Han pasado varios meses de nuestra despedida, aquella que me relegó a vivir a medias.
Siento tus latidos sobre mi pecho como cuando nos tumbabamos en la cama de tu habitación, queriendo sin poder, hasta que un día dejamos que lo guardado salga a la luz.
Te bese, me besaste; mientras desnudos entre las sábanas confesaste por fin que llevabas tiempo esperando ese momento.
La locura de pensar que estaríamos asi para siempre nos hizo creer que seguiríamos juntos para toda la vida. Nos equivocamos, cariño mío, tan cierto como que estas a kilómetros de mi, tan cierto como que mientras yo duermo, tu despiertas.
Pero este anhelo mío De volver a verte es más grande cada día, no contemplo un futuro sin saber de ti; aún así los pactos de amor deben ser cumplidos.
Mi recuerdo de ti no es una idealización de los momentos que vivimos, sino la realidad de lo poco que tuvimos e hicimos.
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Recuerdos paralelos
Acakel efecto Mandela... mis recuerdos, quizás, no serán iguales a los tuyos, pero seguramente conservan las misma esencia. Esta obra siempre permanecerá abierta, tal como el recuerdo y vivencias junto a él. Si te gusta lo que lees, agradeceré tu v...