27-Es una promesa

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Los tres se sentaron en la mesa, e iniciaron una charla que ninguno de los presentes sabía que iba a llegar, Imelda había salido del hospital y lo primero que quiso hacer fue agradecerles por salvarle la vida, esa situación la hizo reflexionar sobre sus actos y el tiempo perdido por estar con sus ideas, en vez de apoyarlos y estar más tiempo con su nieto Aristóteles.

-Sigan con ese amor, que a pesar de las adversidades, siempre se mantienen juntos- Imelda observaba como Temo y Ari se tomaban de las manos, en su mirada reflejaba el amor que se tenían

-Gracias abue... y te juro que estamos haciendo bien las cosas, nos amamos, nos respetamos...- ambos adolescentes tenían los ojos cristalinos, estaba sucediendo, Imelda los estaba aceptando.

Luego de una charla tan emotiva, se unieron en un abrazo- Dale tiempo a tu papá- Ari quería creer que su padre también vendría a felicitarlo por su cumpleaños y dejaría atrás sus ideas absurdas sobre la homosexualidad.

Salieron del departamento después de unos minutos, dejando adentro a Polita y a Imelda platicar, suponían que también con ella se iba a disculpar.

-Wow.. es neta lo que acaba de ocurrir?- Ari estaba muy sorprendido,

-Yo tampoco puedo creerlo, pero.. tu abuela acepto nuestro amor- Temo retiraba los restos de sus lágrimas de sus mejillas

-Si.. no y es que, esto cambia muchas cosas- se giró antes de bajar las escaleras- imagínate, ahora podre besarte en todos lados sin que nadie nos insulte

-Bueno.. Bueno tampoco, no exageres Ari- rieron ambos

-Si bueno, solo sé qué.. mi cumpleaños va marchando excelente- y no creas que se me olvida mi regalo de la noche-

-Si pero debemos ir a un lugar muy especial- Temo se refería a las escaleras, que justamente estaban este piso pero Ari estaba muy emocionado

-Especial? Ok andando- comenzó a bajar las escaleras de prisa

-No Ari espera, te vas a lastimar- aun y cuando estaba bien de la pierna, aun podía lesionarse y ocasionar secuelas, abajo detrás de él para explicarle que era arriba, pero al momento de baja se percataron que Robert y Julieta habían regresado.

-Wow!- que otra cosa podría ocurrir en su cumpleaños?- que bueno que regresaron!

Los Oppas se alegraron de ver a los chicos, Ari y Temo se acercaron de prisa para abrazarlos y darles la bienvenida.

-No..- Temo miro el vientre de Julieta- no me digas que estas embarazada!- el rostro de Julieta reflejaba todo lo contrario, así que Ari lo codeo negando

-Ahh,, pues obvio que si mensos- los cuatro rieron

-Felicidades- menciono al uniso Aristemo

-Oigan ustedes tienen muchas cosas que contarnos-Robert recordó que en la sala Pancho menciono que era consuegro de Polita, y era una noticia que le había emocionado mucho

-Si..- Temo tomo la mano de Ari- Somos novios

-Uyy...- Julieta se emociono de solo verlos tomados de la mano, desde aquel día en la central de camiones, cuando ayudo a Ari, se reflejaba el amor que se tenían, y estaba orgullosa que porfin Ari no tuviera ninguna duda- deberíamos ir a cenar a los cuatro

-Si para que nos cuenten todos lo que perdimos de su relación-

-Si si, me parece una buena idea-

-Bueno, ya nos pondremos de acuerdo, debemos entrar- Robert quería estar lo más cerca posible con su padre, ambos se adentraron al departamento, dejando a Ari y a Temo afuera

-Enserio es el mejor cumpleaños que he tenido- recargándose en la pared morada. Temo sonreía, le agradaba verlo así de Feliz

-Falta tu último regalo de cumpleaños...de mi parte- la mirada de Ari se posó en su novio

-Cuál es?- estaba entusiasmado

-Ven- tomo su mano para guiarlo nuevamente hacia arriba, en el piso donde vivía Aristóteles, al llegar las escaleras, ambos se sentaron- quería darte este último regalo en un lugar especial- acaricio uno de los escalones- aquí fue nuestro primer abrazo- Ari recordó como en aquella ocasión se sentía devastado y había llegado justamente Temo a sanar ese dolor.

