Mi Doctor Oh Sehun [HunHan]

Capítulo 3

Sehun

Ya había pasado un mes desde que Luhan había llegado al psiquiátrico. Me sentía cansado, pensativo y un poco distraído. Cuando iba a hacerle terapia a Luhan, este se negaba y me decía que lo habláramos después. Por alguna razón, Luhan no quería contarme de su vida, de él, de su familia, nada. No sabía nada de él, más allá de que era un joven muy apuesto.

Hasta el momento, lo único que sabía de él era que tenía un hermano y que cada uno vivía en un apartamento, lejos de sus padres. Fue la única información que pude sacarle a regañadientes.

Pero, lo que más me preocupaba era que Luhan no se dejaba hablar, por ende, no había podido descubrir cuál era la razón de su esquizofrenia, ni hace cuánto la tenía o siquiera cuáles eran los factores que lo habían llevado a experimentar eso. No sabía nada de él.

Por otro lado, había recibido constantes regaños por parte de Suho, mi jefe, pues no estaba evaluando a mis demás pacientes. Era verdad, no me quedaba tiempo para ir a revisarlos pues últimamente había estado muy pendiente de Luhan, de si le pasaba algo o si necesitaba cualquier cosa.

Luhan me estaba haciendo la vida imposible. Unos días parecía tenerme confianza para contarme cómo se sentía y otros días simplemente se dedicaba a ignorarme. Me hacía confundir con su comportamiento. Sus voces y alucinaciones no paraban, y seguía sin entender porqué si cada noche yo me aseguraba de que se tomara la medicación.

Luhan era un chico con una belleza extraordinaria, pero su actitud parecía ser la de un niño de cinco años. Casi me tocaba obligarlo para que se tomara la medicación de cada noche. Otras veces me decía que quería dibujar lo que veía, así que yo tenía que salir corriendo para traerle hojas y lápices. Él me estaba moviendo a su manera y yo con tal de tenerlo tranquilo, lo hacía.

En un mes ya había tenido problemas con Suho, con Yoona y hasta con el mismo Luhan, quien se ganaba el título de dramático y testarudo. Y es que sentía que no podía decirle que no, a cada cosa que Luhan me pedía era un 'sí'. Lo estaba consintiendo en exceso, pero era imposible no hacerlo cuando me dedicaba sus sonrisas de agradecimiento.

Esa mañana me levanté y revisé a todos mis pacientes primero antes de ir a ver a Luhan, sabía que con él me iba a demorar. Entré a su cuarto y me sorprendió que no estuviera, de seguro se estaba bañando. Di media vuelta para caminar hacia la puerta, pero Luhan salió rápidamente del baño haciendo que chocáramos.

Luhan estaba empapado y con el agua goteando por su pelo. Tenía el torso desnudo y una toalla amarrada a su cintura que terminó cayéndose cuando chocamos. Abrí mis ojos exageradamente al sentir a Luhan tan cerca, estaba a pocos centímetros de su rostro y casi podía sentir el ritmo de su respiración.

Bajé mi mirada y mis mejillas enrojecieron, tenía a Luhan desnudo frente a mí. Parpadeé varias veces hasta que un grito de él me hizo salir del shock en el que me encontraba—¡¿Qué estás mirando?!—Luhan se agachó a toda velocidad y recogió su toalla para volverla a acomodar sobre su cintura.

Luhan seguía peleando conmigo, pero justo ahora no estaba escuchando su voz, no estaba prestándole atención a sus palabras pues estaba completamente perdido en él, en la situación. Tenía a Luhan frente a mí con su pelo mojado, el agua recorría su torso deslizándose desde sus hombros hasta su estómago. Sus labios estaban húmedos y su blanca piel resaltaba causándome escalofríos.

—¡¿Nunca habías visto a un hombre desnudo?!—Me soltó de repente y yo me ruboricé.

—Lo siento Luhan, yo... vuelvo más tarde—Caminé como pude hasta la puerta y salí. Casi corrí hasta mi habitación y me encerré en ella.

Tenía un gran problema entre mis piernas que me tocaba solucionar o no podría continuar con mi rutina el resto del día.

Maldita sea. Luhan me había causado una erección.

Luhan

No había podido estar tranquilo desde que me topé con Sehun en la mañana. Ese encuentro tan inesperado que habíamos tenido no estaba entre mis planes. De no ser porque estábamos a pocos centímetros de distancia, mi miembro habría chocado con el de él y aunque lo deseaba con todas mis fuerzas, no sabía realmente si estaba listo o no.

Pasaron los días y no se volvieron a presentar espectáculos como ese. Para mi suerte, ya le había causado bastantes problemas a Sehun, podía escuchar cómo lo regañaban afuera de mi habitación y le decían que hiciera bien su trabajo. Por lo menos, hacerle la vida imposible no era algo tan complicado de lograr.

Sehun trataba de acercarse a mí y hablarme, pero yo oponía resistencia. Me impresionaba su cinismo, la forma en que me preguntaba sobre mi familia, sobre mí, sobre qué experiencias había tenido antes. No soportaba sentir que yo cargaba todavía con mi pasado como si lo llevara aferrado a mi espalda y en cambio él no se acordaba de nada.

No me gustaba ver cómo Sehun se comportaba de forma tierna conmigo, pues yo sabía que todo era una máscara. Un día, vino a mi habitación como siempre a intentar hablar conmigo, sin embargo, esta vez era yo quien tenía algunas preguntas:

—¿Alguna vez te has enamorado?—La pregunta lo tomó fuera de base, por lo que se quedó estático un tiempo.

—Sí Luhan, hace mucho tiempo—Mi corazón latió desenfrenado y por alguna razón, en mi pecho comenzaba a nacer de nuevo una pizca de alegría.

—¿Y qué pasó? ¿Esa persona no estaba enamorada de ti?—Podía ver cómo Sehun fruncía el ceño y se cruzaba de brazos.

—Claro que lo estaba Luhan, pero... discúlpame, no quiero hablar de eso—Los ojos de Sehun se cristalizaron y mi mente paró en seco. ¿Le dolía recordar todo? ¿Esa persona era yo? ¿Me extrañaba?

—Espera—Lo tomé de la mano antes de que se fuera—¿Extrañas a esa persona?—Sehun se deshizo de mi agarre y salió de mi habitación golpeando fuertemente la puerta.

La pregunta quedó en el aire. Había logrado confundir a Sehun y dejarlo pensativo. A juzgar por su reacción, tampoco le era fácil recordar lo que había pasado, lo que no entendía era por qué.

Pasaron los días y el tema no se volvió a tocar. Nunca supe si me extrañaba, si esa persona era yo o si tan solo Sehun se arrepentía de lo que había hecho.

Oh Sehun, la verdad es que yo sí te he extrañado todos los días desde que te fuiste de mi lado.