Durante unos dos meses, Hashirama y Madara vivieron con miedo a que a sus seres queridos les hicieran algo.
No fueron con los Namikase-Uzumaki. Primero fue el pequeño Sasuke, se lo quisieron llevar con la típica excusa de los dulces; un chico de largo cabello se acercó y les gritó, casi los golpea pero llegaron unos policías.
El segundo fue Itachi, quien fue a buscar al rubio para agradecerle que salvara a su hermano, pero en el camino, lo quisieron secuestrar. Como si fueran los dioses, unas personas se acercaron y luego intervino la policía.
La tercera fue Mikoto, a quien quisieron agarrar de rehén, pero no habían contado que el pequeño Sasuke gritaría y pondría en pánico a los delincuentes, llendose con miedo a ser arrestados.
Como Madara había dicho, nunca tenían contacto directo con los Uchiha, siempre iban con su punto débil.
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—¿No se quieren quedar?— la pelirroja se encontraba en la sala junto a los invitados.
—No, mañana tenemos un viaje— respondió el azabache.
—Naru, ¿por qué no le dices a tu abuelo Hashirama si se quiere quedar?— el menor asintió.
Se acercó para ir a donde su abuelo, pero de repente el Uchiha se puso frente al castaño, impidiéndole el paso.
Naruto se había quedado estático. El Uchiha sí que le daba miedo.
Se quedó a lado de su madre, abrazándola de su vestido, con la mirada baja.
—Nos retiramos, entonces— anunció el castaño—. Adiós, Naru— se acercó al mencionado y le revolvió el cabello.
—Adiós.
Salieron de la casa, con la esperanza de regresar al siguiente día.
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—Nos están siguiendo— menciono el castaño, viendo por el espejo retrovisor.
—Estaremos bien— tomó su mano y con la otra manejaba, mientras trataba de conducir mas rápido.
—Madara...— se abrazó de su brazo—. Gracias por todo—
"¿Sabes cual es el peor error de una persona?".
Se alzó un poco y besó sus labios.
"¿Cuál?".
El azabache siguió conduciendo. Un auto se le atravesó por enfrente, por lo que tuvo que manobrear el volante.
"Enamorarse de un Uchiha".
El auto perdió el camino, se deslizó por toda la carretera, quedaron volteados. La bolsa de aire había reaccionado, pero no había servido de nada.
"No me importa si es un error o no".
