Entre sueños y realidades, siempre estuviste presente como si del aire se tratase.
Mi vida se convirtió en la tuya; respiraba tu aire, bebía tus palabras y vestía tus abrazos.
Siempre lejos, siempre cerca.
Siempre ajeno, siempre mío.
Lloré amargamente tus desdenes y amé profundamente tu presencia; amarte era lo único que sabía hacer bien, aunque para ti no fuese suficiente.
Ahora que estas lejos, te veo y siento como si no lo estuvieses.
Te dije que así sería, y así ha sido; desde el instante en que decidimos separarnos.
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Recuerdos paralelos
Aléatoireel efecto Mandela... mis recuerdos, quizás, no serán iguales a los tuyos, pero seguramente conservan las misma esencia. Esta obra siempre permanecerá abierta, tal como el recuerdo y vivencias junto a él. Si te gusta lo que lees, agradeceré tu v...