15.

479 70 18
                                    

—¡NO NECESITO UN GUARDAESPALDAS MINHO! —La voz de un cansado Jisung ante la constante sombra de Minho que hoy en día habia provocado que se convirtieran en uno solo, no importaba como quisiera hacer razonar al castaño simplemente no confiaba en que él pudiera ser lo suficientemente capaz de cuidarse solo.

—¡PERO YO TE NECESITO A SALVO JISUNG!, te necesito... a salvo.

El confesar aquellas palabras para Minho no habia sido algo sencillo, cuando conoció a Jisung se hizo una promesa pensando que cuidaría y velaría por no volver a verlo de aquella manera apenas pudiéndose sostener en pie. Su repentina desaparición tomo sentido aquella tarde en su pequeña escondite en la biblioteca de la universidad, ni siquiera se molesto en encarar a Jisung y preguntar donde se metió días atrás, sus manos recorrieron el cuerpo del menor donde parecieron quedarse una eternidad disfrutándose el uno al otro.

—Bien, has lo que quieras pero tampoco exageres Lee —La risa del mayor resonó por todo aquel escondite y asintió como un niño pequeño cuando se sale con la suya al saber que le compraran un regalo. Pelear con Jisung no estaba al inicio de su lista de cosas que deseaba hacer estando en algo así como una no-cita-pero-si-cita , simplemente deseaba pasar un rato con aquel chico que lo miraba aun sospechando de las intenciones del castaño, como si quisiera replantearse las palabras dichas. Finalmente termino rindiéndose y accedió a acurrucarse entre los brazos del castaño mientras leí distraídamente un libro—. Detente Minho.

—No sé, me gusta —Escuchar la risa de Jisung era como a los mismos ángeles tocar una deliciosa melodía, Minho al contrarió de su chico que solía llenarse de información se dedicó a dejar pequeños y húmedos besos en diferentes zonas de su cuello sacándole así pequeños estremecimientos del cuerpo que se encontraba entre sus brazos. La ausencia del castaño hacia Jisung lo hizo fruncir su ceño y girarse, como si su calidez le hiciera falta. Detrás de él se encontraba un Minho con una pequeña caja envuelta impecablemente de un color azul, aquella caja era acompañada por una sonrisa poco usual en Minho que Jisung solía conocer—. Cuando lo mire, supe que debía ser tuyo.

En silencio Jisung desenvolvió aquella caja donde se encontraba un libro que recordaba haber visto en un estante pero debido a que los usureros lo habían dejado sin nada y lo que llevaba escondido lo gasto en dos emparedados darse el lujo de comprar un libro no estaba dentro de sus posibilidades, pensar que Minho le prestaba más atención de la que aparentaba lo hizo sonrojarse hasta las orejas. Siempre que lo miraba él parecía en su propio mundo, pero Lee Minho era diferente, lo cuidaba como si se tratara de un novio... ¿Era así?, ¿Podía poner esa etiqueta?, ¿Qué eran exactamente en ese punto?, las dudas comenzaron a cegarlo por un momento provocando que Minho se pusiera aun más nervioso.

—¿No te gusta, cierto?.

—¡Por supuesto que me gusta! —Una pequeña nota sobresaliente que solo contenía unos pequeños garabatos simples y concisos: "Lee Minho" arranco una sonrisa olvidándose incluso en que punto se encontraban en aquel momento, la referencia la entendió casi en el momento en que comenzó a leerla, la primera nota que se habia encontrado en la mesa decía exactamente lo mismo, simple y sencillo. Aquello provoco que se lanzara a los brazos del castaño y por segunda vez fue él quien tomo la iniciativa de unir sus labios contra los del mayor quien sorprendido acepto gustoso aquella recompensa.

Algo que pareció una eternidad después se separaron muy lenta y silenciosamente, sus respiraciones se encontraban aceleradas y su ropa ligeramente desacomodada, el ruido de la puerta abriéndose y seguido por la campana típica diciendo que habia alguien necesitando a la bibliotecaria los hizo salir de su pequeño momento donde ambos se encontraban avergonzados pero ninguno realmente culpable para decir que ojala no hubiera sucedido nada.

—Después de trabajar vendré por ti, te llevaré a casa y si, dijiste que hiciera lo que quisiera así que eso es lo que estoy haciendo te veré en la puerta de salida de emergencias, ¿Si?, ven aquí —La calidez de los labios de Minho contra los suyos provoco de nuevo ese típico cosquilleo por todo su cuerpo, la idea de que el castaño viniera a recogerlo no le agradaba del todo, pero en el fondo sabia que le fascinaba el hecho que alguien más que él mismo se preocupara por él, así que asintió tontamente antes de encaminarse al restaurante de sus padres soñando aun despierto con el castaño quien lo miraba deleitándose de una preciosa vista que le brindaba la retaguardia de su chico.

No habia mentido el que llevaría a Jisung a casa, lo haría solo que... No habia especificado a cual exactamente. El limpiar de arriba a bajo y que todo estuviera a tiempo para que él tuviera tiempo de sobra para verse bien habia sido un reto sobre todo cuando Felix lo miraba divertido, su compañero fascinado ante la idea de que ambos pasarían su primera noche "juntos" accedió a pasar la noche fuera y en cuanto ChangBin se entero casi tiraba la puerta del departamento y golpeaba a Minho. ChangBin jamás permitiría que su novio anduviera por ahí así que se encontraba recostado perezosamente en el sofá aguardando para cuando Felix estuviera listo y así poder ir a casa y tenerlo para él solo, la tensión palpable en el ambiento hizo que Felix se diera prisa y abrazara a Minho antes de volver con su novio quien tenia su rostro peor a como se encontraba hace 20 minutos.

—¿Por qué abrazarlo cuando sabes que odio el solo hecho que respires cerca de él? —La notable molestia de ChangBin por primera vez pareció molestar a Felix advirtiendo a Minho que era mejor escapar y darse una ducha antes de ir en busca de Jisung, el sonido de la puerta cerrarse de un portazo hizo que negara. Por más que odiaba al mejor amigo de su novio-No-novio-oficial no deseaba que ambos se pelearan, ¿Después quien se desharía de Felix?, ChangBin siempre estaba ahí.

A las 10 en punto la puerta de salida de emergencias se abrió mostrando un cansado Jisung, Minho lo atrajo a sus brazos y lo abrazo, olía a ramen y su típico perfume que le encantaba, deposito un cálido beso sobre sus labios antes de pasarle el casco y poder salir de ahí.

—Pensé que dijiste que me llevarías a casa.

—Nunca especifique cual, quiero pasar la noche contigo, no me mal entiendas... Solo deseo pasar la noche abrazándote y saber que estás bien.

—Admítelo deseas que te cocine.

—En realidad ya lo he cubierto eso, así que solo te dedicaras a descansar y dejar de lado toda preocupación mientras yo me encargo de mi novio.

Jisung lo miro sin dar crédito a lo que había salido de los labios del castaño, había usado la palabra con N y por alguna extraña razón no se sintió extraño o provocándole una extraña sensación, en cambio sintió cosquillitas en lugares inexplicables, logrando que solo asintiera tímidamente y se dejara guiar a lo desconocido con Lee Minho.

Honey.-MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora