"Disfrazando al lobo de campesino."

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Una vez que nos bajamos de la bicicleta de doble asiento, la pusimos en la cochera con cuidado, eran ya como las 4 AM. Salimos de ahí riendo como si estuviéramos regresando de una fiesta borrachos. OBVIAMENTE, EXCEPTUANDO LO QUE HACEN EL CHICO Y LA CHICA LUEGO DE LLEGAR A LA CASA CON LA CABEZA A TOPE DE PEDA. Ugh. Estábamos entrando de lo más torpes, producto del sueño, cuando Toby se resbaló al entrar a causa de un trapeador húmedo que estaba junto a la entrada, y en un intento desesperado por sostenerse, tiró 2 platos de porcelana al suelo, y uno se le partió en la cabeza. Sonó como si estuviera hueca. 

  — JAJAJAJA-—Y me tapé la boca asustada luego de darme cuenta de cuánto ruido hice.

  — Shh, cállate y ayúdame estúpida.—Me extendió la mano desde el suelo, como para que lo ayude.

  — No.—

  — VAMOS.—

  — PERO QUÉ TONTO ME SALISTE, NO VES QUE ES DE NOC-—

  — ¡Shh, cállate y ayúdame!—Me dijo, susurrándome de manera alta. 

  — Bueno, va, igual era broma.—Le dije en modo de protesta.

Tomé su mano y dando un tirón hacia mi dirección, le ayudé a incorporarse. Y mientras limpiábamos el desastre, escuché un rechinido venir desde el piso de arriba, pero lo ignoré completamente, apresurando el paso en el que limpiaba el espectáculo. Mañana les tendré que decir que un gato entró por la ventana y tiró todo, o algo así.

Cuando terminamos, me giré hacia las escaleras, haciéndole señales a Toby, para que me siga.

Y lo que vi me cortó la circulación del culo. 

Mis padres estaban a lo alto de las escaleras, en el piso de arriba, a punto de bajar. 

En un momento de congelación mental, fui corriendo con Toby y le quité desesperadamente los Goggles que tenía acomodados en la cabeza. Por suerte había dejado su barbijo en el piso de arriba. Y le quité el suéter que traía encima.

He de admitir que de esa parte es de la que menos me arrepiento, o sea, vaya vista. 

Traía una playera de tirantes, tipo musculosa. Era toda blanca, simple. Pero woah. 

Metí todo en el gabinete de la cocina, que está colgado junto a los otros arriba del horno. Y en cuanto le dije a Toby que se escondiera, ya era tarde. Mis padres estaban a los pies de la escalera mirándonos, incrédulos. Un sudor frío recorrió mi frente.

  — Oh, amor... Tú tienes... ¿Novio?—Preguntó mi madre con una pizca de ¿Esperanza? qué rayos.

  — N-—

  — Sí. Mucho gusto, señores...—Y me miró de reojo.—Oliverson. 

Me quedé anonadada. 

  — ¿Cómo mierda te sabes mi nombre completo?—Le susurré desconcertada. 

Pero me ignoró.

  — Oh. Mucho gusto, eh...—

 —  Toby. —No me dio tiempo a pensar un nombre falso, puesto que se presentó muy rápido.—Toby Rog-— Le tapé la boca antes de que se delate sólo, el descerebrado.

  — ¿Rog...?— Y mi madre se miró confundida con mi padre.

  — Quiso decir, ahm, RoDgers. Jaja, sí...—Ni yo misma podría acabar de creer esa farsa, incluso aunque es un apellido real.

  — Ahh, pues mucho gusto, Toby Rodgers.—Dijo mi madre, con una expresión sonriente. ¿Acaso esta mujer no sabe lo que es correlación?

  — Igualmente. El placer es todo mío.— Contestó, con sonrisa de niño bueno. Yo sólo rodé los ojos. 

Track, track... ¡Oh, no! Ese crujido otra vez. |Ticci Toby × Reader|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora