ODDIO [REESCRIBIENDO][18+]✔️

CAPÍTULO XXVIII

[Editado]

Punto de vista de Odd Wallace
El pasado nos alcanzó

Había hablado con mi padre, estaba muy enojado por la presencia de Ricardo pero Stanley desconocía las razones por las que nos habíamos distanciados.

Salí del despacho de mi padre hechando humo por las orejas, siempre hace lo que quiere, nunca le importó lo que yo sintiera.

Ahora estábamos en la empresa dentro de mi oficina  con Adler, había llegado un poco más temprano de lo normal, le dije a Colette que no pasara por mí esta mañana.

—¿Tu si quieres?

—Joder, si quiero despertarme junto a ella por las mañanas.

—El sexo matutino es bueno—Adler elevó la cejas en forma de burla mientras yo negaba con la cabeza.

—No solo eso, si no que saber que esa mujer es la mujer para ti y nadie tiene el poder de arrebatártelo.

—¿Alguien como Ricardo?

—Ese hijo de puta, aún no entiendo como se logró dar cuenta de mis sesiones con Colette.

—Ustedes tampoco fueron cuidadosos, seamos sinceros, ¿En que pensabas?

Adler niega divertido y se tira sobre mi preciado sofá.

—Ese es el problema, cuando estoy con ella no pienso.

—¿Entonces la quieres?—Adler volteo a verme confundido, fruncí el ceño por su pregunta.

—¿Que dices? No la quiero, solo es sexo.

Adler aclaró un punto muy importante, no debía mezclar mi obsesión por ganarle Ricardo con los ganas de estar con Colette.

—¿Ya se acostaron?

—No, aún no.

—Es difícil ¿no?—Adler elevó las cejas y se rió—Ninguna chica se ha negado a sexo contigo, pero Colette se da el lujo.

Gruñí burlón, la iba a tener en mi cama.

—Cuando la haga gritar en mi cama, rogará por más.

—¿Quien rogará a quién?—Colette había entrado por la puerta de mi oficina tan sigilosamente que no nos habíamos percatado de su presencia.

—Emm Nadie—negué rápidamente con mi cabeza para que Adler no diga nada.

—Impar dice que tú le rogarás que te folle por las noches—Adler abrió su bocota haciendo que Colette elevara una ceja en mi dirección.

—Veremos quien le ruega a quien—dijo mostrándonos una media sonrisa y caminando hacia su pequeña oficina.

Cuando me cercioré que estaba cerrada la puerta me giré hacia Adler.