Entre los pliegues de las sábanas de mi cama se encuentra tu olor marcado a risas.
La única vez que estuviste entre ellas éramos muy niños para entender lo que un dormitorio lleno del aroma de quien amamos puede ocasionar.
Reímos, jugamos.
Éramos felices, no lo sabíamos y seguimos sin comprender porqué lo éramos.
Nos volvemos mayores de pronto, nuestras primaveras y veranos se vuelven inviernos faltos de caricias.
Te echo de menos, vida mía.
Echo de menos los besos que nunca nos dimos.
Echo en falta tu mirada pervertida.
Extraño las cosquillas que me dejaban sin aliento.
Extraño tus piernas sobre las mías en tu intento de apresarme.
Echo de menos mirarnos mientras retrocedíamos el vídeo de las películas que vimos ese día.Echo de menos todo, todo de ti en esos momentos.
Quise repetir ese momento pero habíamos crecido justo ahí, en esa tarde, entre mis sábanas y nuestras manos.
No supimos dar el beso que ahora tanto anhelamos.
Vida, te hecho de menos.
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Recuerdos paralelos
Randomel efecto Mandela... mis recuerdos, quizás, no serán iguales a los tuyos, pero seguramente conservan las misma esencia. Esta obra siempre permanecerá abierta, tal como el recuerdo y vivencias junto a él. Si te gusta lo que lees, agradeceré tu v...