Capítulo 23: No somos los mismos después del amor.

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Jazmín camino por el pasillo del avión, busco su número de asiento, llevaba en la mano un bolso, y en los bolsillos trocitos de su corazón pegados con millas de vuelo.

Se sentó con la sensación de ser observada, hasta en el ambiente percibió un perfume conocido, negó con la cabeza para sacarse a la dueña del mismo de su pensamiento.

A mitad del viaje ya después de cenar la azafata se acercó, le tendió una almohada, le dijo.

Azafata: que descanse.

A Jazmín le llamó la atención que sólo a ella le dio almohada, junto a la misma, un papel la captó su mirada, era un papel de diario doblado en forma de triángulo, lo abrió y encontró escrito con marcador rojo la frase  no habrá mares que separen nuestro amor”

Jazmin lo leyó y releyó más de 20 veces, miro buscando la azafata, no la encontró. No quiso llamarla, ya todos dormían, no debía ser para ella , que tonteria.

La sensación de ser observada la invadía de nuevo.

Se durmió con el papel en la mano, sujetandolo en un anhelo.

Ya en el aeropuerto de Madrid, con la mirada baja, busco sus maletas, llenas de ropa, recuerdos y algún que otro beso.

Se sentó en un café, el mozo le trajo le trajo la cuenta y otra vez aparecía sobre la mesa el triángulo de papel de diario, lo abrió mientras miraba todos lados. “ solo en tus ojos me puedo encontrar”.

Jazmín llamó al mozo  preguntando por el papel, se hizo el desentendido, mozo bien pago nunca habla.

Llena de intriga se tomó un taxi, se fue al hotel, despues de esperar un rato en recepción le comunicaron hubo un problema y le asignaron otra habitación , Jazmín entre enojada, frustrada y cansada subió a la habitación, cuando abrió la puerta la cama era doble, se quejo ella no pidió eso, el botones le contestó no había problema corría por cuenta del hotel el tiempo de su residencia. Todo era raro, no quería cama doble, se sentiría mas sola.

La habitación era amplia, cómoda y luminosa, podía ver el ir y venir de decenas de madrileños desde la ventana.

Se sentó en la cama sacó su ropa, tomó las toallas para darse una ducha y sorpresa un triángulo debajo de la misma ya a esta altura le saco media sonrisa “ no tengas miedo, yo no lo tengo ya y se siente de maravilla”

Jazmin sonrió, solo pensaba en Flor, era ella? donde estaba ? sería ella? quien mas ?

Jazmín se ducho, ceno, y se fue a dormir con los tres triángulos de papel al lado de su almohada, así se sentía menos vacía la cama.

Se despertó por el ruido de la mucama anunciando el desayuno, dejó la bandeja y se fue, la pelirroja se levanto rápido a buscar el nuevo mensaje, ya lo esperaba,  así fue al lado de su café, esta vez decía “ no hay amanecer más luminoso que tu sonrisa y descubrí, que no se dormir sin tus piernas enredadas a las mías”

A esta altura la sonrisa de la pelirroja mostraba sus dientes blancos, y sus ojos brillaron distinto.

Se sentó desayuno, y leyó con los ojos de llenos de esperanza cada uno de los mensajes.

Llamó a Lola su amiga.

L: amiga llegaste, todo bien el viaje?

J: si todo bien...sabes hay algo extraño.

L: qué pasa ?

J: me dejan mensajes.

L: cómo? quién?.

Déjame acariciar tus cicatrices y besar tus miedos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora