Capítulo 9: Una caricia que duele, una muralla que se desarma.

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En un cuarto de baño el vapor era tibio, la luz tenue y el aire zozobra.

Florencia se encontraba de espaldas a la puerta de entrada con sus dos manos pegadas la pared, cual muro de los lamentos, dejando correr el agua que resbalaba por su cuerpo en una tribulación húmeda.

Bajo la ducha trataba de mitigar la carga de grados de alcohol que su torrente sanguíneo venía acumulando desde hace un par días , parecía sostener el muro de ladrillos para no ser aplastada por su propia pena , o quizás eran los muros la que la sostenían a ella, para  no caer fusilada sin fuerzas ya.

El agua clara al entrar en contacto con su piel se volvía turbia, sucia de desesperación, de resignación quedando desnuda la carne que hedía putrefacta a soledad.

Dos temerosos dedos acariciaron su espalda, cerró los ojos fuerte   hundiéndose en un suspiro, las yemas de los dedos trazaron el recorrido verde-violáceo del mapa trágico escrito por el violento reproche, entre sus costillas, su hombro, su brazo, la caricia temblorosa no pudo más que rozar sus dedos ahogándose en un respirar profundo.

Jazmin se dejaba llevar,una lagrima amenazó caer, mientras su ojos memorizaban cada mancha en ese cuerpo, en esa mujer, en ese ser que desde el primer momento sintió un poquito suyo.

La morena abrió los ojos y volteo perdiéndose en un mar verde esmeralda que la atrapaba, que le decia dejame ayudarte, dejame buscarte, déjame rescatarte.

La pelirroja se encontró con unos ojos cafés, que agradecian al tacto, con los nervios de punta deseaba abrazarla y no soltarla.

En una fracción de segundo se miraron, se vieron, se eligieron, sus labios cobardes no encontraron las palabras, se dijeron tanto en su mirar, cuidame, ayudame, qué es esto que siento cuando estoy contigo?, te lo prometo, no te suelto, no te juzgo, yo siento lo mismo, yo tambien tengo miedo.

El hilo se mojo destiñendo un poco el rojo a lo que cupido protesto.

F: qué haces? Jazmin qué haces acá?

J: yo… yo …. no se, perdoname.

Florencia tomó la toalla se envolvió en ella, Jazmin dio tres pasos hacia la salida.

F: sos una desubicada cómo entras asi al baño, por qué me tocas?

J: perdoname de verdad lo siento, solo ….que no se... fue más fuerte que yo….

F: dejame sola.

Pasando por al lado de ella, sin mirarla .

J: no, éste tbn es mi cuarto, no me voy …

F: entonces me voy yo.

Busco la ropa, desordenando los cajones , tirando cosas al suelo,  le dio lo mismo estar desnuda delante de jazmín, se vestía apresurada.

J: quién te hizo eso? fue Daniel?.

F: no, que decis no...es... es del golpe del partido…

J: mentira eso es mentira, hasta cuando seguiras asi, mirate, mira este cuarto…

Jazmin se impacientaba , tomó una de las latas de cerveza y se la arrojó a los pies .

J: que tapas con esto? el vacío que dejó Juan, eso?

F: callate,  no sabes nada de mi, harta estoy de vos, sino te gusta el cuarto andate.

J:  no querés escuchar porque tengo razón, quien te crees que sos la primera mujer en el mundo que dejan, que le rompen el corazón, que ama y no es correspondida.

Déjame acariciar tus cicatrices y besar tus miedos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora