Capítulo XIX

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Len se ha dedicado todo el día en caminar por la ciudad de Whole Cake solo para comprar los ingredientes suficientes para la merienda de su querido esposo. Cuando son las tres, ella siempre estaba ahí para darle de comer. Ya era una costumbre para ambos y a Katakuri no le molestaba. Le agradaba tener a la chica cerca y así sentir a sus pequeñines dando patadas en la barriga. Él estaba ansioso de verlos, pero aún quedaba tiempo. Faltaban tres meses.

La joven visitaba cada tienda para buscar lo necesario. Últimamente los precios han subido descaradamente y no es nada bueno. La pobre se tenía que gastar un dineral para que los chefs hicieron una merienda estupenda. Set esposa no es nada fácil. Desde que se quedó embarazada no ha parado de ponerse un tanto acaramelada con Katakuri. Parecía una adolescente enamorada y lo alababa. No le daba vergüenza de decirle cosas cariñosas delante de todos sus hermanos. Y quién le insultaba o le golpeara se llevaría una buena.

Eso recuerda aquella vez que Oven dijo una grosería a su hermano mayor, pero era una forma de decirlo. Sin embargo, para ella no lo fue que lo golpeó sin descanso casi dejándolo malherido. Por eso nadie se atrevía a decirle algo a su hermano ni siquiera la tripulación de Big Mom. Sentían respeto hacia la chica desde que se convirtió en la mujer de Katakuri. Y, obviamente, se ha vuelto más glotona de lo habitual. Tener dos niños dentro de su vientre no era nada bueno.

Y un olor exquisito aparece en sus olfato que se acerca lentamente hasta encontrarse con un gran pastel de chocolate. No era grande, pero suficiente para llenar el estómago de alguien hambriento. ¿Tendrá dinero suficiente? Abre un momento la cartera para ver cuánto le quedaba y sus ojos se iluminan teniendo la mejor suerte del mundo. Entra con rapidez para comprar aquel exquisito dulce, pero choca con alguien que iba a salir de aquella tienda.

—¡Ten más cuidado, idiota! —grita la joven con el puño alzado a punto de golpear al responsable.

—¡Quién debería tener cuidado eres tú! —grita también el chico mosqueado.

—¡¿Que has dicho, pedazo de subnormal?!

—¡Lo que oíste, bruja!

Una vena crece en la sien de Len ya deseando golpear al chico; sin embargo, la empleada la detiene con rapidez.— Len-chan, por favor, no debe esforzarse. Le recuerdo que está embarazada.

—... Está bien. —Se relaja con los brazos cruzados sin dejar de mirar el chico. Lo curioso es que le llamó la atención ese característico sombrero de paja y aquella cicatriz debajo de su ojo.

Y aquel chico, un tanto maleducado, se marcha dejando a Len en la dulcería. La joven no dejaba de mirarlo es como si le conociera de algo. Estaba demasiado relajado, es como si no le preocupara en nada lo que esté sucediendo. Era raro. Sumamente raro. Oh, recordó que mañana es la boda de Sanji y Pudding debería de comprar un gran regalo para esa pareja. Ella piensa que serán felices. Sin embargo, no es así. El plan de Big Mom era otra cosa.

Ojalá pudiera intervenir y que no matasen al joven Vinsmoke. Aunque fuese un pervertido se veía como una persona con buenos ojos. Suspira levemente ya comprando el pastel para comérsela por el camino. Debería pasar a la enfermería para ver cómo está Cracker. El pobre debió de recibir una paliza tremenda que se quedó inmóvil en el suelo. Si Katakuri se enfrenta contra Mugiwara y éste lo derrota le hará trizas. Lo piensa mientras va comiendo con tranquilidad.

Debería ir a casa para ver a Katakuri, empieza a echarle de menos, pero antes, gracias al espejo que le dio Brûlée en su momento, llama a los chefs personales de su esposo y les entrega la bolsa con la compra. Ya estaba contenta de hacer el recado, ahora a la isla. Estaba muy ansiosa de verle. De darle mimos, de abrazarlo. Quería hacerle de todo hasta tener sexo con él. Hacía tiempo que no lo hacía con él. Pero él solo la deleitaba masturbándola, pero para ella no era suficiente.

This is love (One Piece - Charlotte Katakuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora