HTTYD III

9- ¿Qué he hecho?

Una enorme rabia recorrió el cuerpo de Astrid. También pudo sentir dolor en su corazón haciéndose pedazos en ese momento. Entonces, por primera vez en su vida, había conocido el sentimiento de desprecio y furia total. Ese sentimiento que estaba despertando en ella; Era odio…

Heather:

- Hipo…

Él no sabía que contestarla, se quedó en blanco. Astrid ya no soportaba estar allí más tiempo, así que decidió marcharse; Ninguno de ellos se dio cuenta de su presencia. Hipo comenzó a ponerse incómodo; Como pudo, se apartó de Heather girando la cabeza hacia el otro lado.

Heather:

- Hipo… ¿Estás bien?

El chico no contestó. Heather iba a posarle la mano sobre el hombro, pero Hipo no la dejó.

Hipo:

- D-Déjame, por favor…

Heather apartó la mano de él. Aún estaba extrañada por el comportamiento de Hipo.

Heather:

- He… ¿Hecho algo malo?

Hipo:

- No, he sido yo… ¿¡Pero por qué lo he hecho!?

Heather trató de tranquilizarle, pero Hipo no se dejó:

Hipo:

- No deberíamos haber venido aquí.

Heather:

- Lo siento si… te he incomodado diciéndote esto.

Hipo:

- Heather, lo de decírmelo a sido lo de menos, lo que me importa es que nos hemos…

Heather:

- Sí, se lo que he hecho. Pero, Hipo, no logro entenderte, si tú y Astrid no estáis juntos… ¿Por qué no puedes besarte con otra chica?

Hipo:

- ¡Es complicado!, ¿¡Vale!?

Heather lo escuchó algo incómoda.

Hipo:

- No debimos haberlo hecho… ahora me siento como un traidor… Lo siento Heather, pero creo que lo mejor será que no nos veamos más.

Dijo muy seriamente.

Heather:

- Ah… Bueno, si es lo que quieres…De acuerdo, me iré hoy mismo a mi aldea, tranquilo, ya no tendrás que convivir conmigo.

Dijo deprimida. Heather estaba caminando hacia Mema, dispuesta a montar a su dragón, e irse. Hipo no se sentía bien.

Hipo:

- Heather, espera…

Pero la chica no se dio la vuelta, siguió caminando. Hipo recogió madera el solo, después, volvió a Mema a seguir construyendo el cobertizo. Hizo muchas vueltas hacia el bosque, y a Mema. Ya era por la tarde, Hipo no había dejado de trabajar. Le resultaba raro que Heather no estuviera allí, ayudándole.

Hipo:

- Bueno… esto ya esta por hoy.

Hipo dejó sus herramientas y materiales guardados, y luego cerró el cobertizo, disponiéndose a volver a casa. Pero un tirón en el brazo izquierdo le hizo darse la vuelta, para encontrarse con unos ojos azules muy enfadados.

Astrid:

- ¡A ti te quería yo ver!

Hipo:

- Auh… ¿¡Se puede saber qué haces!?, a parte de intentar dislocarme el brazo, Astrid.

La rubia lo fulminaba con la mirada.

Astrid:

- ¿¡Dislocarte el brazo!?, ¡Sería demasiado poco comparado con lo que has hecho tú!

Hipo:

- ¿¡Pero de que hablas!?

Astrid:

- ¡De tu beso con Heather…!

Dijo estallando con mucha furia. Hipo se quedó en blanco. No supo que decirle a la rabiosa Astrid que lo miraba como si quisiera matarlo.