Cap. 23

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Doce días.

Si por lo menos la secretaria le hubiera dicho que se trataba de él con el menor, hubiera estado más preparado.

Cuando la puerta se abrió, el infante llegó corriendo a sus brazos mientras que un "¡Papá!" era gritado.

Menma estaba entre sus brazos, llorando desconsoladamente, abrazándolo con gran fuerza. Como si se le fuera a escapar. Como si su padre se fuera a ir de nuevo.

Sasuke sólo veía la escena. Veía de vez en cuando hacia otro lugar para que el sentimentalismo no saliera a flote.

—¿Menma? ¿Qué haces aquí?— le preguntó después de un rato.

—Mi abuelita Mikoto me trajo. Iba venir también mi tío Deidara, pero luego no quiso— hizo un puchero.

—Oh vaya...— se acercó a su escritorio y presiono un botón de su teléfono—. Ten Ten...

—¿Sí?— dijo la castaña al otro lado de la linea.

—Podrías venir por un momento.

—Enseguida.

Bastaron pocos minutos para que la castaña llegara al despacho, Naruto le dijera que se llevara a Menma, ellos salieran y se quedaran solos.

—¿Qué hace Menma aquí?— preguntó directo.

—Le dije a mi madre que lo trajera para que tu bella prometida lo conociera— dijo con sarcasmo.

—¿Y no pudiste avisarme?

—Si te hubiera avisado, tú ahora no estarías aquí— el rubio le vio confundido—. Naruto, sabemos que tú nunca le dirías a Menma que te vas a casar.

—Eso no es...

—¡Ah, no!— alzó la voz—. Perdón, se me olvidaba que tú esperaste más de cinco meses para decirle a tu hijo que sus papás ya no estaban juntos. Se me olvido que tú fuiste quien batallo día y noche para que él no sospechara de la ausencia de su padre. Se me olvido todo lo que NO hiciste— explotó.

El rubio le veía atónito. Sasuke sí era de aquellos que sacaban sus emociones de vez en cuando, pero ahora era diferente.

Sasuke no se quejaba de lo que hizo con él, se quejaba de lo que le hacía a Menma, su hijo.

—Cuando seas un verdadero padre, entonces ahí sí te diré las decisiones que tome respecto a Menma— a pesar de que se viera tan sereno, podía ver la rabia en su ojos—. Y ahora, vas a mover tu trasero allá afuera, me ayudarás a explicarle a Menma la situación y luego iremos con Hinata para presentarlos.

—Pero...— fue interrumpido nuevamente.

—Y no me importa si tienes una reunión importante, o si irás a comer con la reina de Inglaterra. Es tu hijo y él es lo más importante. No tus putas juntas que no sirven mas que para sacarle dinero a otros.

Naruto en verdad se veía sorprendido, confundido y demás.

—¿Entendiste?— se cruzó de brazos y le vio con seriedad. El sólo asintió—. Ahora vámonos. Entre mas rápido terminemos con esto, mejor.

>•<

En todo el camino hubo un silencio algo... extraño. Naruto conducía, viendo de reojo a ambos azabaches; Sasuke veía por la ventana, tratando de no estar nervioso; y Menma sólo guardaba silencio, tratando de no verse tan incomodó por la tensión que había.

Llegaron a un parque algo pequeño. El rubio bajó del auto e iba a ayudar a salir al menor, pero Sasuke se adelantó.

Se fueron a sentar a una banca que se encontraba ahí; se sentaron de forma que Menma quedó en medio de ambos.

Sasuke suspiró y Naruto quería salir corriendo en ese momento.

El no había sido así. Siempre había pensado que lo mejor era enfrentar las cosas de frente, nunca evadirlas.

Aunque él, en cierto aspecto, no las evadía, solo pensaba en las formas de decirlo, lo que podía llegar a pasar en el momento y a futuro, los diferentes futuros que podrían haber.

En esos cinco meses, él creyó que ya era tiempo pero siempre había uno que otro que le hacía dudar. Toda su confianza se había ido junto con su abuelo, en el momento en el que no le pudo dirigir la palabra al Uchiha, pero nadie lo creería. Que por sólo no poder decirle algo a alguien, toda su confianza se iría.

Pero a él le pasó y eso le orilló a encerrarse en su pequeña burbuja donde creía que estaba a salvo. Claro que una persona llegó a romper esa burbuja, y regresó a hacerlo de nuevo.

Sasuke.

—Menma... Tenemos que hablar contigo...— dijo el azabache.

>•<

Hola...

Aquí les trago otro capitulo de esta bella historia.

Wueno, ya se explicó que Naru tiene un problema de desconfianza y así, por ello él pospone sus problemas.

Primero se pone a estudiar la situación y luego saca las opciones y como encuentra muchas, pues le entran las dudas.

Si les gusto el capitulo, denle una estrellita o dejen si bello comentario, se aprecia.

Los quiero
Adiós :3.

Veinte Días. ~NaruSasu~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora