CAPITULO LXXXII

1.7K 153 68
                                    

He Tian había despertado en una habitación de hospital, no sabía bien cómo es qué había llegado hasta aquel lugar, pero lo que sí recordaba claramente es haber encontrado a su montañita sano y salvo.

Lo que había sucedido antes lo recordaba más claramente pero realmente no quería hacerlo, todo había pasado muy rápido y para él, las cosas no habían resultado del todo bien. Sólo recordaba que todo se había salido de control una vez que Cheng le había dicho a su padre que él entraría a la cárcel a cambio del padre de Mo, aquello lo había tomado por sorpresa y no sólo a él sino a la mayoría de los presentes; para los trabajadores de su padre había sido una advertencia de lo que se venía sí Tai entraba a prisión, ya que probablemente todos ellos lo seguirían al mismo sitio, así que no podían dejar que aquello sucediera y fue ahí donde la balacera comenzó. Si ellos querían “salvar el pellejo”, primero deberían salvar el de su jefe.

Por suerte la policía ya estaba afuera esperando a que las cosas resultarán de esa manera, no sería tan fácil arrestar a He Tai, uno de los más peligrosos y escurridizos mafiosos del país. Por suerte para ellos su padre no pudo escapar, ya que en algún punto se zafó del agarre de Qiu y escapó.

En todo aquel bullicio Tian no había salido bien librado, ya que una bala le había impactado en el brazo y cuando Cheng intentaba ponerlo a salvo fueron nuevamente acorralados por dos de los matones de su padre y de no haber sido por Qiu, la nueva bala que había dado en la pierna del moreno hubiera dado en alguna otra parte.

Cuando Tai se dio cuenta de aquello corrió a su lado y disparo contra los dos sujetos, por alguna extraña razón al ver que Tian había sido herido, se quedó a su lado para cerciorarse que se encontrará bien.

Grave error.

Al moreno aún le causaba intriga que después de todo lo qué él le había hecho sufrir en los últimos años, se hubiera quedado para velar por su bienestar. En aquellos momentos la sorpresa de Tian era enorme, pero él achacó aquel extraño comportamiento a que de alguna forma Tai pensaba que le ayudaría a salir bien parado de todo el enredo; obviamente su padre estaba equivocado, una vez que la redada salió tal cual había sido planeada, lo primero que hicieron los oficiales fue ir por él y el azabache no hizo nada para impedirlo y Tai tampoco lo pidió.

Después de que aquellos policías se llevarán a su padre y Tian quedará solo, se levantó y fue en busca de la única razón por la cuál estar ahí: Mo GuanShan.

No sabía ni siquiera por dónde debía empezar a buscar pero ni Cheng ni su madre estaban cerca, ella fue la primera en ser sacada de la bodega una vez que las armas empezaron a ser disparadas, ese no era sitio para ella y los hermanos no se arriesgarían a perderla una vez más. Su hermano también intentó sacarlo de ahí, pero claro que el pelinegro se había negado, sí salía de ahí solo sería con Mo a su lado.

Comenzó a vagar en busca de la que debería ser la oficina de su padre o el sitio dónde escondieron al pelirrojo, cuando las fuerzas comenzaron a fallarle por fin dio con él, estaba tirado en el piso y atado a una silla.

Por más que intentó ayudarle a escapar de aquello, no pudo. Sus fuerzas parecían estar saliendo de su cuerpo junto con toda aquella sangre, realmente le dolía mucho cada que movía los músculos de su brazo y pierna; lo último que podía recordar era haberse sentado junto a su montañita esperando que alguien llegará pronto a su auxilio y al parecer así había sido, pues ahora estaba en el hospital mirando aquel techo pulcramente blanco e inhalando el horroroso olor a antisépticos.

El moreno apartó la vista del techo al sentir que alguien le sostenía la mano, ahí estaba él, tumbado y dormido sobre la misma cama que Tian; ante aquella imagen no pudo evitar sonreír como bobo, como sólo aquel hombre podía hacerlo sonreír. Dio un leve apretón para verificar sí Mo estaba profundamente dormido pero no fue así, tan pronto hizo aquello, el pelirrojo despertó sobresaltado.

