Una nueva oportunidad

Capítulo 5: Entrenamiento y viaje

-Tengo un plan de entrenamiento para tí, pero primero debo ponerte al tanto de tus nuevas habilidades.- le informó Kurama a su Jinchuriki.

-Soy todo oídos.- dijo el rubio.

-Como ya sabes, posees el Rinnegan Supremo. Este es una evolución del Doujutsu de mi padre, y tiene grandes habilidades. Ahora puedes usar el Amaterasu, Tsukuyomi y Susanoo, técnicas del Mangekyou Sharingan. Además, podrás usar el Limbo, el Kawarimi Divino y el viaje entre dimensiones. Claro está que debes entrenar para desbloquear estas habilidades y perfeccionarlas...- explicó Kurama.

-Pues sí que soy fuerte...- murmuró alegre el rubio.

-Los primeros 4 meses entrenarás tu cuerpo físico. Tendrás que hacer 500 sentadillas, abdominales y flexiones de brazos como entrada en calor, y todo tu entrenamiento estarás con sellos de gravedad en las extremidades. Por cada semana que pase, le agregarás un kilo a cada sello.
Los 4 meses que le siguen entrenarás Taijutsu. Para eso debes pedirle a Hashirama y Madara que te enseñen su estilo de lucha, y debes crear una combinación de ambos.
Los 4 meses siguientes entrenarás Ninjutsu elemental, además de técnicas especiales como el Rasengan e Hiraishin.
Los 4 meses siguientes los usarás para aprender todas las habilidades de tu Doujutsu, y debes pedirle ayuda a Madara
Luego entrenarás el Mokuton durante 4 meses, con la ayuda de Hashirama.
Por último, estarás entrenando con mi chakra los 4 meses restantes antes de terminar el segundo año.- explicó el Kyubi, y Naruto asintió.

Iban a ser los dos años más largos de su vida, pero debía entrenar duramente para algún día destruir Konoha y crear su propia aldea.

TIME SKIP, DOS AÑOS.

Naruto, Madara y Hashirama tenían 14 años. En cuanto a los dos Shinobis legendarios, habían logrado llegar al nivel que poseían antes de viajar al futuro. Lo nuevo era que Hashirama le compartió sus células a Madara, el cual despertó el Rinnegan.

Pero la unión de fuerzas entre Madara y Hashirama no era suficiente como para derrotar a Naruto, aunque sí le darían mucha pelea.
El rubio había desbloqueado y dominado todas y cada una de las técnicas oculares que el Kyubi le dijo que podría despertar. Podía crear Genjutsus desde rango D a SS, e incluso uno de rango Z.
Había combinado el Taijutsu de los Senju, que consistía en golpes fuertes; y el de los Uchiha, que se basaba en el uso del Sharingan para predecir los movimientos del rival y contraatacar con golpes a los puntos de chakra y vitales. Había dominado el Mokuton como Hashirama, y pronto lo superaría en el poder de su madera.
Aprendió técnicas de los 5 elementos básicos desde rango D a SS. Pero lo más impresionante es que había desarrollado combinaciones de dos ataques elementales poderosos. Con esto me refiero a que podía combinar una técnica Katon con una Fuuton para crear una técnica de fuego muchísimo más fuerte que la normal, por ejemplo. También pudo desarrollar y perfeccionar variaciones del Rasengan, y aprendió el Hiraishin de su padre.
Pudo recrear los sellos de almacenamiento, y se colocó uno en cada antebrazo. Esto lo aprendió rápidamente en el poco tiempo libre que no gastaba en el entrenamiento de Kurama.
Por último, pudo desbloquear el Modo Chakra de Kurama, y tuvo mucho tiempo para poder perfeccionar sus habilidades combinadas.

Los tres estaban desayunando, y Naruto recordó lo que sus informantes le habían dicho.

-Necesitamos un aliado muy fuerte que posea relación con Konoha. Pero también requerimos a un aliado que nos advierta de los movimientos de Akatsuki.- informó Naruto.

-¿A quiénes sugieres?- preguntó Hashirama.

-Jiraiya sería muy bueno para que nos mantenga informados de la situación en Konoha, y además es mi padrino.
Itachi Uchiha es un prodigio casi al nivel de Madara, posee el Mangekyou Sharingan y es integrante de Akatsuki.- propuso Naruto, y sus dos compañeros asintieron.

