Mi Doctor Oh Sehun [HunHan]

Capítulo 13

Luhan

Me levanté con una felicidad desmedida, ayer había sido el mejor día que había pasado junto a Sehun. Había estado entre sus brazos, me había consentido, cuidado y hecho el amor de una forma gloriosa que me hacía desearlo de nuevo cada vez que me acordaba del momento.

Seguía sin poder creer en todo lo que Sehun hacía por mí, empezando por tener problemas con Yoona y hacer que Chanyeol cuidara a los demás pacientes que estaban a su cargo. Sehun se estaba convirtiendo en lo que me hacía feliz, tanto así, que daría lo que fuera por quedarme más tiempo acá con tal de verlo, de ver su sonrisa, de ver su figura, de tenerlo cerca...

Quería a Sehun tanto como él me quería a mí. Por eso, anoche tomé una decisión. Abandonaría mi plan de venganza contra Sehun, ya no quería vengarme de él; lo único que quería era quedarme con él, entre sus brazos, y si era posible, para siempre.

Ya no quería verlo sufrir, pues su sonrisa se había convertido en lo único que yo necesitaba para que mis días tuvieran colores, para que no les faltara nada. Ya no quería verlo sufrir, porque su felicidad era lo que me gustaba ver reflejado en su rostro... me hacía sentir vivo.

La cocinera entró a mi cuarto con el desayuno y yo traté de comer lo más rápido que pude, quería ir a ver a Sehun, quería decirle cuánto lo quería, quería expresarle todo mi amor. Me arreglé frente al espejo y traté de peinarme un poco con mis manos.

Salí de mi cuarto de forma sigilosa, esquivando a las enfermeras que me encontraba en el camino. Mientras bajaba las escaleras, pensé en lo que le diría a Sehun cuando lo viera, algo así como que era el amor de mi vida o que quería estar con él por encima de todas las cosas.

Me sonrojé, pensar en estar con Sehun me llenaba el pecho de una calidez increíble. Oh Sehun... si tan sólo pudiera nunca irme de tu lado, si pudiera amarte por siempre, si pudiéramos irnos lejos de acá, lejos de todos, sólo tú y yo existiendo eternamente en nuestros corazones...

Llegué a la habitación de mi doctor y la puerta estaba entreabierta. Me inundó un nerviosismo impresionante, mis manos sudaban y mi rostro volvió a enrojecer... en medio de todo, sería la primera vez en muchos años que le diría a Sehun cuánto lo quería, que le diría que todo mi amor era únicamente para él.

Entré a su cuarto cuidadosamente y me sorprendió escuchar suspiros que se iban convirtiendo poco a poco en gemidos. Pero... no eran de Sehun, eran de una mujer.

Mi corazón latió desenfrenado, estaba caminando hasta la cama de Sehun, hasta que mis ojos vieron la escena más dolorosa de todas. Me quedé detrás de la pared atónito, observando la forma tan desesperada en la que Yoona besaba el cuello de Sehun.

Pero lo más doloroso no fue ver a Yoona casi comiéndose a Sehun, fue ver que mi doctor lo permitía. No la apartaba, no le decía nada, no hacía nada, sólo se dejaba de ella. Se dejaba tocar y besar, y no mostraba ánimos de querer detenerla. 

Sehun puso sus manos en las caderas de ella y yo sentí cómo mis ojos se llenaban de un picor característico. Las lágrimas no tardaron en comenzar a deslizarse por mis mejillas, estaba atónito, no podía moverme. No podía salir del cuarto, ni decirles algo, ni esconderme, nada. Estaba completamente en shock con la imagen que tenía al frente.

Yoona comenzó a desapuntar el pantalón de Sehun y él no oponía resistencia. Mi corazón dolía, dolía ver eso, dolía saber que todo lo que había pasado ayer había sido mentira, que todo había sido un plan de Sehun para ilusionarme, para romperme el corazón por segunda vez en mi vida.

Mis lágrimas no paraban y mis esfuerzos por calmarme eran insuficientes. Los segundos pasaban y yo más tristeza iba sintiendo. Sehun no hacía nada, sólo estaba estático. Yoona devoraba sus labios con deseo y yo sentía que todo en Sehun había sido mentira, sus besos, sus caricias, sus preocupaciones por mí. «Mentiroso, no había terminado con Yoona», pensé.