CAPÍTULO XXXIV

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[Editado]

Punto de vista de Adler HollandProblemas en el paraíso

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Punto de vista de Adler Holland
Problemas en el paraíso.

Llevaba dos días sin hablar con Isa, todo por culpa de nuestra insignificante pelea. ¿Que importancia tenía una etiqueta en la relación? Para mi ninguna pero al parecer para las mujeres es algo vital.

Habíamos espiado a Ricardo en la cena que tuvo con Colette y habíamos conseguido mucha información.

—Hola ¿Aldridge Enterprices?—llamé al número de la empresa para ver si me brindaban información extra.

—Buen día, ¿Como puedo ayudarle?

—Pues tengo una reunión con Katrina Aldridge en unas horas, solo quería confirmar la asistencia—mentira, nunca hablé con Katrina pero si su secretaria era lo suficiente habladora, soltaría la sopa.

—Disculpe pero la Señorita Aldridge ha cancelado todas sus reuniones hasta dentro de 3 días.

—¿Se ha ido de viaje?—inquirí curioso

—Si, se ha ido a España, volverá el Jueves por la noche. ¿Algo más?

—No, gracias—dije colgando em celular.

Sentado en el escritorio me dediqué a pensar en lo que podrían estar tramando. Nadie arruinaría la vida de mi mejor amigo de nuevo.

Caminé decidido hacia una gaveta en mi oficina donde guardamos los papeles de información personal de todos los empleados. Encontré la de Ricardo.

Ricardo Tennon
Fue heredado gran parte de los terrrenos para que esté a cargo de su mantenimiento y producción.
Herencia: Terrenos.
Ubicación: España.

Algo en mi cerebro despertó.
Katrina fue hacía el a España y regresaron juntos planeando un desastre hacia Odd y así desaparecer a Colette tal y como lo hicieron con Cecilia.

—Joder—un quejido se escapó de mi interior ya que había conectado las situaciones.

Un leve toque en la puerta hizo que guardara todo de nuevo y con voz clara hiciera pasar a quien sea que esté afuera.

—Buenos días Señor—Kim había entrado a mi oficina.

Hace unas semanas, antes de conocer a Isa, Kim y yo habíamos tenido sexo sin compromiso pero solo de una noche. Estar cerca de Kim me hacía sentir diferente.

—Buenos días Kim, ¿Que pasa?—pregunté avanzando hacia el frente de mi escritorio y apoyándome en el.

—Quería...preguntarle algo.

Ella era tímida y era algo que me gustaba.

—Dime—dije aún serio.

La vi acercarse varios pasos, lentamente había llegado frente a mí. Joder, podía ver su escote y como sus pechos saltaban.

—Quería saber si...aún puedo hacer esto.

Y lanzándose a mí, se enganchó de mi cuello pegando sus labios con fuerza haciéndome gruñir.

No puedo, No puedo, No puedo. Yo quiero a Isabela.

Mi cabeza peleaba por detenerla, pero mis manos no la separaban en cambio había tomado su cintura.

Estaba enojado, quería mostrarle al mundo que no era un hombre de una sola mujer, que Isa solo había sido un momento de debilidad. Mi cerebro solo quería vengarse por lo que Isa me hizo, solo quería venganza.

El estruendo de la puerta  seguido de un jadeo logró separarme de Kim viendo así una pequeña figura parada frente a ambos con los ojos llorosos.

—Isa—dije al reconocerla, mi corazón dolía mas que el infierno al verla sufrir. Joder, fui un imbécil.

—No, no mereces que te ame—dijo con odio y salió corriendo de mi oficina.

¿Me ama? Tarde varios segundos en reaccionar, tiré a Kim hacia un lado y salí corriendo para poder alcanzarla pero ya iba lejos.

—¡Isabela!—mi grito se escuchó como un rugido dejando a todos congelados en sus puestos.

Ignorándome siguió corriendo. Joder.

Encabronado golpee la pared con todas mis fuerzas y voltee a ver dentro de mi oficina.

—Kim, estás despedida.

Después, lo único que sé es que salí corriendo como si mi vida dependiera de ello hacia afuera donde había visto a Isa por última vez.

Al bajar el ascensor pude verla caminando fuera del estacionamiento. Ya había bajado el ritmo de sus pasos haciendo un poco más fácil acercarme.

—Isabela detente—rogué estando cerca de ella pero en lugar de detenerla incrementé su velocidad—¡Isa!—ambos corríamos hacia la parte de atrás del edificio, no la dejaría irse.

—Isabela por favor, déjame explicarte—pedí de nuevo a unos cuantos pasos de ella.

Su velocidad fue deteniéndose hasta que se mantuvo de pie frente a mi. Escuché un sollozo que me hizo jadear.

—Te doy dos minutos, aprovéchalos—dijo con su voz quebrada y tratando de estabilizar mi respiración hablé.

—Lo que pasó en la oficina fue un error yo...

Fui cortado por un gruñido y vi como se giraba a verme. Mi vista no podía dejar de contemplar sus ojos heridos.

—Un error fue haber pensado que eras diferente, íbamos bien Adler y lo jodiste todo—su voz lanzaba veneno y odio puro

Me dolía el pecho.

—No Isa, te lo juro , fue Kim quien me besó, yo no lo planeé...

—Claro y fue ella quien te obligó a meterle mano en la cintura, no soy estúpida Adler.

Quiso irse de nuevo pero la sujeté del brazo deteniéndola.

—Está bien, le devolví el beso, ¡Pero porque  estaba enojado y frustrado contigo! 

—¿Ahora soy yo la del problema? ¿Te estas escuchando a ti mismo?—vi como volteaba sus ojos y jadeó en frustración.

Halo su brazo en un intento de soltarse pero la sostuve—¡Ya déjame Adler! Me duele que traté de arreglar las cosas pero tú te besas con la Kim esa. No merezco esto.

—¡No te dejaré ir! Por más que me cueste la vida.

—¿Porqué?—susurró y mi cabeza se quedó en blanco.

No podía contestarle ahora, no así. Ella debió haber visto duda y en la manera como baje mis defensas le dio chance de soltarse de mi agarre.

—Eso pensé—dijo retrocediendo varios pasos, quise detenerla pero mi cabeza no podía procesar nada—No me busques Adler, necesito tiempo.

Y con eso se fue caminando lejos de mí. Sentía un gran vacío en mi pecho, estaba dejándola ir. Mierda que feo se sentía.

Pero no tenía las fuerzas de decirle que la amo, no ahora en estas circunstancias porque pensará que solo es para retenerla.

Quiera que sepa que la amo, cuando en verdad se lo demuestre.

ODDIO [REESCRIBIENDO][18+]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora