16-Plática pendiente

31K 1.6K 396
                                    

La noche invadía la habitación de Temo, sus respiraciones y el latido de sus corazones era lo único que se podía apreciar en aquella oscuridad tan silenciosa, ambos se encontraban recostados desnudos sobre la cama, la cabeza de Temo reposaba en el pecho de su novio, su mano en su abdomen, y una de sus piernas sobre el cuerpo de Ari, disfrutando del piojito que en ese momento le estaban proporcionando. Se habían mantenido en silencio por un buen momento, con una sonrisa, ambos recordaban lo que había sucedido, había sido un momento mágico, se sentía bien, toda la situación se sentía correcta, ahora simplemente sentían amor, en su mente y en su corazón no existía la vergüenza o pensamientos que habían hecho algo malo, tan solo se habían demostrado su amor.

-Ari..- susurro Temo elevando su rostro- creo que debemos vestirnos...mis.. mis padres podrían llegar y...-

-Te amo- Temo tuvo que parar de hablar al escuchar a su novio decirle que lo amaba. Hoy...- suspiro- nuevamente estoy convencido que mi lugar es estar contigo- aquellas palabras conmovieron a Temo, sus ojos comenzaban a cristalizarse- soy tan afortunado de encontrar al amor de mi vida y disfrutar momentos hermosos a su lado- la mano de Ari se posó sobre la mejilla sonrojada de su novio para acariciarla con ternura- no me veo una vida sin ti Tahi- rio levemente- es que..- suspiro - nunca creí llegar amar...a alguien, con tanta intensidad-

-Ari..- su voz se quebró, Temo no tenía palabras para responder tan hermosas palabras- gracias...gracias por amarme- una lagrima recorrió su mejilla

-Como no amarte Cuauhtémoc López- con su pulgar retiro la lágrima que vagamente había salido de esos ojos tan hermosos- si eres perfecto Temo- ambos solo podían mirarse, y disfrutar de ese amor puro.

Una vez que ambos se vistieron, Ari nuevamente con el uniforme escolar, y Temo con ropa limpia, esta vez sin la tanga amarilla, prenda que solo impulso a que ambos adolescentes pudieran lograr lo que tanto anhelaban, conocerse más y compartir un momento de amor, se dispusieron a bajar, justo cuando ambos estaban en las escaleras, escucharon a la tropa gritar y correr, quienes se encontraban jugando.

-Hay Ari, Temo- se acercó Susana- lamento que llegáramos tarde, ni siquiera les avisamos Pancho- volteo a ver a su marido

-Pues si Susanita, pero entre tanta platica con Doña Blanca ni me dio tiempo-Pancho se acercó al sillón, para sentarse

-ooh..Paso algo?- dijo preocupado Aris

-Es Eugenio, Ari..- se acercó a él- el sigue olvidando las cosas y pues.. es difícil para todo esta situación, pero debemos ser fuertes-

De pronto Ari sintió que estaba siendo un mal sobrino, desde que se enteró de la enfermedad de su Tío, nunca se había acercado a él, a decir verdad, no existían mucha cercanía entre ellos, pero aún así le importaba lo que estaba sucediendo, pero Susana tenía razón, toda la familia debía ser fuerte ante las malas jugadas de su memoria.

-Si.. bueno, yo, debo retirarme-

-No quieres que te lleve Ari?- se ofreció Pancho

-No... no no, estoy bien Pancho gracias- Lo que menos quería es estar en el mismo lugar y con su suegro, pues aunque Susana y el venían aturdidos por lo que haya sucedido en el edificio, no sabría cómo comportarse luego de haber estado con su hijo a solas.

-Seguro?.

-Si si..-Ari rió nervioso, Pancho miro ambos, algo en sus actitudes no le cuadraba

-Pasa algo?-

-No- dijeron los dos apresurados

-No me digan que..- Pancho se levantó del sillón y Susana tuvo que intervenir

-Ya es tarde Pancho, Ari debe retirarse, porque mañana tienen clase,- Llevo de nuevo a Pancho hacia el sillón para sentarlo

-Si, si, yo, voy acompañar a Ari a la puerta- Ambos apresuraron el paso, para salir de esa situación tan incómoda.

Ambos caminaban un tanto nerviosos- Crees, que tu Papá se de cuenta?-

-No Ari..- se detuvieron en la entrada de la casa,- Y.. si llega a saberlo, sé que tú y yo, no hicimos nada malo-Ari de sentir nervios, se sintió conmovido, Temo tenía razón

-Si.. Tienes razón- tomo sus manos - Gracias..-

-Porque?-

-Por darme el mejor regalo adelantado- ambos sonrieron,

-Era.... Era algo que no estaba planeado...-miro hacia el piso, Ari retiro una de sus manos de las de su novio, y poder levantar su mentón con suavidad

-Las mejores cosas no se planean Temo- sin importar si los niños, o Susana y Pancho llegaran, se acercó para besar a su novio en los labios- Debo irme

-Si.. Cuídate mucho, me preocupa tu pie Aristóteles-

-No te preocupes, créeme que ahora en lo menos que pienso es en mi pierna,-

-Bien..- sonrió al percatarse del sentido de sus palabras- me avisas cuando llegues a tu casa

-Claro, Hasta mañana Tahi- se retiró para poder salir de la casa y dirigirse al camino que lo llevaría a casa, Temo se recargo en el marco de la puerta, observando como Ari desaparecía entre la calles y la oscuridad, un suspiro salió de sus labios, definitivamente, hoy fue un día increíble, un recuerdo que no olvidaría jamás.

Al entrar nuevamente a la casa, Susana y Pancho aún estaban en la sala conversando, decidió no hacer mucho ruido para que no se percataran de su presencia, y subir lo más pronto posible, pero parecía que Pancho tenía ojos por todos lados.

-Temo!- el mencionado y Susana se sobresaltaron ante el grito-

-Pancho!- Susana lo miro- déjalo descansar- Temo solo estaba ansioso porque su padre le hiciera caso a Susana e irse de inmediato a su habitación

-Está bien- Susana siempre lograba tranquilizarlo- pero tenemos una plática pendiente he-

-Si..si papá, buenas noches- camino directamente a su cuarto, definitivamente, no podía salvarse, si hoy no tenía esa platica con su padre, la iba a tener en cualquier otro momento, no había escapatoria. Al entrar a su refugio, se encerró, recargándose en la puerta.

De pronto aquella angustia de tener una plática con su padre se esfumo en el momento de ver su habitación desordenada, su corazón comenzó a latir al recordar cada detalle vivido hace unas horas atrás, como justamente en esa posición donde se encontraba, Ari lo había besado con tanta pasión, los suspiros en Temo se hicieron presentes, camino hacia su cama, para retirar el edredón, pues aunque no quisiera, contenía evidencia de lo que había sucedido, la doblo para guardarla en el ropero, y así mañana lavarlo. Su celular sonó en tono de mensaje, al mirar la pantalla sonrió sin poder evitarlo.

"Ya estoy en casa Tahi, hoy creo que no podré dormir, solo podre pensar en ti"

Temo mordió su labio inferior comenzando a textear:

"Yo tampoco creo poder dormir, menos si estoy en el lugar que fue testigo de nuestro amor"

Mientras esperaba una respuesta de Ari, se vistió para poder dormir, al recostarse en su cama, nuevamente su celular sonó, pero esta vez no era Aristóteles, si no Diego, quien como era costumbre, le hacia una videollamada.

Testosterona (Aristemo) [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora