿Dudas o sugerencias?)

¡GRACIAS POR LEER ❤!




HOPE (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora