04-Bajo la luz de Luna

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Luego de minutos donde todos paseaban felices entre los árboles, y hasta cantando algunas melodías, y haciendo carreras, la noche comenzó a caer, pronto iría Pancho por ellos, y mientras lo hacía, reunidos, alrededor de una fogata que con ayuda de Axel lograron hacerla, Ari y Temo pidieron permiso para irse por un momento y aprovechar estos minutos a solas, a lo cual se les accedió, aunque claro, con ciertas restricciones de los pequeños, pues los Aristemos estaban bajo su cuidado. Ari y Temo se encontraban apartados, sentados frente al lago, mirando el reflejo de la luna en el agua.

-Me la pase muy bien hoy Ari- posaba su cabeza en el hombro de su novio, mientras este lo tenía abrazado de la cintura.

-Yo también Tahi- ambos rieron, ese día había pasado muchas cosas, que sin duda habían hecho evolucionar su relación y fortalecerla más, porque aunque las palabras y los detalles son necesarios, a veces un beso lo dice todo.

Poco a poco comenzaron a recostarse sobre el pasto, y como aquella vez en casa de Susana y Pancho en el estudio, Temo se recostó en el pecho de Ari, cerro sus ojos para poder disfrutar del momento, con los latidos del corazón de Ari de fondo - Quedémonos así por siempre- su mano daba pequeñas caricias al pecho de Ari

Ari mantenía su mirada en el cielo, solo podía sonreír, ese día era perfecto, nadie podía echarlo a perder, ni el inicio del día donde encontró a Temo hablar con Diego, ni siquiera eso, porque lo que había vivido con Temo era increíble y hermoso - quedémonos así por siempre- coincidió Ari -

Temo elevo su rostro, acerco sus labios a la barbilla de rizado, depositando un pequeño beso, lo cual causo un escalofrió en el cuerpo de Ari, no estaba acostumbrado a ese tipo de afecto o cariño, nunca había tenido tanta cercanía con alguien en su vida, Temo lograba acelerar su corazón, temo apoyo su antebrazo en el pasto para ver mejor a Ari, ambos se miraron fijamente a los ojos, pero como era costumbre, sus miradas no podían dejar de desviarse a los labios del otro, esta vez fue Temo quien decidió tomar la iniciativa, acercándose lentamente a esos labios, que le pertenecían, Ari lamió sus labios, estaba ansioso por tener nuevamente ese contacto.

-Chicos..- susurro Linda- lamento interrumpirlos, pero debemos irnos, ya no tarda en llegar Pancho- Temo se separo de inmediato un poco nervioso

-Ya vamos- suspiro Ari, Linda solo asintió y se retiro

- De vuelta a la realidad- comenzó a sentarse con una mirada triste, lo cual noto Ari perfectamente aun con solo la luz de la luna iluminando

-Hey- se sentó, tomando el rostro con delicadeza- no pongas esa carita, aunque me gusta mucho cuando haces pucherito- ambos rieron- este día debe ser recordado por todo lo bueno que vivimos.

-Tienes razón Ari..yo.. Es solo que.. lo lamento- tenía razón pero sentía algo en su pecho, no sabía cómo explicarlo, pero al irse y subirse a la burra, iban directo al castillo de la reina malvada Imelda

-No lamentes nada, te comprendo completamente, pero ya encontraremos las oportunidades perfectas para estar solos, te parece?- temo solo asintió.

Ambos se levantaron, tomaron sus cascos, y se los volvieron a colocar, regresando con los demás, todos en las bicicletas, se dispusieron a ir directamente al lugar exacto donde Pancho los había dejado.

-Tengan mucho cuidado en el camino, chicos- menciono Axel, quien sentía que era mala idea ir en bicicleta a oscuras, aunque se podía ver el camino aun asi no podía descartar que era peligroso, sin embargo todo marchaba bien, estaban muy cerca, por otra parte, Temo quien estaba adelante junto Ari, miraba por todas partes, el sentimiento en su pecho no podía desaparecer, el creía que era porque estaba a punto de ir de vuelta a casa, pero no era solo eso, ¿Qué era?, al igual que antes, los niños venían cantando, en conjunto con los mayores, menos el, luego escucho un ruido, como una camioneta.

-Escuchaste eso?- menciono Temo a Ari

-¿Qué?- dijo confundido dejando de cantar

-Escuche como una camioneta- su corazón estaba un poco acelerado

-Debe ser Pancho, relájate Temo- le sonrió

-Si.. tienes razón- rio, definitivamente debía ser Pancho, sin embargo, no lo era, solo puso ver como sus ojos se vieron obligados a entrecerrarse por la una luz que venía en dirección a ellos

-¡Cuidado!- menciono Axel, todos comenzaron hacerse un lado, Ari se desvió ala derecha, junto a Temo, mientras que los demás se detenían, dejando que la camioneta pasara a toda velocidad, definitivamente, no era Pancho, de fondo solo se podía escuchar a Aris gritar de miedo, no podía controlar la bicicleta, la velocidad y el suelo no se lo permitía, por lo que termino por caerse, convirtiendo sus gritos de susto a quejas

-¡Ari!- grito desesperadamente Temo al escuchar a su novio


Notas del autor: Tenia que poner el accidente, porque tengo pensando escribir lo que sucede antes del salto en el tiempo que se abordo en la novela, comenten aquí abajo que les ha parecido la historia hasta ahora

Testosterona (Aristemo) [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora