Capítulo 4: Reinicio

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Naruto y Madara fueron al complejo Senju, y el líder del clan los recibió con alegría.

-¡Qué bueno verte de nuevo, Madara!- dijo Hashirama, estrechándole la mano a su mejor amigo.

-Debemos contarte algo en privado...- dijo Madara.

-Está bien, iremos a mi hogar. Por cierto, ¿Quién eres tú?- le preguntó el Senju al rubio.

-Lo sabrás cuando estemos a solas...- dijo el ojiazul, y Hashirama los condujo a su casa.

-Tobirama está de viaje y Mito se fue a una misión, por lo tanto ya pueden decirme lo que pasa.- dijo el líder del clan Senju.

-Mi nombre es Naruto Uzumaki, y vengo del futuro mediante una técnica que creó Madara.- dijo el rubio, sorprendiendo mucho a Hashirama.

-Venimos a decirte que estás siendo manipulado por la aldea.- dijo el líder del clan Uchiha.

-¿Cómo...?- preguntó a medias el Senju.

-El Madara del futuro me explicó mediante una carta que Mito te está engañando con el Raikage, y que tu hermano quiere masacrar al clan Uchiha.- dijo Naruto, sorprendiendo a ambos hombres pelinegros.

-¿Por qué hicieron eso...?- preguntó triste Hashirama.

-Es simple. Los de Konoha solo están interesados en ellos mismos, y usan a sus mejores Shinobis para lucrarse de honor y bienes materiales. Todo esto lo esconden bajo la fachada de una aldea pacífica y llena de amor, cuando en realidad todos están llenos de avaricia y odio.- dijo Naruto.

-Veo que odias mucho a los habitantes de la aldea...- murmuró Madara.

-He sufrido durante toda mi infancia por ser el Jinchuriki del Kyubi, y fui usado por la aldea cuando pude controlar su poder...- dijo un poco rencoroso Naruto, y ambos líderes de clan se sorprendieron por la peculiar situación de Naruto.

-¿Y qué tenía en mente el Madara del futuro?- preguntó Hashirama.

-Ustedes dos deben acompañarme a la época en la que yo era un estudiante de la academia. Madara quería evitar que el mundo sufra por un error suyo, así que debemos detener a Obito Uchiha.- explicó el rubio.

-¿Quién es él?- preguntó Madara.

-Fue alumno de mi padre, el Yondaime Hokage, y fue salvado y entrenado por Madara. Él lo manipuló, y le explicó el plan Ojo de Luna al chico antes de morir. Obito está muy furioso por la muerte de su amor, Rin, y está cegado por el odio.- dijo Naruto, y ambos hombres asintieron.

-Pero si yo me voy de esta época, ¿Obito sería salvado?- preguntó el Uchiha.

-Cuando viajemos al futuro se creará una copia de ustedes, que continuarán con su vida antes de conocerme.- dijo Naruto, y Hashirama se puso su armadura roja y preparó su equipo ninja.

-Todos estamos vestido igual...- murmuró Madara.

-Esta ropa es muy antigua, así que usaremos otros atuendos que compraremos allá.- dijo Naruto, abriendo el portal mientras pensaba en la academia cuando tenía 12 años.

-Espera, ¿Nosotros dos tendremos esta edad? Y otra cosa, ¿Tendremos nuestras habilidades?- preguntó Hashirama.

-No, los tres tendremos 12 años. Y en cuanto a habilidades, tendrán todas las que tienen ahora aunque mucho más débiles...- dijo Naruto, y el trío más poderoso de toda la historia saltó al portal.

Reaparecieron en el valle del fin, y los tres tenían 12 años.
Madara conservó su pelo largo, y la ropa se encogió con él. Lo mismo pasó con los otros dos, y todos se sacaron las armaduras, quedando con el atuendo negro.

-¿A dónde iremos?- preguntó Madara.

-Konoha estará buscándome, así que crearé un clon de sangre para que continúe con mi historia.- dijo el rubio, haciendo un clon de sangre. Ese clon despertó y se fue a Konoha, sin siquiera saber que era un clon. Él no tenía el Rinnegan Supremo, sino que era una copia del Naruto original del Anime.

-¿Vamos a comprar ropa?- preguntó Madara.

-No.- dijo Naruto, y creó tres largas túnicas negras.

-YinYang...- murmuraron ambos líderes de clan, apreciando en primera mano el Jutsu de Creación de todas las cosas.

Se pusieron las túnicas, y Naruto recordó que necesitaban una casa.

-Hashirama, ¿Dónde dejaste tu fortuna?- le preguntó el rubio.

-Me la gasté toda en un casino...- dijo depresivo el Shodaime Hokage.

-Eres un idiota sin remedio... busquemos la mía, se la dí a un muy buen amigo en la Aldea de los Mercenarios.- dijo Madara.

-Pues, ¿Qué esperamos?- dijo Naruto, y los tres se fueron a su destino.

Llegaron a la Aldea, y se dirigieron a una pequeña cabaña. Los recibió un viejo peliblanco con un poco de barba, y vestía como un campesino.

-¿Qué desean?- preguntó amable el viejo.

-Cuánto tiempo sin verte, Ryuu.- dijo el Uchiha.

-Sólo una persona me ha llamado así alguna vez...- dijo sorprendido el viejo.

-Soy Madara, y vengo a buscar mi fortuna...- dijo el líder del clan Uchiha.

-¡Imposible, Madara debería estar viejo como yo!- dijo el peliblanco.

-¿No estarás usando esos calzoncillos naranjas de nuevo, no?- preguntó el pelinegro.

-Eres tú de verdad...- dijo el viejo, abrazando a su amigo, y haciéndolo pasar.

Ryuu le dio una gran bolsa llena de dinero, y el Uchiha la selló en un pergamino. Se despidieron del viejo, y fueron a un gran claro.

-Hashirama, crea una mansión y un laberinto de árboles.- ordenó Naruto.

El Shodaime asintió a la petición, y creó un gran bosque, y sus árboles emanaban un gas especial que eliminaba el sentido de orientación del que quisiera atravesarlos.
La casa de madera era enorme. Tenía una sala de estar con varios sofás, una cocina con una mesa bastante grande, un Dojo techado del tamaño de una manzana, y también tenía un campo de entrenamiento del mismo tamaño. Había varias habitaciones, y cada una de ellas tenía dos muebles para guardar cosas y un baño propio.

-He hecho varias habitaciones más por si se nos unen más integrantes...- dijo Hashirama.

-Buen trabajo.- felicitó Naruto, que se fue a entrenar al dojo techado.

El rubio se puso a entrenar control de chakra, y notó que ya podía manipularlo a la perfección.

-El Rinnegan le permite al usuario poder controlar cada gota de su chakra a la perfección.- explicó Kurama.

El rubio se miró las palmas de las manos, y vio que tenía un círculo blanco en la derecha y una luna negra en la izquierda.

-Tengo la marca de Sasuke...- murmuró el ojiazul.

-Eso pasó porque Madara te dio su chakra Yin cuando te cerró los ojos en su espacio mental.- dijo Kurama.

-Oye, ¿Puedo controlar tu chakra como en la guerra?- preguntó el rubio.

-Si me liberas de este molesto sello, podrás cuando entrenes más.- dijo el Kyubi, y el ojiazul hizo lo sugerido.

Sintió como el chakra del Kyubi se mezclaba con el de él, haciéndolo mucho más denso y poderoso.

Una nueva oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora