Capítulo 4

3.4K 468 136
                                    

Jeon Jungkook; 15 años.

Jungkook era un chico muy reservado, solía leer libros mientras estaba encerrado en su habitación, o jugar video juegos de clasificación +21, donde tenía que matar personas o zombies.

Ya no necesitaba más niñeras, se quedaba solo en la enorme casa, todos los días hacía lo mismo, levantarse, correr y hacer ejercicio, comer, ducharse, leer o jugar y comer y dormir de nuevo. Se podría decir que era una rutina.

Pero este día era diferente, después de tres años de hacer su trabajo, lentamente pero seguro, había tenido su recompensa.

─El señor Jeon a muerto.

El doctor privado de la familia Jeon salió de la habitación principal.

Nadie lloró por esa pérdida. Jungkook sólo se cruzó de brazos la señora Jeon se dio media vuelta después de asentír. Tenía una junta muy importante esa tarde, en cambio, le ordenó a su secretario de confianza que se hiciera cargo del funeral.

Parecía como si nada hubiese pasado, el señor Jeon había empezado a enfermar de la nada, cuando había sido siempre un hombre sano y fuerte, los doctores no habían encontrado nada grave en su cuerpo, le habían diagnosticado solo una gripe.

Jungkook sabía con claridad que le había pasado a su padre, pero jamás diría nada. Su hyung le dio instrucciones precisas, había cumplido con la primera, matar a su padre. Envenenandolo con excremento de su ratón blanco, las cuales eran mortales.

La a había disuelto con mucho cuidado en el licor que su padre siempre bebía, lo fue envenenando poco a poco, todos los días.

Era momento de pasar a la siguiente fase.

Jungkook miró el pequeño botecito de color naranja con tapa blanca, el cual estaba en su mano. Se encontraba ya en su cuarto, más precisamente en su baño.

Abrió la pequeña tapa y dejó caer todas las pgasrillas en el retrete. Una sonrisa asomándose en sus labios, sus dientes blancos asomándose.

─Hyung, pronto estaremos juntos de nuevo, aguarde un poco más.

Habló Jungkook mirándose al espejo, viendo su reflejo, y tal vez, mirando un poco más allá.

[...]

Las semanas siguientes fueron más movidas, pues los reporteros y personas de las revistas querían saber más sobre la muerte del señor Jeon, obviamente sin tener éxito.

Jungkook había estado en su habitación todo ese tiempo, y no es que esté triste por la muerte de su progenitor, no. Él estaba más que feliz.

─¡Hyung!

─Mi lindo Jungkook.

De nuevo esa voz, aterciopelada, tan dulce como el algodón de azúcar pero tan mortal, era como el canto de las sirenas.

─Te extrañé tanto, hyung.

─Te dije que volvería, esta vez es para siempre, mi lindo Jungkookie.

─Sí, Seokjin hyung.

Porque sí, su otra personalidad tenía nombre y apellido, y el subconsciente de Jungkook parecía darle un cuerpo también, tan peligroso.

Shades ⇴. (Jungkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora