HTTYD III

11- La huida

Mientras tanto, en la casa de Astrid, ella estaba aún llorando. Estaba guardando ropa en una bolsa que se cargó al hombro. Ya era de noche, todos dormían, y todo estaba en silencio. La rubia salió silenciosamente de su casa, fue a donde estaba su dragona, Tormenta; La cual la estaba esperando fuera. La acarició con tristeza.

Astrid:

- Hecha un último vistazo, Tormenta… Esta será la última vez que veamos Mema.

Tormenta:

- Gruaj… (Triste)

Astrid:

- A menos que quieras quedarte aquí con… Desdentao.

Tormenta:

- ¡Gruajj! (Negándolo)

Astrid:

- En ese caso, vamos.

Astrid montó sobre Tormenta, cuando Astrid estubo lista, Tormenta voló hacia el cielo. Ambas miraban hacia abajo, como se alejaba Mema… Astrid no pudo evitar soltar una lágrima; Esa lágrima cayó hasta tocar la tierra de Mema. Para ella, sería la última vez que estuviese ahí. Astrid dirigió a Tormenta hacia lo más profundo del bosque. Lo sobrevolaban sin mirar atrás. El cielo estaba despejado, y dejaba ver una hermosa medialuna, con un precioso manto estrellado. Iban muy tranquilas; Pero de repente, un rugido alertó a ambas. Era un rugido potente y fuerte.

Astrid:

- ¿Qué ha sido eso…?

Miraba en todas direcciones, pero no fue capaz de ver nada. Entonces, una figura negra con alas, pasó volando como una flecha por el medio de Astrid y Tormenta. La dragona se empezó a poner nerviosa.

Astrid:

¡Tranquila, guapa…!

Otra vez, esa figura pasó por su mismo lugar, pero esta vez pasó rozando a Tormenta.

Tormenta:

- ¡¡GRUAAJJ!!

Astrid:

- ¿¡Pero qué es eso…!?

Entonces, la figura, se quedó quieta en el cielo. ¡Era un dragón! Tenía las escamas oscuras, negras, pero Astrid se fijó mejor. ¡Era clavadito a Desdentao!; Sólo que no estaba Hipo sobre  él, lo que le sorprendió bastante.

Astrid:

- ¿Desdentao…; ¿¡Cómo puedes volar solo!?

Pero el dragón no contestó, Astrid se estaba poniendo más nerviosa:

Astrid:

- Un momento… Tú no eres Desdento… ¡Eres otro Furia Nocturna!

Dragón:

- ¡¡RUAGGG!!

El dragón lanzó un rugido muy potente; Astrid estaba asustada, pues ese dragón no parecía amistoso.

Astrid:

- Tranquilo...

Astrid trató de tranquilizarlo estirando el brazo para tocarle la cabeza; Entonces, los ojos del dragón se descubrieron porque brillaron con más intensidad. Pudo ver que eran de un rojo escarlata, y que en el centro, le rodeaba un relleno de verde oscuro. Tenía unos ojos realmente extraños. Se volvieron dos rendijas cuando Astrid trató de tocarlo. El dragón lanzó un disparo hacia Astrid y Tormenta. Era como el fuego de Desdentao; Sólo que el suyo, era rojo. El disparo llegó hasta el lado de ellas, que le hizo a Tormenta perder estabilidad de vuelo, comenzó a moverse

descontroladamente.

Astrid:

- ¡Tormenta, tranquila…!, ¡Aguanta ahí!

Tormenta consiguió calmarse, pero el dragón se disponía a atacarlas de nuevo.

Astrid:

- ¡Cuidado Tormenta!

Tormenta:

- ¡Gruajj!

Tormenta pudo esquivar el disparo y salir volando rápidamente, pero, ¡Era increíble!; Ese dragón fue capaz de alcanzarlas. Astrid enseguida supo que era más rápido que Desdentao.

Dragón:

- ¡¡RUAGGH!!

El dragón atacó a Tormenta dándole un fuerte empujón que hizo que se desestabilizara de nuevo el vuelo.

Astrid:

- ¡Tormenta, no…!

El dragón se disponía a arremeter de nuevo contra ella.

Astrid:

- Eh, ¡Deja a mi dragona!, ¡Ella no te ha hecho nada...!

Entonces, el extraño dragón fijó su vista en Astrid, le puso una mirada fría y malvada. Entonces, una vez más, el dragón volvió a atacarlas, pero esta vez con un disparo de su llama roja. No falló, dándole de lleno a Tormenta, que se sacudía de dolor. De la explosión, consiguió tirar a Astrid de la dragona.

Astrid:

- ¡¡Ahh!!

Tormenta quiso ayudarla, pero el dragón la pegó otro golpe. Recibió un latigazo de su cola. Eso le hizo caer a tormenta también. Después de haberlas derribado, el extraño dragón, desaparece en el bosque.