-Buenos días Bella durmiente.- dijo el azabache en tono de burla.

-Ese chiste ya es viejo, deberías pensar en cambiar tu repertorio.- contestó el menor cambiando su expresión de preocupación a cansancio.

Tian pudo recordar que ese mismo chiste le había dicho el día que Mo estuvo en el hospital después de huir del secuestro, aunque ahora los papeles estaban invertidos, ahora era él quién se encontraba herido.

-Tienes razón, me estoy volviendo alguien simple.- volvió a bromear el mayor.

-Sí, lo haces y si sigues así tendré que ir pensando en conseguir un nuevo novio, uno que sea más ingenioso.- devolvió la broma Mo.

He Tian achino los ojos y como pudo, a pesar del dolor que sintiera, lo atrajo más cerca de él. 

-¿Realmente estás diciéndome eso Momo? No cualquier tipo arriesgaría el físico por salvar a su chico.- dijo el pelinegro fingiéndose ofendido.

-Supongo que no eres cualquier “tipo”, pero aun así, debes dejar de hacer cosas tan estúpidas como esas. La situación se pudo poner realmente mal y no quiero perderte.- contestó el menor mientras se acercaba a la boca de Tian y lo besaba.

Aquél tacto se sentía tan bien, ahora ya podrían estar en paz, la causa de sus preocupaciones no estaría más en su camino y aunque se tratará del padre del azabache, él no le quería volver a ver jamás; después de todo, por culpa de Tai, había estado separado mucho tiempo tanto de su madre como de Mo.

-Mi padre irá a prisión.- dijo el azabache tan pronto Mo se despegó de él. 

-Sí, eso escuche.- contestó el menor acurrucándose de nuevo al lado de Tian cual gato.

-¿Qué más escuchaste?- preguntó dudoso el mayor, quería saber hasta qué punto el pelirrojo había sido informado.

-No mucho, todo a medias a decir verdad. Que si Cheng será la nueva cabeza de la familia, que si traicionó a su padre para quedarse con el control; realmente no me gusta el cotilleo, idiota, todo el tiempo eh estado pegado a ti y no eh prestado atención.- dijo Mo sintiéndose adormilado, realmente había pasado la mayor parte del tiempo junto al moreno.

-¿Cuánto tiempo eh estado inconsciente?- preguntó Tian muy curioso. 

-Un par de meses, creo.- respondió el pelirrojo.

He Tian no podía creer que se hubiera perdido en aquella situación por “un par de meses”, había sido demasiado tiempo y aun sí sus heridas habían dolido no había sido para tanto.

O ¿sí?

Estaba en aquellos pensamientos cuando Mo comenzó a tener espasmos de risa, no pudiendo controlarse y seguir con la broma.

-Tú, pequeño idiota.- decía el pelinegro al mismo tiempo que con su pierna hacía caer al pelirrojo de la cama.

-No puedo… no puedo creer que en verdad… te la hayas creído.- contestaba entre carcajadas Mo, se puso de pie e intentó trepar nuevamente a la cama con Tian.

-No puedes ir por la vida haciendo ese tipo de bromas a personas con impacto de bala.- dijo el pelinegro aún tratando de no dejar entrar al pelirrojo.

-Solo fueron dos puñeteros balazos, has estado inconsciente como día y medio, no exageres.- replicó el menor y aunque ahora aquello le causaba risa, jamás olvidaría ver a Tian con toda aquella sangre corriendo de su brazo y pierna.

-¡Guaaaoo! Tú sí que eres una persona muy mala Momo, mira que engañar a un pobre moribundo como yo de esa manera.- dijo el mayor en tono sarcástico.

-La idiotez se me a contagiado de ti, así que no me disculparé.- contestó Mo ya sin tanta risa y se acomodó nuevamente al lado de Tian.

-Tu padre saldrá libre.- dijo simplemente el azabache, mientras acariciaba los cabellos del pelirrojo.

El cuerpo de Mo se tensó ante aquella declaración, Tian pudo sentirlo junto a él.

