Luhan
Me desperté y vi que el día estaba soleado. Por alguna extraña razón me sentía feliz, Sehun había venido a visitarme ayer y eso era suficiente. No sabía qué pasaba conmigo, pero sentía que Sehun me llenaba el pecho, me gustaba verlo, me gustaba su sonrisa, me gustaba la forma en la que me acariciaba el pelo, mis mejillas... me gustaba la forma en la que me hacía el amor.
Tocaron a mi puerta y segundos después entró una de las cocineras a entregarme cálidamente un plato de avena para que desayunara. Le hice un gesto con la cabeza como símbolo de agradecimiento, ella me sonrió y se marchó.
Estaba comiendo tranquilamente mi avena con la vista fija en la ventana, deleitándome con la hermosa mañana. Estaba soleado, el cielo despejado y lleno de aves, desde mi ventana podía ver el lago y un bosque, este lugar no estaba tan mal como lo pensé.
—¿Se puede?—Mi giré y vi que Sehun estaba entrando por mi puerta.
—Sí, claro—Le sonreí y él me revolvió el pelo—Sehun... eh...
—¿Dime?
—¿Crees que sea posible que me prestes mi teléfono móvil?—Sehun se asombró.
—Lo siento Luhan, pero no estoy autorizado para eso—Dijo agachando su cabeza.
Asentí con la cabeza tristemente, él me palmeó la espalda y se retiró. Antes de que cerrara completamente mi puerta, escuché que le decía a alguien: "hoy tengo turno hasta tarde". Así que se me ocurrió una idea.
El día pasó lento, en realidad no tenía nada que hacer encerrado en esa habitación, solamente sumergirme en mis pensamientos y mirar al techo. Por suerte, nadie había venido a preguntarme qué había pasado conmigo el día anterior, seguramente Sehun ya les había inventado una excusa.
Unas horas más tarde entró Yoona—Hola Luhan, espero que estés bien—Se notaba que estaba molesta, sin embargo, no le di mucha importancia—Vengo a revisarte, Sehun está ocupado.
Me hizo un chequeo general y al final agregó—En general te veo muy bien... demasiado, diría yo—Me miró con desconfianza y me examinó de arriba abajo—¿Has tenido algún problema últimamente?—Levantó una de sus cejas.
—Yo... no puedo dormir bien.
—Qué extraño, no tienes ojeras—Cada vez me sentía más evaluado por ella—Hay algo en ti que no me convence...
—¿Perdón? ¿A qué se refiere?—Dije indignado.
Ella caminó hasta la puerta—Para ser un paciente con esquizofrenia, estás muy bien—Me lanzó una mirada de muerte y cerró la puerta, dejándome solo de nuevo y con la cabeza hecha un caos, como ya era común en mí.
Esperé a que se hiciera de noche y cuando apagaron todas las luces, me escabullí de nuevo en la habitación de Sehun. Por suerte había dejado sin seguro su puerta, así que entré silenciosamente y me acosté en su cama. Empecé a recordar todo lo que había pasado hace dos noches. Mi cuerpo volvió a arder, mis mejillas se pusieron rojas y sentí pequeños cosquilleos en mi pene. Pensar en cómo Sehun entraba y salía de mí, me hacía querer volver a revivir todo de nuevo. Lo quería otra vez, a él, quería su pene en mí, su lengua en mi boca... lo quería a él.
Llevé una mano a mi miembro tocándolo por encima de la ropa, imaginando que era Sehun. Respiraba de forma agitada y movía mi mano, dándole atención a mi erección que comenzaba a crecer. Mi temperatura estaba subiendo, estaba próximo a meter mi mano por entre mis bóxers, hasta que alguien abrió la puerta.
—Sehun... ¿Estás acá?—Volteé los ojos, otra vez esa estúpida—Sehun, voy a entrar—Palidecí, todo el calor que sentía bajó bruscamente. Yo me levanté de la cama como pude sin hacer ruido y fui al baño a esconderme. Me metí en la ducha aprovechando que las puertas no eran transparentes y me quedé estático, tratando hasta de no respirar.
—Sehun... bueno, ya que no está, le daré una sorpresa—La escuché decir muy alegre. Idiota.
Minutos después entró otra persona a la habitación. Escuché la voz grave de Sehun casi gritando—¡¿Qué haces desnuda, Yoona?!—Volví a palidecer. Se me revolvió el estómago y me dieron ganas de vomitar, no quería escucharlos tener sexo, no podía...
—Te estaba esperando, hace tiempo no estamos juntos.
—Yoona, por favor, tengo que trabajar, sólo vine a recoger unos papeles—No sabía bien qué estaba pasando afuera, sólo los escuchaba, pero sin ver cómo estaban actuando, la cosa se volvía más complicada.
—Sehun, no me puedes dejar así—Ella estaba histérica. Yo, en cambio, estaba feliz. Sehun es mío, perra.
—Yoona, vístete por favor.
—No Sehun, espera—Gritó con su voz chillona y yo me tapé los oídos en son de burla.
—Cálmate, vas a alamar a todos—Le decía Sehun en tono serio.
—Cállate y escúchame. Llevamos más de dos meses sin tener sexo, casi no me miras, no me hablas, no quieres besarme, no sé qué putas te pasa, pero desde que apareció el estúpido de Luhan, no me has puesto atención ni una maldita vez.
—Yoona, por favor, Luhan no tiene nada que ver en esto—Trató de defenderse.
—Claro que sí, Sehun, ¿te has dado cuenta de cómo lo miras? ¿De cómo lo tratas? Él se ha vuelto el chico de tus ojos, pareces enamorado—Yo tenía mis ojos abiertos de una manera exagerada junto con mi boca, la cual también estaba formando una perfecta "O".
—Te has vuelto loca, Yoona, ¿acaso crees en serio que yo quería encontrarme con él? Luhan no ha hecho sino darme problemas. Yo también desearía no haberlo conocido.
Mis ojos se cristalizaron y las lágrimas no tardaron en comenzar a deslizarse por mis mejillas. Esta es la última vez que me haces daño, Oh Sehun.
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Mi Doctor Oh Sehun [HunHan]
Fiksi PenggemarLuhan, un paciente con esquizofrenia es internado en un hospital psiquiátrico para comenzar a ser controlado por medio de terapia y medicamentos, pero, su ingreso empieza a ser un infierno para el doctor Oh Sehun, pues Luhan planea vengarse de él po...