Una nueva oportunidad

Capítulo 1: Prólogo

Vamos a ponernos en situación.

Miles de años antes de que la sociedad humana avance hasta lo que conocemos, la tierra estaba dividida en países gobernados por una persona. Debido a diferencias de pensamientos, cada territorio intentaba derrotar al otro, para así expandirse más y poseer más bienes materiales.
Aunque los humanos tenían mucha avaricia y ambiciones, era bien sabido que no se podían acercar al Shinjuu, el Dios Árbol. Este era un gran árbol, el cual poseía un fruto rojo en la cima, y que recibía ofrendas de las personas.

Un día como cualquiera, una estrella colisionó con la tierra, y de ella salió una muy bella mujer. Ella tenía la tez blanca como su cabello, tenía ojos blancos sin pupilas y dos puntos blancos en la frente. Ella fue dirigida con un gobernador, el cual fue muy amable con ella. Tanta era su amabilidad, que la llamada Kaguya cayó rendida a sus brazos. Pronto, la mujer pálida quedó embarazada de gemelos.
Pero una noche fue anenazada por soldados del país enemigo, los cuales querían obligar a su esposo a darles parte de su territorio a cambio de la vida de la mujer. La acompañante de Kaguya intentó ayudarla, pero no se esperó que la embarazada matara sanguinariamente a todos en un segundo.

A la noche siguiente, el esposo de Kaguya fue amenazado por el gobernador enemigo, de que había perdido sus mejores soldados. Tenji, sin más opción, mandó a matar a su esposa embarazada.

Ella corrió hasta el Shinjuu, y vio como su acompañante era atravesada por varias flechas con fuego. Esto colmó la paciencia de Kaguya, que voló hasta la cima del árbol y comió el fruto.
Ella fue inundada de una energía que se llama chakra, y un ojo rojo de pupila negra pequeña rodeada de varios círculos concéntricos y 9 tomoes le salió en la frente. Una dimensión se abrió, y un círculo de gran tamaño se tiñió de rojo, y el mismo patrón del ojo rojo apareció en el astro. Este se iluminó, y el mundo entero vio esta brillante luz. A todos excepto Kaguya se les convirtieron los ojos en unos violetas con el mismo patrón que el tercer ojo de la mujer, pero sin los tomoes. Las ramas del Dios Árbol rodearon a todos los hombres, y allí acabó la guerra.

Pasaron muchos años, y la humanidad se estaba repoblando poco a poco. La gobernante era Kaguya, que disfrutaba su estadía con sus hijos Hagoromo y Hamura. Pero a medida que los chicos crecieron, se dieron cuenta de que su madre estaba cada vez más áspera. Escucharon que le decían "La Diosa Conejo", y que también se quejaban de ella en secreto.

Hagoromo y Hamura desobedecieron a su madre y fueron al Shinjuu. Allí pudieron ver varios sacos de madera, y se sorprendieron cuando los rompieron y divisaron personas.

El mayor, Hagoromo, propuso una rebelión y se fue a entrenar con un sapo sabio. En cambio Hamura se quedó, y su madre le leyó la mente y lo manipuló.

Gamamaru, el sabio sapo, entrenó al hijo mayor de Kaguya. Él despertó el Sharingan de tres tomoes, y aprendió el Modo Sabio. Luego de eso, el sapo le dió un artilugio sagrado, el cual era un papel que le permitía curar cualquier herida o revivir, y que tenía un solo uso.

Hagoromo llegó, y Hamura lo atacó. El mayor lo mató, obteniendo el Rinnegan, y luego lo revivió con el papel sagrado. Ambos hermanos lucharon contra su madre, que pedía de vuelta a gritos su chakra.
Furiosa, Kaguya se fusionó con el Shinjuu, creando la pero calamidad que alguna vez azotó a la humanidad: El Jubi. Era una bestia beige de tamaño gigantesco, 10 colas y un solo Rinnesharingan en la parte frontal de su cara.

Lucharon arduamente, pero los dos hermanos le sacaron el chakra a la bestia, y este fue sellado en Hagoromo. El caparazón vacío fue cubierto de muchísimas piedras, y se elevó hasta el espacio exterior, formando la Luna.

Hagoromo Otsutsuki dividió en nueve el poder del Jubi, creando 9 seres de puro chakra.
El primero era Shukaku, el mapache de arena de una cola, siendo este el de menos chakra. La segunda era Matatabi, la gata de fuego azul de dos colas. Luego estaba Isobu, la tortuga cangrejo camarón de tres colas. El otro era Son Goku, el gorila pulpo de 4 colas. Luego estaba el caballo delfín de 5 colas, Kokuo. La siguiente era la babosa de 6 colas, Saiken. La siguiente era el escarabajo rinoceronte de 7 colas, Choumei. El anteúltimo era Gyuki, el toro pulpo de 8 colas. Y por último estaba Kurama, el zorro de 9 colas, y el más fuerte de los bijuus.

Hagoromo distribuyó el chakra a toda la humanidad, y luego tuvo dos hijos, Indra y Ashura. El primero heredó sus habilidades, sus ojos y su gran capacidad de liderazgo, siendo muy talentoso y respetado. Y el segundo heredó su bondad y fuerza física, teniendo la capacidad de llevarse bien con cualquiera.

Pero el Rikudou Sennin, como era llamado, sabía bien que no era inmortal. Tuvo que elegir a alguno de sus dos hijos como su heredero, pero ambos tenían ideales opuestos. Pero luego de ver el desempeño de cada uno en una misión especial que les dio a cada uno, eligió a Ashura. El hijo menor se quejaba, ya que no se creía tan fuerte como para dirigir a todo el clan. En cambio, Indra se marchó enojado hacia una montaña, donde asesinó a sus mejores amigos y obtuvo el Mangekyou Sharingan.

Volvió y enfrentó a un más fuerte Ashura, y el heredero del clan Otsutsuki lo venció.

Ashura formó el clan del amor, el clan Senju del Bosque. Estos se caracterizaban por su gran fuerza física y resistencia, que los hacían grandes guerreros.
Indra formó el clan Uchiha, que se caracterizaban por su carácter áspero y su Sharingan, ojos que le permitían copiar jutsus y predecir movimientos.

La era de guerras entre clanes comenzó, y llegó a su fin cuando Ashura e Indra reencarnaron en dos niños. El alma del hijo mayor del Rikudo transmigró en un Uchiha, y la del menor fue a la de un Senju.