Revisando mis libros he encontrado una nota tuya, tu letra me ha transportado hasta el momento exacto en que la escribiste.
Sólo son cuatro palabras, pero para mi son importantes: "nos vemos esta tarde".
Vida mía, aquella tarde fue la primera vez que nos besamos. La última puerta abierta que nos ofrecía el destino para estar juntos, pero no lo sabíamos.
Fui aquella tarde para darte los libros que ahora tengo entre mis manos, los mismos que nunca te entregué.
Al llegar estabas sonriendo como siempre, mirándome dulcemente con ese brillo en los ojos que sólo tu tenías al verme.
Tanto fue nuestro despiste que olvidé sacar los libros de mi mochila, estuvimos hablando de todo por mucho tiempo.
Vida mía, aquel día no esperaba nada, ya me había conformado con ser tu amiga, sin embargo me sorprendiste con un beso cálido y tierno.
Nunca lo olvidaré: en aquella tarde lluviosa tu beso vino a confundir mis ideas.
Sonreías mientras tus labios estaban sobre los míos, yo estaba petrificada.
Ahora lamento no haber correspondido en su totalidad siendo que llevaba tiempo deseándolo, pero no supe, cariño mío, actuar por mi inexperiencia ante un beso de amor por sorpresa.
Siempre había llevado la iniciativa al besar, nunca me habían besado por sorpresa de una manera tan dulce y profunda.
¿Habrás sentido el temblor de mis labios?
Porque aún siento que tiemblan cuando pienso en ese momento.
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Recuerdos paralelos
Randomel efecto Mandela... mis recuerdos, quizás, no serán iguales a los tuyos, pero seguramente conservan las misma esencia. Esta obra siempre permanecerá abierta, tal como el recuerdo y vivencias junto a él. Si te gusta lo que lees, agradeceré tu v...