El flechazo de Cupido

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Para compensar la falta de actualización, este capítulo está más extenso que de costumbre. Tampoco es que es super largo, pero prepárense para leer un poquito más que lo normal :3

Capítulo 8

El flechazo de Cupido

¿Podría ser que estuviese volviendo a experimentar ese sentimiento? ¿Era acaso posible enamorarse de otra persona?

Jack vivió por muchísimas décadas y jamás experimentó lo que era sentir amor romántico, hasta que llegó Ashi. Aunque había aceptado que lo suyo jamás podría ser, y que al menos fue hermoso mientras duró; no podía evitar extrañarla y sentirse desdichado. Pensaba que ella sería por siempre su único y verdadero amor, y que no podría llegar a sentirse de esa manera por ninguna otra mujer.

Y probablemente, tenía razón. Lo que el samurái no se esperaba, era que podría llegar a desarrollar sentimientos parecidos, por un hombre. A pesar de que de dónde él venía, ese tipo de relaciones no eran desconocidas e inclusive en ciertos casos eran bastante normales1; nunca pensó que le pudiese ocurrir a él. Además, según sus tradiciones ni siquiera su caso en específico aplicaba, era una situación totalmente distinta.

Por otro lado, Jack no se atrevía a darle un verdadero significado a aquello que sentía cuando estaba con Johnny. Pero lo que más le robaba la paz en ese momento, era pensar el porqué de pronto, su amigo se había vuelto tan atento con él. Haciéndole mucho más difícil la tarea de desechar los sentimientos diferentes a la amistad que le atormentaban.

Desde hacía un tiempo atrás, Johnny había cambiado su trato para con él. Jack casi podía describirlo como "dulce" y "atento". No le desagradaba en absoluto, por el contrario, no recordaba muchas ocasiones en su vida, en las que hubiese llegado a sentir tanta paz y felicidad. Pero siempre había algo que le molestaba y le arruinaba toda aquella dicha que Johnny le hacía sentir.

El samurái se encontraba, como tantas otras noches; sufriendo de insomnio. Sentado sobre su bolsa de dormir, escuchaba el vaivén apacible de la respiración de Johnny, quien dormía tranquilamente sobre la cama a su lado. Jack sonreía, al ver cómo el despreocupado hombre descansaba, mientras él, estaba hecho un mar de confusiones. Se dedicó entonces a recordar las cosas buenas que había experimentado últimamente, todo gracias a Johnny:

La visita a la playa fue toda una revelación, allí fue donde Jack comenzó a sospechar levemente que sentía algo más allá de la amistad hacia Johnny. Aunque inmediatamente desechó ese alocado pensamiento y se lo atribuyó a que, nunca había podido tener tampoco una relación de amistad tan cercana y estrecha, con ninguna de las personas que había conocido en su vida.

Pero todo se volvía más confuso cada vez. El primer cambio que notó, fue que Johnny dejó de hacer payasadas durante sus clases. Se las tomaba más en serio que nunca y ya no había rastro de alarde ni esa actitud narcisista que siempre mostraba, aún siendo un novato. Johnny ponía muchísima atención a lo que su maestro le indicaba, y ejecutaba sus movimientos con una precisión y elegancia, totalmente ajenos a él. Jack no pudo evitar pensar que Johnny era un hombre bastante apuesto y varonil, y que era atrayente observarlo comportarse de esa manera.

También, Johnny se había vuelto menos perezoso. Cuando estaban en la casa, se esforzaba por ayudarle a hacer los quehaceres del hogar. Aunque no se le daba muy bien, y decidieron que era mejor que no se acercara a la cocina, cuando casi quema toda la casa al tratar de hacer unas tostadas. Pero Jack podía apreciar el esfuerzo que daba el rubio, para poderle ayudar a él y a Bunny. Si bien ni ella ni Jack, se explicaban la razón del repentino cambio del hombre; no era algo que les desagradara en absoluto.

El último viaje de JackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora