Luhan
El auto recorría las calles de Seúl a una velocidad extremadamente lenta, había trancón y la lluvia inundaba las calles, haciendo que bloquearan algunas vías.
Yo iba mirando por la ventana tratando de no perder la conciencia. Tenía el corazón encogido y un leve dolor de cabeza por todo lo que había pasado hoy.
El conductor del auto me miraba constantemente por el espejo retrovisor. Algunas veces sentía que hacía el amague de abrir la boca para decirme algo, pero desistía en el intento. Tal vez quería preguntarme acerca de mis ojos rojos o mis párpados inflamados por tanto llorar, o sobre mi aspecto pálido y decaído.
Después de una larga espera, por fin llegué a la casa de Baekhyun, necesitaba estar con alguien. No iba a ir a mi apartamento sabiendo el estado en el que me encontraba.
Había llegado de sorpresa a donde Baekhyun, no había tenido tiempo de llamarlo antes. Además, mi celular no tenía batería.
Me bajé del auto y le agradecí al conductor, quien me miró de forma dulce. Toqué el timbre y pude notar que el señor no se fue hasta no ver que alguien me abría la puerta del edificio.
Baek abrió la puerta tranquilamente, pero cuando me vió frente a sus ojos lo gobernó la exaltación. Mi mejor amigo se abalanzó sobre mí completamente, haciendo que mi cuerpo chocara con la pared más cercana.
—Ah... Baek, mi espalda—El castaño hacía caso omiso a mis quejidos. Tenía sus brazos alrededor de mi cuello y no tenía intención de querer soltarme.
Yo le correspondí pasando mis brazos por su delgada cintura, sintiendo el dulce aroma de su perfume, vainilla. Por unos segundos encontré calidez en los brazos de Baek, pero todo eso terminó cuando Sehun volvió a mi mente de nuevo.
Baek se separó de mí y nos adentramos en su apartamento—Luhan, estoy tan feliz de que hayas vuelto—El castaño sujetaba mi mano dulcemente mientras nos dirigíamos a la sala—Se me hizo una eternidad estar sin ti.
Me había sentado en uno de los elegantes sofás de Baek con la vista fija en el suelo. Levanté mi rostro para verlo y éste abrió sus ojos sorprendido—Te ves terrible Luhan, ¿quieres que te prepare un té? ¿Quieres dormir? Pídeme lo que sea.
No podía hablar, de nuevo mi cuerpo no respondía. Volví a abrazar a Baek pegándome a su cintura y dejé que las lágrimas salieran de mis ojos libremente. Respiraba entrecortado y comenzaba a marearme.
—Luhan, ¿qué te pasa? Ya estoy acá contigo—Baek creía que estaba llorando por él, porque hace mucho tiempo no lo veía. Y era cierto, había extrañado mucho a mi mejor amigo, pero en este momento había algo más que me estaba agobiando.
Mientras Baek más me abrazaba, más lágrimas salían de mis ojos. Mi mejor amigo trataba de calmarme sin entender por qué, sin saber qué me pasaba... pero... yo sí entendía por qué:
—Baek... me enamoré de Sehun, otra vez—El castaño se separó de mí y me miró fijamente. Tenía los ojos abiertos a más no poder y sus cejas levantadas—Yo me enamoré de él, de nuevo...—Más y más lágrimas, más y más sollozos.
—Luhan, pero qué...—Trató de articular—¿Qué pasó entre ustedes?
—Ya lo había perdonado Baek... me negaba a creer que él en el pasado me hubiera hecho algo así—Suspiré—Hasta llegué a pensar que todo había sido un error, un malentendido... Sehun no me pudo haber hecho eso.
—¿Perdonar qué, Luhan?—Baek me miró con expresión de intriga. En medio de todo, él no sabía qué había pasado.
—Te voy a contar la historia, Baek...—Dije limpiando mis lágrimas. Él fue a la cocina por un vaso de agua y se sentó a mi lado de nuevo tratando de escuchar con atención.
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Mi Doctor Oh Sehun [HunHan]
Fiksi PenggemarLuhan, un paciente con esquizofrenia es internado en un hospital psiquiátrico para comenzar a ser controlado por medio de terapia y medicamentos, pero, su ingreso empieza a ser un infierno para el doctor Oh Sehun, pues Luhan planea vengarse de él po...