capitulo 25

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AYDRA:
¿Por qué me hacia esto? ¿Por qué su encanto me descontrolaba tanto? Era un chico como cualquier otro, ¿Por qué su mirada me mataba por dentro?

-Anda- soltó sacudiendo su cabello mojado sobre mi- ven conmigo

-Ya te he dicho que no- resongué cubriendome la cara.

-eres Aburrida- Dijo alejandose de mi.

<<¿Que dijo que?>>

No iba a permitir que nadie, ni mucho menos Byron Kenneddy, me dijera que era aburrida.

Me deshice de la remera sin dejar de mirar los ojos de Byron clavados sobre mi.

Cuando por fin Quedé solo con mi ropa interior, salí corriendo hacia el mar, ignorando por completo a Byron y su mirada matadora, todo un poema.

-No eres tan rapido ahora ¿o si?- hice mal en querer hacerme la corredora profesional porque en un abrir y cerrar de ojos, estaba a mi lado. Y tan solo, en milesimas de segundos, tomó ventaja.

Me sorprendió la velocidad que alcanzó para llegar a mi. Lo observé confundida mientras hacia lo imposible por volver a tomar la delantera. Ni siquiera Ken era capaz de correr con semejante velocidad y eso que él en Caelum era muy rapido en las carreras olimpicas.

-No debiste amenazarme- Dijo con una sonrisa en el rostro.

Me detuve a centimentros de tocar el agua. Ese tramo me había cansado un poco. Sin embargo, Byron estaba lucido como una roca.
Para ser honesta, yo no soy muy deportista que digamos.

-Solo quería demostrarte que no soy tan "Aburrida" como tu dices- farfullé guiñandole un ojo.

BYRON:
Ese gesto fue el momento exacto para sacar al Byron Salvaje. Ninguna chica me guiñaba el ojo alejandose de esa manera y yo sin poder hacer nada al respecto. No señor.

Me avalancé hacia ella, la tomé en mis brazos y la lleve al fondo. Donde el agua tapaba mi pecho.

Al darse cuenta que el gritar y empujarme no le servia de nada. Se aferró colocando ambos brazos alrededor de mi cuello y cruzando sus piernas en mis caderas...lo que hizo que me volviera aún más loco de remate de lo que ya estaba.

-Te odio- Masculló sujetandose con fuerza.

-Lo se- Muy en el fondo presentía que aún tenía un minimo aprecio hacia mi, solo que lo ocultaba- Aunque si tanto me odias, no entiendo porque me abrazas tan fuerte.

Me encantaba hacerla enfadar. Me recordó aquella vez que no quise devolverle el libro y se puso como loca.

-Eres un idiota- Masculló golpeandome suavemente el cuello.

-Woow. ¿Es lo mejor que tienes?- Indagué a carcajadas.

-Para tu información, soy muy fuerte. Solo que no quiero lastimarte.

-¿Mas fuerte que yo?- La sonrisa no se borraba de mi rostro- No lo creo.

No solo tenía mas fuerza por ser hombre sino por mi otro don especial.

-Estas seguro?- es una chica demasiado amenazadora. <<Diooooos, me aniquilaba el solo verla enfrente de mi toda mojada>>- Demuestralo.

-No haré eso- Contesté a secas.

A pesar de ser fuerte no pensaba lastimarla, ni en mis sueños mas locos lo haría. Nunca sería capaz de ponerle la mano encima, a no ser que estemos en la cama. Ahí sí que sería muy dificil no tocarla y sentir su tacto sobre el mio. Pero estaba seguro de que para eso tendría que esperar mucho. Sin embargo valdría la pena. Yo se que si.
Por el momento solo aprovecharía el momento...en nuestros sueños.

Nuestras miradas una vez mas volvieron a encontrarse.

Cada vez que la miraba, Me sentía tan seguro. Como si a pesar de que no pudieramos estar juntos...fueramos destinados a estarlo.

-¿Que ocurre?- preguntó- ¿Me tienes miedo?

-Creeme que esa no es la palabra que busco- Dije en una risa- No pienso lastimarte. No sería capaz de tanto.

-Lo se- susurró- eres el tipico galan mujeriego que tiene aspecto de rudo pero que por dentro tiene un gran corazón.

La observé con todo el amor que nunca antes había sentido por nadie. Mi corazón comenzó a latir con fuerza. Me conocía. En cierto sentido lo hacía.

-No me mires asi- Dijo con una sonrisa- No soy experta en chicos pero gente como tu es facil de descifrar.

-Pues me descubriste. Soy exactamente esa clase de chico que acabas de describir. Solo que en esa frase quitaría lo de mujeriego.

-Oh vamos- Siseó sarcastica- No puedes negarme eso.

-Bueno- Vacilé unos segundos- tienes razón. Soy todo eso. Pero cuando me enamoro. Me enamoro de verdad.

-¿Alguna vez te has enamorado?- preguntó curiosa.

Afirmé lentamente con la cabeza sin quitarle los ojos de encima.

-¿Y quien ha sido la desafortunada que robó tu corazón?

-Tú- como dice el refran. << muchas veces, el corazón actúa mas rapido que la cabeza>> no tuve tiempo para procesar aquellas palabras..solo las lancé como una pelota de basketball.

<<No debes enamorarte de una mortal>>

Lo siento pero Byron Kenneddy definitivamente ya se ha enamorado.










DEBERÍA ODIARTE (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora