Capítulo X

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El corazón de Len no paraba de bombear sangre y su cara estaba roja como nunca. No daba crédito a lo que sus oídos han escuchado de la boca de Katakuri. Aquel hombre aún mantenía su sonrisa, divertido ante la escena. Len puede notar como su cuerpo estaba temblando e intenta respirar con normalidad. Los nervios la estaban traicionando.

—Katakuri, dime por favor que no te has tomado nada raro.

—Soy consciente de lo que digo, pequeña hobbit.

—¡No es momento para que me digas eso, pedófilo de mierda! —Definitivamente nunca pensó tener encima suya a un Katakuri salvaje.

El hombre de cabellos de color granate no dijo nada, tan solo veía con diversión como su presa intentaba por todos los medios controlar sus nervios. Es la primera vez que tendría sexo con alguien que le ve su rostro. Toma el rostro de la joven con su mano. Era demasiada grande que hasta es posible que puede arrancar perfectamente la cabeza de la chica. Y no lo hace. Solo lo mueve de un lado para otro como examinándola.

Un gruñido gutural sale de su garganta como si le estuviera gustando lo que estaba viendo. Tenía planes con ella. Si Len iba ser definitivamente su esposa tiene que pasar la prueba final. ¿Podrá aguantar a una bestia parda como Charlotte Katakuri?

Con su mochi, hace aparecer aquella bolsa llena de donuts. La verdad es que al ser un hombre de mochi tiene sus ventajas, por ejemplo, guardar objetos en el interior de su cuerpo sin necesidad de utilizar bolsillos. Len observaba cada movimiento de aquel hombre de cinco metros. Le gustaría saber qué es lo que tramaba en esos instantes. Solo deseaba romper aquellas cadenas embuidas por ese Haki. ¡Se sentía débil!

—Katakuri, dime por lo menos que intentas hacer —suplica poniendo cara de niña inocente a lo que al mencionado alza la ceja.

—Digamos que divertirme un rato.

—Eso no me da buena señal, ¿lo sabías?

—Puede —saca de la bolsa un donut para mirarlo fijamente,— ¿sabías que es mi comida preferida?

—Se te veía en los ojos cuando estábamos en aquel puesto.

—¿Tanto se me notaba?

—Eras como un niño.

Por alguna razón, a Len le hacía gracia esta conversación hasta pudo notar como las mejillas del comandante se sonrojan. Vaya, creo que le dio en el clavo. Katakuri fija su mirada en el rostro de la joven. Esos ojos reflejaban algo que desconocía Len. ¿Qué tramará con ese donut?

Vuelve a tomar su rostro con su gran mano y, sin hacerle daño alguno, la obliga a abrir la boca completamente haciendo presión para que no la cerrase. Len no estaba entendiendo hasta le estaba doliendo un poco de que la agarrase de esa manera. Katakuri, por su parte, hinca el diente ese gran donut ya dándole poca importancia si la chica le estuviese comiendo de esa manera. En la cabeza de Len solo pasaba una cosa: «Pero si es igualito a mí, aunque más salvaje».

Sin embargo, no se esperó que aquel hombre la besa con furor invadiendo su boca con la lengua. ¡Estaba compartiendo la comida con ella! Era una sensación extraña. Era una mezcla de rabia y de excitación. La lengua de Katakuri explora sin pudor la boca de la chica hasta separarse de ella donde sus lenguas se conectan con un hilo de saliva. Pero lo rompe cerrando la boca de la chica para que comiese y se tragase los restos de aquel donut.

La chica traga y comienza a toser casi faltándole aire.— Katakuri... —respira profundo,— ¡¿por qué has hecho eso?!

—Quiero que mi futura esposa esté bien alimentada —dice con una sonrisa de oreja a oreja mostrando sus colmillos.

This is love (One Piece - Charlotte Katakuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora