8- Se acabó

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Al día siguiente, Hipo despierta en su cama. Pero nota que hay alguien más a su lado; Se da la vuelta...

Hipo:

- ¡Heather!

La chica se sobresaltó.

Heather:

- ¡Ahh!

La chica se levanta de golpe mirando asustada a Hipo.

Heather:

- ¡Lo siento...!, esta noche debí creer que era mi cama, ¡Lo siento Hipo...!

Hipo:

- No pasa nada... Tranquila.

Ambos se miran a los ojos, luego, salieron de la casa para cumplir con más tareas. Hipo y Heather pasaron por delante de Bocón y unos niños. Parecían asustados.

Bocón:

- Pero el peor de todos... Dicen que habita en lo más alto de la montaña donde está la Cueva Abandonada. Sus escamas, son negras completamente... pero su alma, es aún más negra y oscura de lo que es su cuerpo. Dicen que él es el no es un dragón cualquiera... Sino un dios.

Hipo:

- Eh... Bocón, ¿No te parece un poco temprano para contar historias de miedo a los niños?

Bocón:

- Pero Hipo, este dragón existe de verdad.

Hipo:

- Ya, ya...

Suelta sin creerse nada.

Niño:

- ¿Y cómo se llama, Bocón?

Bocón:

- Lo llaman....Iknius, el dragón del Odio. Cuenta la leyenda, que este dragón, es capaz de dominar por completo a un humano, si este, tiene muy herido el corazón.

Hipo:

- Bocón, no quiero que cuentes esas cosas a los niños.

Bocón:

- Sólo les cuento la leyenda del dragón Iknius.

Hipo:

- Pues a partir de este momento, se acabaron las leyendas para los niños. ¿De acuerdo?

Bocón:

- Ya habéis oído al jefe, niños.

Los pequeños se fueron, aunque alguno soltó un lamento.

Hipo:

- Bueno, nosotros nos vamos.

Bocón se despidió, luego Heather y Hipo, fueron a buscar madera de troncos al bosque para acabar el viejo cobertizo. Ambos estaban solos. O eso creían. Astrid les había seguido y los estaba espiando detrás de un árbol. Hipo había recogido muchos palos, Heather estaba en ello.

Hipo:

- Heather, ¿Necesitas ayuda?

Heather:

- No, tranquilo...

Pero al intentar cargar un tronco pequeño, perdió el equilibrio y cayó encima de Hipo, haciendo un que todo lo que había recogido se le cayera. Hipo tenía a Heather encima de su pecho.

Heather:

- ¡Lo siento...!

Dijo levantándose avergonzada. Hipo también se levantó, sacudiéndose el polvo.

Hipo:

- No pasa nada...

Ambos volvieron a mirarse a los ojos. Hipo no pudo evitarlo.

Heather:

- Hipo... Quería decirte algo...

Hipo estaba sonrojado, pero la prestó toda la atención.

Hipo:

- ¿Sí...?

Heather:

- Verás... sé que han pasado años desde la última vez que nos vimos... Pero, que desde el primer día que te vi, yo...

Astrid:

- "¡No se atreverá a decirlo...!"

Hipo:

- Heather, no...

Heather:

- Que yo...

Heather acercó sus labios a los de Hipo. Él ya sabía lo que iba a hacer; Y no supo si fue un apto reflejo o otra cosa... Pero la besó.

Astrid:

- ¡Ah...!

HTTYD IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora