No saben cuantos minutos han pasado. Ni cuantas horas. Lo único que saben es que Len ya estaba siendo atendida por el doctor. Katakuri caminaba de un lado para otro inquieto, ansioso de saber que la chica estaba bien. Brûlée intentaba por todos los medios relajarlo, pero era imposible. Se culpaba así mismo por lo ocurrido. No podía perder aquello que tanto anhelaba desde muy pequeño. Una persona que le puede dar el amor absoluto y sin que le mirase con miedo.
Estaba dolido por dentro. Ha vuelto a pasar y no pudo protegerla. Entrenó día y noche para proteger a sus hermanos de cualquiera. E incluso haría lo mismo con aquella chica, pero falló. Volvió a fallar. El pasado nunca se iría aunque hiciese algo. Solo quiere entrar y estar a su lado, saber que está bien porque lo relajaría. Necesita verla cuanto antes porque se estaba desmoronando.
Y como si sus súplicas fueron escuchadas, el doctor sale de la habitación de Len y todos lo miran con esperanza en sus ojos.
—¿Se encuentra bien? —pregunta Brûlée rompiendo el silencio absoluto.
—Si no hubierais llegado a tiempo, la chica hubiera muerto. —Todo el cuerpo de Katakuri tiembla ante aquellas palabras.— Sin embargo, está bien.
—¿Qué es lo que pasó realmente?
—Según el análisis, en su cuerpo fluía una toxina muy potente que estaba atacando a sus órganos vitales —va explicando.— Primero, ataca al sistema nervioso para inmovilizar el cuerpo. Luego, va atacando rápidamente dichos órganos y, por último, al corazón, muriendo instantáneamente.
Todos los hermanos se quedaron paralizados ante la noticia. ¿Quien sería el causante de aquella toxina?
—Ahora está en un estado de coma que a saber cuándo despertará.
—¿Puedo verla? —Katakuri deseaba entrar que hasta posó un pie al suelo como un primer paso para entrar.
—Claro, Katakuri-sama. —El doctor abre la puerta lentamente.— Por favor, no hagan ruido. Estamos intentando todo lo posible para que se recupere y que, algún día de estos, despierte.
Y sin pensarlo, ya el mayor había entrado y su corazón se le encoge viendo con horror la escena. Len en una cama con tubos conectados en su cuerpo como una forma en que la chica se mantuviese viva. Katakuri camina lentamente no haciendo el mayor ruido posible, coge una de las sillas que habían allí y se sienta al lado de ella. No podía creer lo que estaba viendo. Una chica con un carácter fuerte como ella en esa cama y a saber cuándo despertará.
Esto le estaba doliendo Katakuri que hasta sentía que su mundo iba a acabar si ella muere. No conteniendo las ganas, toma su mano no apretándolo con fuerte. Lo hizo para que ella supiera que estaba ahí, que no se iría a ningún lado hasta ver qué abre los ojos.
—Aún tiene esa toxina en su cuerpo, por eso tanto cableado.
—Entiendo.
—¿Qué animal puede producir esa toxina? —pregunta Cracker estando enfrente de la cama de la chica.
—Según mis informes, puede ser un animal marino o uno terrestre, como es la serpiente. —El doctor deja el expediente en el cabezal de la cama.— Os dejaré con ella, tengo que atender a unos pacientes. Con permiso.
Brûlée estaba al lado de su hermano mayor que no paraba de mirar el cuerpo casi sin vida de Len.— Onii-chan...
—Todo esto es por mi culpa.
—No, nada de eso. Fui yo quien la metí en el Mundo Espejo y pasó esto. La que debería sentirse mal, soy yo.
Katakuri mira a su hermana pequeña observando que sus ojos mostraban aquel dolor que él también siente. Ambos lo sienten. Una se culpa por todo y el otro por no haber protegido a la que persona que tanto aprecia. El de cabellos granates se pone a inspeccionar el cuerpo de la chica por si ve alguna hematoma o algo. Llegó a la conclusión de que la comida no ha podido ser, ya que él también estaría en la misma situación que Len.
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This is love (One Piece - Charlotte Katakuri)
Fanfiction¿Quién puede amar a un monstruo como Charlotte Katakuri? Es hijo de Charlotte Linlin, conocida como Big Mom, y la cuestión del segundo hijo mayor de la familia es quien podría amar a alguien como él. Su idea se deshace cuando conoce a una chica un t...