Estuve largas horas
Sentada frente a tu casa
Mirando tu ventana
Con el corazón a mil,
los labios resecos
Y el frío recorriéndome.
¿dónde estabas?
¿no viste mi figura fantasmal?
Y si lo hiciste
¿por qué no saliste?
¿por qué no fuiste a calmar con un abrazo mi agitado corazón?
¿por qué no humedeciste mis labios con un beso de esos que guardas en tu boca?
¿por qué no calentaste mi cuerpo con tu cálida sonrisa?Eran sólo un abrazo, un beso, una sonrisa.
Sólo uno de tantos que guardas.
Sólo uno.
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Recuerdos paralelos
De Todoel efecto Mandela... mis recuerdos, quizás, no serán iguales a los tuyos, pero seguramente conservan las misma esencia. Esta obra siempre permanecerá abierta, tal como el recuerdo y vivencias junto a él. Si te gusta lo que lees, agradeceré tu v...