-Deja de bromear, sí quieres vengarte por lo de hace unos instantes, estás yendo por el lado equivocado.- contestó el menor volviendo a cerrar sus ojos y relajándose.

-No es ninguna broma, Cheng negoció con la policía, mí padre a cambió del tuyo.- confirmó Tian al ver que Mo no le estaba creyendo.

Rápidamente el pelirrojo se incorporó y le miraba como tratando de encontrar la mentira en aquello, pero por más que se esforzará, no la hallaba.

-¿No es una jodida broma?- preguntó incrédulo Mo.

-Claro que no, por más idiota que sea, jamás bromearía con algo como esto.- contestó el pelinegro sin dejar de mirarle.

-Uf, eso es algo que realmente no esperaba escuchar, es un poco surrealista de hecho.- dijo simplemente el menor y nuevamente se acurrucó al lado de Tian.

-Bueno, creo que mi hermano hizo lo correcto y fue un trato justo ¿no lo crees?- quiso saber el moreno.

El moreno volvió a acariciar los cabellos de Mo, esperaba paciente por su respuesta, pero parecía que no llegaría. El pelirrojo seguía tan callado que sólo se podía escuchar los pitidos de la máquina conectada al pulso de He Tian.

-Gracias.- dijo por fin Mo.

-No tienes que agradecerme a mí, todo el plan fue hecho por Cheng, yo no tenía la menor idea de lo que tramaba.- contestó el pelinegro no queriendo quedarse con el crédito de aquello.

-No te agradezco sólo por eso, es por todo en general, por seguir aún a mi lado y tratar a toda costa de que esté bien.- recalcó el menor, haciendo alusión a todo a lo que hasta ahora habían pasado.

-No tienes que agradecer, muchas veces también eh sido un completo idiota y te eh hecho mucho daño con mis decisiones y mis actitudes, pero prometo hacer las cosas bien a partir de hoy.- dijo Tian acariciando el brazo del pelirrojo.

-Supongo que ambos hemos sido unos idiotas todos estos años, mi carácter apesta y no prometo cambiar eso porque creo que estaría mintiéndote, pero sí prometo esforzarme más por está relación.- contestó Mo acercándose una vez más hasta el moreno, quería sentir nuevamente el roce de sus labios y todas aquellas emociones que le encendían el alma.

He Tian no pudo hacer otra cosa más que corresponder el beso, quería hacerle más en esos precisos momentos pero sabía que no sería prudente, tenía que sanar completamente para poder estar juntos de aquella manera otra vez y no importaba si demoraba mucho, ahora sabía que ni él ni el pelirrojo irían a ningún lado nunca más.

He Tian sentía que esta vez por fin lograría ser feliz…
He Tian por fin podría estar con el amor de su vida…
He Tian agradecía jamás haber perdido las esperanzas…

♡○♡○♡○♡○♡○♡○♡○♡○♡○♡○♡○♡
¡HOLAAAAA!

Por acá ando con otro capítulo para ustedes.

Realmente esté podría ser el último capítulo del fic pero sé que muchos de ustedes me odiarían por ser algo demasiado simple y creo que aún quedarían muchos cabos sueltos, así que supongo que me tendrán otros días más. 

No estoy muy segura sí seguir escribiendo acerca de está historia, ochenta y dos son demasiaaaaados capítulos y para los que me han seguido desde el principio puede que no sea difícil pero los de “nuevo ingreso” creo que me dejan botada la historia a la mitad del camino y créanme que no los culpo, la historia se a alargado demasiado y puede llegar a ser un poco tedioso todo el drama.

Aun así, quiero agradecer enormemente a los que se han tomado un año de su vida a seguir está historia, porque precisamente el mes de Abril del año pasado empecé a publicar y la mayoría de los Old aún siguen comentando y apoyándome. También quiero agradecer mucho a los que se han leído está historia en semanas o hasta en días, eso es casi una misión imposible ♡

¡MUCHAS, MUCHAS GRACIAS!

¡FELIZ ANIVERSARIO A TODOS!

¡LOS LOVEO!

Ahhh y.. ¡GRACIAS POR LEER ❤!

























HOPE (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora