Explosión Angelical - Bakugo x Uraraka

CAPÍTULO 4: "Cálido Susurro"

Cantaba mientras saltaba de un lugar al otro y todo para escapar de un furioso Bakugo que lo perseguía con claras intenciones de explotarlo ¿la razón? Sencillo, luego de lo ocurrido con Uraraka, no tuvo más remedio que contarle a la única persona con la que podía desahogar su problema, aunque en este momento se burlara de él como si no hubiese un mañana.

Cuando al fin lo atrapó, creó una explosión lo suficientemente cerca de su cara para asustarlo y hacerle entender que debía mantener la boca cerrada, estaban en la sala común de los dormitorios y ya le bastaba con que él y el bastardo mitad y mitad conocieran la situación, no necesitaba más extras involucrados.

- Relájate viejo mira – dijo apuntando detrás del rubio – no querrás que Uraraka te vea golpeándome o ¿sí?

Miró por sobre su hombro encontrándose con la chica que recién volvía de cambiarse en los camerinos, venía junto al resto de las chicas y se dirigían directamente a sus cuartos. Eijiro solo miraba divertido la expresión de su amigo, el rubio ni siquiera se percataba de la leve sonrisa que se le escapaba al ver a la chica.

- ¡Huy! ¡Alguien está muy enamorado! – se burló escapando

- ¡Ahora si firmaste tu sentencia de muerte pedazo de mierda!

Uraraka se dirigía a las escaleras que la llevarían a su habitación, quería cambiar su uniforme y luego poder hablar con Bakugo, también quería preguntarle por qué estaba correteando a Kirishima en el comedor, era una escena muy cómica de ver, pero su sonrisa se borró cuando vio bajar por las escaleras a Todoroki. 

Quería preguntarle cómo se encontraba Deku, pero quizás no debía entrometerse, vio como el joven se quedaba parado frente a ella mirándola con la misma expresión de siempre.

- ¿Tienes un momento Uraraka?

- Sí, claro

Cambiando su rumbo se dirigió con el chico a las afueras de los dormitorios, específicamente a la entrada del recinto.

- Gracias – dijo mientras se sentaba en el césped frío

- ¿Por qué me agradeces Todoroki-kun? – ella no había hecho nada en especial

- Por ser sincera con Midoriya – soltó sin más – la verdad, no me agradaba la idea de pensar que solo aceptaras sus sentimientos por ser amable con él

- No sería capaz de hacerle algo así a Deku-kun – contestó comprendiendo el sentimiento de preocupación – es un chico amable, valiente y muy capaz, realmente lo admiro, sobre todo y sonando algo repetitiva, siempre será un amigo muy valioso para mi

La chica le dejaba tranquilo, le dolió ver aquel chico que lo había salvado tan deprimido por esta situación tan trivial a su parecer, pero Uraraka no era una mala persona e hizo lo correcto, una parte de él se alegraba de conocer a una chica tan amable como ella.

Ochako tomó asiento al lado de su compañero mitad albino y siguieron hablando sobre las cualidades que poseía el peliverde y de cómo esta deseaba que él encontrara a alguien que lo hiciera feliz. Todoroki serio como siempre observaba el lugar, la conversación se hacía agradable, pero una mirada lo asesinaba y provenía desde dentro del gran edificio, era momento de retirarse.

- Espero podamos seguir charlando en otro momento – dijo el chico mientras se levantaba – iré a ver como se encuentra Midoriya

- Gracias, te lo encargo Todoroki-kun – este solo le asintió como respuesta ingresando al recinto

Había una leve brisa helada esa noche, por lo que era hora de volver adentro y por fin poder quitarse el uniforme, era molesto estar con el todo el santo día. Entró y rápido se dirigió a su habitación y cambio sus prendas por un pijama, quería ir a hablar con Bakugo, pero se sentía cansada, se estiro en su cama para descansar un momento, pero el sueño gano la batalla llevándosela en un profundo sueño.