-¿Dónde están?- preguntó Madara.

-Desconozco la ubicación de Itachi, pero todavía no es el momento de contactarlo. Un informante mío en Nami no Kuni me dijo que había visto a un hombre pervertido de pelo largo y blanco con un Aori verde y un atuendo rojo encima de eso, y unas sandalias japonesas rojas.- dijo el rubio.

-¿Cuándo partimos?- preguntó el Uchiha.

-En 10 minutos. Son las 9am, tenemos 50 minutos de viaje, así que llegaremos a las 10am.- dijo el ojiazul, y los tres se pusieron sus túnicas negras.

Partieron hacia Nami, y llegaron luego de 50 minutos de caminata.
El país era muy pobre, y ambas leyendas se entristecieron.

-Recuerdo que este era un muy bello lugar...- murmuró Hashirama triste.

-¿Qué ha pasado con este país?- le preguntó Madara al rubio.

-Un magnate de los negocios llamado Gato les pone altos impuestos a cada una de las personas, y estas no pueden comprar ni vender nada al exterior.- explicó el rubio, recordando su pelea con Zabuza.

-¿Hay alguna posada por aquí?- preguntó el Senju.

-No, así que tendrás que construir una pequeña casa lo más lejos de la sociedad posible...- dijo el ojiazul, y los tres llegaron a una pequeña montaña.

Como la cima era plana, Hashirama construyó una casa allí. No era grande, solo tenía tres habitaciones, un baño, una cocina y comedor y una pequeña sala de estar. Pasaron todo el día acomodando algunas cosas y charlando sobre lo que pasaría en el futuro.
Naruto vio como el Sol se estaba escondiendo, y se vistió con su túnica.

-¿No vas a terminar tu cena?- preguntó con la boca llena de comida Hashirama.

-No.- respondió simplemente el rubio.

-¡Más para mí!- dijo el Senju, comiendo apresurado el plato del ojiazul.

-¿A dónde vas?- preguntó Madara.

-Voy a ver cómo le va a mi clon.- dijo el rubio, saliendo de la casa.

El Uzumaki saltó de techo en techo hasta que llegó a la casa de Tazuna, el constructor de puentes. Activó un jutsu de camuflaje y entró por la ventana. Vio como el equipo 7 estaba cenando, y su clon bromeaba y comía apresurado. Reconoció a Tsunami, la cual se reía de la actitud del clon. Pero por las escaleras bajó Inari, el hijo de Tsunami.

-¡Ríndanse, no pueden comprender que Gato los matará a todos!- gritó desesperanzado el niño.

-Tranquilo niño, nosotros somos ninjas y nos encargaremos.- dijo sonriente el clon de Naruto.

-¿Acaso era así de idiota de chico?- se preguntó el rubio original, un poco avergonzado de su actitud en el pasado.

-¡No sabes lo que es sufrir! Siempre sonríes, debes tener una muy linda vida en Konoha...- dijo frustrado Inari, el cual fue tomado de la camisa por el clon.

-Mi aldea me odia por una razón que no sé, y no tengo padres. Aprende a disfrutar de lo que tienes...- dijo el clon, soltando a Inari y yéndose de la casa. El niño subió llorando a su habitación, y todo quedó en silencio.

-Todo sigue igual...- murmuró Naruto, a punto de irse.

-¿Es verdad lo que dijo ese maldito demonio?- preguntó Sakura.

-El idiota de Naruto nos tiene mucha confianza, no sabe lo que le espera cuando yo sea Hokage...- dijo sádicamente Sasuke.

-El puesto de Kage ya estaba arreglado desde este momento...- pensó furioso el rubio escondido.

-Tranquilo, Sasuke, ese niñito es propiedad de Danzo. Pero si escapa de las garras del halcón, lo usaremos cono nuestra arma personal...- dijo Kakashi.

-¿Qué están murmurando?- preguntó Tsunami.

-Nada en especial...- dijo sonriente el peliplata.

Naruto se fue de ese lugar con gran furia, su sentencia ya estaba definida desde su nacimiento, y su sueño ya había sido frustrado desde hacia mucho tiempo. No tenía ninguna duda a esa altura, destruiría Konoha persona por persona sin titubear y llevaría la paz a cada rincón del planeta.