ODDIO [REESCRIBIENDO][18+]✔️

CAPÍTULO VII

[EDITADA]

Punto de vista de Odd Wallace

Interrupción y puertas.

—Dile a la Señorita que regrese a su puesto ahora mismo.

Dicho esto colgué la llamada, ¿Porque carajos no estaba aquí? ¿Qué hacia en la oficina de Adler? Al llegar y no verla, pregunté a Graicy quien efectivamente me dijo que estaba con él. Entiendo que quiera socializar con Adler porque es el único pendejete que anda de súper amigo. ¿Estaba celoso? Claro y absolutamente que no. No necesito atención de una asistente cuando tengo a la mujer que se me plazca, incluso a Katrina. Era la novia que mis padres me obligaban a tener, así es, novia pero porque su familia es dueña de la empresa que hace negocios importantes con la nuestra. A nosotros y a los medios les favorecía que fuéramos novios.

Escuché a Stansonn cuando abrió la puerta y la vi entrar, ese vestido negro que usaba le quedaba malditamente bien.

—Está es tu oficina, no te quiero ver socializando tanto—estaba nerviosa y se notaba.

—¿Porqué no?—preguntó frunciendo el ceño, creo que se le ha olvidado mis reglas.

—¿Cómo?—pregunté elevando una ceja hacia ella. Mis reglas son simplemente porque no me gusta tanto la socialización con empleados o con la gente en general. Me daba un poco de risa saber que ella no me tiene tanto miedo como para acatar las reglas al pie de la lletra.

—Nada—dijo sonriendo raro—Con permiso.

La vi alejarse callada hasta que logré escuchar cómo murmuraba algo.

—¿Qué mierda has dicho?—solté lo que tenía en mis manos sentándome derecho en mi sillón, a este punto era cómico verla hacer lo que hace y luego verse arrepentida.

—Nada—dijo aún de espaldas, verla a ella de espaldas era mi debilidad, su cintura se miraba intocable con ese vestido. Pero por más que deseara probarla no lo haría, todas las mujeres son iguales, les gusta llamar la atención, obtener lo que quieren y salir libres de todo.

—Escúchame muy bien, obedece las reglas o pierdes el trabajo. No quiero tantas risitas con  el Señor Holland ni que me contestes como si fuera tu amigo. ¿Entendido?

—Si Señor, con permiso.

Se alejó hacia su oficina y no pude evitar ver cómo se movía de lado a lado, joder. Esta tensión sexual que hay no se si solo soy yo pero debe acabarse. Entre mas se pasee por mi oficina y yo siga con las ganas de tenerla más será que pierda la cordura y le diga cosas que no debería.