Explosión Angelical - Bakugo x Uraraka

CAPÍTULO 1: "Explosión Carmesí"

Día lunes por la mañana y su mirada ya estaba enfocada en los cabellos castaños frente a él, risueña, divertida y demasiado habladora, todas las cosas estúpidas que odiaba.

Bakugo Katsuki, nuevamente miraba en dirección hacía una de las extras de su clase, Uraraka Ochako, la misma cara redonda que había sido su contrincante en el festival deportivo y la misma que se estaba robando su atención en ese momento.

- Maldita y estúpida cara de ángel - pensó

Desde su pelea se había apropiado algo del escaso y casi inexistente respeto que Bakugo podía sentir hacia una persona, levantándose una y otra vez después de cada explosión, la joven lo había impresionado y eso era algo bastante difícil. Rechinaba sus dientes irritado, daba gracias a que todos pensaran que eso era normal y no por que le molestaba ver al estúpido nerd tratando de mantener una conversación con la castaña sin avergonzarse.

- Deku-kun ¿ocurre algo? – preguntó la castaña

- N-Nada Uraraka-san – tranquilizó, mientras cubría su rostro sonrojado – Hace calor ¿no crees?

-¡¿Qué mierda de excusa fue esa?!

Pensó el rubio, mientras pequeñas explosiones se hacían presente en su mano izquierda. Bufo por décima vez en esos minutos, para seguir mirando a la joven y por fin averiguar que podía tener de interesante esa mujer, pero lamentablemente su mirada se cruzó con unos ojos verdes y una sonrisa temerosa.

¡Mierda!

La basura de Deku lo había descubierto inspeccionando a su amiga ¡Y ahora se dirigía hablar con él como si nada! ¿Quién rayos se creía esa basura apestosa de Deku?

- K-Kacchan – llamó al joven ¿realmente el rubio estaba mirando a Uraraka o era su imaginación? – n-necesito preguntarte algo

- ¡TANTO DESEAS MORIR ESTÚPIDO! – gritó irritado por el apodo y la presencia del joven - ¡TE MATARE SI TE SIGUES ACERCANDO!

- ¡Basta Bakugo-kun! – todos los que habían dirigido su mirada al molesto rubio, ahora miraban a la castaña – Deku-kun vamos....

Sujetó a Izuku del brazo y lo arrastró fuera del salón junto a Iida para salir al almuerzo. Bajo la atenta mirada de todos Bakugo chasqueo la lengua enfadado y abandonó el salón de igual forma seguido de un sonriente Kirishima.

Llego hasta la azotea del gran edificio, se sentó en el suelo para poder relajarse, pero su tranquilidad no duro demasiado cuando un pelirrojo cruzo alegremente la puerta, se sentó a su lado mirándolo con una sonrisa de oreja a oreja, ya se imaginaba a lo que venía.

- Vaya... otra vez escapando aquí para no ver a ese trió – comenzó su monologo – déjame adivinar.... ¿mirabas a Uraraka otra vez? – el rubio chasqueo la lengua – aahh.... pero esta vez Midoriya te descubrió – afirmó – casi te atrapan.... viejo ¿hasta cuando seguirás con esto? ¿Por qué no simplemente le dices que te gusta?

- Arqueo una ceja antes de responder molesto, agarrando el cuello de la camiseta de su amigo - ¡COMO SE OCURRE SEMEJANTE ESTUPIDEZ, TAMBIÉN DESEAS MORIR!

Kirishima solamente sonrió, no hace mucho el mismo había descubierto a su amigo observando a la joven y después de insistir y de casi morir, Bakugo le contó, como luego de su pelea él había comenzado a "analizar" a la castaña. Sin embargo, el pelirrojo no era tan ingenuo, se dio cuenta que este no solo la observaba por respeto, había algo más, pero la sola mención de esa idea a su amigo era una sentencia de muerte segura.

- Esas son estupideces y no tengo tiempo para esas mierdas – dijo soltándolo – cuando terminen las clases iré a entrenar y me olvidare del puto asunto