-Si, lo recuerdo- poso su mano sobre la de Temo- siempre apoyándome en las buenas y en las malas

-Y lo seguiré haciendo Tahi- suspiro- el regalo que te daré, significa fusión- Ari no se imaginaba que podría ser, Temo retiro la mano del escalón, para con ambas ayudarse a sacar la caja de su pantalón, dejando ver el pequeño piano ante la mirada de Ari, este lo tomo entre su manos, sorprendido y confundido- Ábrelo- Ari obedeció y al abrirlo, simplemente no podía creerlo, era un anillo de oro, resplandecía, miraba el objeto y luego a Temo.

-Entiendo tu reacción- tomo la caja- mira- se levantó y poco a poco se arrodillo frente a Ari, el corazón de ambos cada vez se aceleraba -Es momento que te diga mi propuesta..-

-Me estas proponiendo matrimonio?-

-No-respondió de inmediato, aunque la idea les gustaba a ambos porque no se imaginaban con nadie más, aun eran muy jóvenes, y solo querían disfrutar del momento- Tahi..quiero que esto sea un anillo de promesa, ..la promesa de que no importa la distancia, nunca habrá distancia real entre nuestros corazones- los ojos de Ari se cristalizaron, la idea le agradaba, pero lo sentía como una despedida, que Temo ya estaba decidió a irse a la CDMX y eso le dolía bastante, Temo retiro el anillo de la caja - no sabemos que nos depara el destino, pero pase lo que pase, vas a tener este anillo.. y vas a recordar- su voz se quebró, las lágrimas de Ari ya comenzaban a descender por sus mejillas- que en algún punto del universo, existe un hombre que te ama con todo el alma- formándose un nudo en la garganta, le era imposible hablar bien, una lagrima rodo por su mejilla, ambos se encontraban en este momento llorando-alguien que agradecerá tu vida y estaría dispuesto a dar la vida por ti..- Ari respiro profundo

-Acepto..- sonrió débil- es una promesa- al escuchar eso, Temo suspiro llevando aquella argolla hacia el dedo anular de Ari, deslizándolo lentamente, una vez en su mano, Ari la elevo para verlo de cerca, tenía sentimientos encontrados, estaba feliz, enamorado, triste, no tenía dudas que Temo era la persona perfecta, ese anillo solo le hizo pensar que no soportaría la idea de estar lejos de él, que algún dia quisiera poder despertar y ser el al primero a quien mire, que cocinen juntos, que compartan sus metas y propósitos- Te juro que algún día- miraba a Temo -te voy a entregar una argolla también- Temo sonrió, aunque el no necesitaba más que el amor de Ari- y en ese momento..va significar otra cosa- aquellas palabras erizaron la piel de Temo, haciendo que más lagrimas se escaparan sin previo aviso, de solo pensar que Ari veía su futuro a su lado, lo llenaba de felicidad, Ari llevo sus manos a su rostro, con sus dedos pulgares, retiraba sus lágrimas, Temo se sentó nuevamente en el escalón, se acercaron lentamente, uniendo sus frentes- Te amo..-

-Yo también Te amo Tahi- Ari se acercó lentamente rozando sus labios, quería disfrutar de cada momento a su lado, ambos abrieron sus labios, uniéndose en un beso melancólico, sus besos sabían salados a causa de las lágrimas, pero para ellos, ese momento era muy especial, al separarse del beso, se unieron en un abrazo, ambos no querían alejarse nunca.

-Temo..- susurro

--mmh?- sus ojos se mantenían cerrados, disfrutando del calor corporal que le proporcionaba ese abrazo

-Me acompañas a un lugar?- Temo se alejó de ese abrazo

-A dónde?- sus manos comenzaban a retirar sus propias lagrimas

-La azotea- aún quedaba tiempo de su cumpleaños, así como la banca, y las escaleras eran importantes, también lo era la azotea, ahí compartieron varios momentos especiales

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Testosterona (Aristemo) [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora