capitulo 41

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AYDRA:
No hacia mas de veinte minutos que habia llegado a mi casa y las palabras de Byron aún seguían retumbando en mi cabeza.

"PONTE EL COLLAR ESTA NOCHE"

¿Que pretendía?....

Lo tomé y lo observé por un instante. No tenía nada de malo. Una luna con una bola azul incrustrada en ella. Parecia ser especial pero por fuera solo era un pedazo de material. Me la coloco en el cuello y me recuesto en la cama. Por alguna Razón, Byron quería que lo usara y por mas que lo intentara, no podía rechazar sus peticiones. Maldito Chico.

-Te lo has puesto- una voz me indica que ya estaba mas que dormida. Miro a mi alrededor y me encuentro en una isla muy pequeña rodeada de agua...agua y mas agua- me alegro que estes aqui- esa voz todavia revoloteaba en el aire. Giro rapidamente al sentir unos detrás de mi.

-Byron- susurré viendolo allí parado con una sonrisa en el rostro- ¿Que haces aqui?

-Necesitaba verte y no podía hacerlo ahi afuera.

-¿Ahi afuera?-Indagué espectante- te refieres a...

-Al mundo real Aydra- Terminó mi frase como si me hubiera leido la mente- todo esto que ves es producto de un sueño pero de un sueño que al ser tan magico puede volverse real- tomó un jazmin del suelo, lo puso en la palma de mi mano, y empujó mis dedos para crear un puño, encerrando aquella flor un tanto marchita.

-¿Lo sientes verdad?- se acerca un poco mas a mi. Su cercanía me inhibía completamente.- ¿Puedes sentirlo?

Realmente lo sentía. Era demasiado real. Tan real como si en este preciso momento estuvieramos mas allá que solo un sueño profundo.

No aguantaba mas las ganas. Tenía que preguntarle aún si todo esto fuera producto de mi imaginación.

-¿Por qué me pediste que usara el collar?

-Para poder hablar contigo- soltó alejandose de mi y estrechando sus brazos como si estuviera dandome la bienvenida- estamos en tu sueño.

-Si eso ya lo has dicho antes y me aterra que sigas diciendolo.

-¿Por qué?.

-Porque...porque- No sabía que decir. Estaba teniendo muchas preguntas en mi mente y ninguna con alguna respuesta logica- Escucha. Dime por qué me pediste que usara el collar o me lo arrancaré y...

Hice ademán de quitarmelo pero puso sus manos sobre mi y me impidió que lo hicieras.

-No lo hagas. Si lo haces, lo partirás, todo esto se terminará y te despertarás- confesó.

-¿Byron de que estas hablando?

-Yo te lo explicaré. Solo no te lo quites y escuchame.

Afojé mis manos provocando que él hiciera el mismo gesto.

Me sentó en el cesped y se sentó a mi lado.

Estuvimos un rato en silencio. Solo se escuchaban las palomas volando por encima de nosotros y el sonido del agua chocando contra la orilla de la isla. Primero la playa y ahora esta isla. Estos si que eran lugares de ensueño. Me quede observando el rio preguntandome como es que la naturleza pudiera hacer tanto.

-Me quedaría aqui toda la vida- Susurró por lo bajo. Olvidando aquella explicación que Byron estaba a punto de darme.

-Tambien yo- lo contemplé. Su mirada fija en el rio intentaba decír tantas cosas pero al mismo tiempo no me decían nada.

Pude sospechar que Byron era un chico que por más misterios que tuviese en la vida, por dentro, rogaba por querer sacar esos misterios a la luz.

-¿Tu crees en la magia Aydra?- esa pregunta realmente me sorprendió. Me tomó de improvisto. ¿Por qué preguntaba algo como eso?

Quedé paralizada. De verdad esa pregunta me había tomado por sorpresa pero me tomó solo diez a segundos antes de contestar-Pues De donde provengo podría considerarse un lugar magico. Podría afirmar esa pregunta sin miedo. ¿Que podría pasar?

-¿En serio- dijo algo aturdido- ¿y de donde vienes?

-Digamos que no soy de aqui- al menos de dos segundos fijó sus asombrosos ojos en mi.

-¿Que quieres decir con eso?-una sonrisa aduladora apareció un rostro.

¿Por qué eres tan perfecto?

-Pues..- sin embargo no llegué a responder. Una voz interrumpe nuestra conversación.

-Byron- una voz de lo profundo hace que Byron se levanta de golpe y mire para todos lados.

BYRON:
-¿Quien es?- Aydra se coloca a mi lado y comienza mirar a mi dirección.

-Otra vez no- dije entre dientes.

-Byron ¿Escuchaste eso?- escucharla me hizo volver a la realidad.

-¿Que cosa?- esta vez me hice el tonto.
No quería remontar de nuevo a la escena del restaurante. No iba a quedar como un loco dos veces.

-Esa voz-contesta- ¿Acaso no la escuchaste? Pronunció tu nombre

No puede ser. Aydra también habia escuchado eso. Lo sabía. Sabía que no estaba loco. Era la voz de mi madre, estaba mas que convencido y esta vez, no solo la había escuchado yo.

-Por favor confiesa que escuchaste esa voz- farfullé tomando sus hombros con decesperación- Prometeme que la has escuchado.

Los nervios estaban emergiendo de manera brusca. Mi respiración se entrecortaba y  Aydra estaba allí para presenciar uno de los momentos mas histericos y humillantes de mi vida desde que tengo memoria. Cuando me pongo nervioso o me altero demasiado suelo tener comportamientos un poco fuera de lo normal y no es porque sea un demonio sino es mas bien psicologico.

Me acuclillo ante ella y hago todo lo posible para equilibrar el oxigeno y volver a respirar con normalidad.

-Byron ¿estas bien?- se pone en frente de mi y toma mi rostro con ambas manos-¿Que sucede?

Mi cuerpo comienza a temblar. Estoy entrando en mi zona. Mi cara se pone roja como un tomate.

-Tranquilo..tranquilo...- sus dulces palabras eran como musica suave para mis oidos. Mi cuerpo se empieza a relajar lentamente con el simple hecho de estar entre sus manos. Al segundo, Sentí un abrazo contenedor. De esos que muy pocas personas sienten como verdaderos y sinceros. Aydra puso sus brazos alrededor de mi y me sostuvo con fuerza. Mi respiración se estabilizó del todo.

Cuando por fin logré mantener la compostura, la abracé y solo me escuhaba a mi mismo repetir una y mil veces:

-Lo lamento...lo lamento.

DEBERÍA ODIARTE (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora