La separación

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Las manos de Johnny soltaron las de Jack, al escuchar sus palabras. Le había rechazado, su más grande temor se hizo realidad y no pudo evitar sino, sentir la mayor decepción de su vida, y un dolor que no había experimentado antes. Ni siquiera cuando en su adolescencia, la primera y única mujer en su vida, había aceptado ir al baile de graduación con él y le había dejado plantado, para irse a vivir a otra ciudad1

El dolor, que esas palabras le generaron, no era comparable a nada de lo que hubiese sentido jamás en su vida. Johnny no sabía qué hacer, en el fondo, estaba seguro de que Jack de alguna forma, aceptaría sus sentimientos y los dos podrían ser "felices para siempre". La felicidad que Johnny había anhelado por siempre, pero que nunca llegó.

—Yo... no lo entiendo Jack. Si sientes lo mismo por mí... — En un desesperado intento por comprender, Johnny se atrevió a preguntar, mientras volvía a colocarse sus lentes.

—Quisiera poder corresponderte Johnny, es probable que seríamos muy felices juntos, pero no puedo. He de trabajar arduamente para volver a mi época, con mi familia.

—Pero, ¿no podrías quedarte aquí conmigo? ¿Qué no te gusta vivir en Ciudad Aron? Nos hemos divertido estos meses Jack.

—Es cierto, querido Johnny. Sin embargo, ya estuve mucho tiempo lejos de mi familia. Desde niño fui separado de mis padres y vagué por el futuro durante varias décadas. No puedo hacerles lo mismo una vez más, además, debo cumplir mi deber y ser el sucesor de mi padre. Proteger a mi pueblo es mi destino y se ha de interponer ante cualquier sentimiento personal. — Explicó el samurái.

Johnny no estaba seguro de entender muy bien las palabras de Jack. Su pobre inteligencia no era lo suficiente, como para comprender los relatos de Jack sobre su vida, aún se mostraba incrédulo ante todo aquello; aunque sabía que Jack no era el tipo de persona que inventaría esa clase de disparates, así que tenía que ser todo cierto. En ese momento, quedó totalmente mudo, no sabía qué más podía decir. No quería aceptar ese cruel rechazo, tampoco el hecho de que Jack se iría, para jamás regresar.

—Escucha— Jack colocó una de sus manos sobre la de Johnny—, he sido más feliz a tu lado en estos meses, de lo que he sido en toda mi vida; sin embargo, lo nuestro no puede desarrollarse más. En algún momento he de irme y no soportaría tener que dejarte, justo ahora sería demasiado difícil para mí. Será mejor, si separamos nuestros caminos. Confío en que un día lo entenderás Johnny.

—Quieres decir, ¿que no podemos seguir siendo amigos?

—Será lo mejor Johnny. Renunciaré a la academia de Karate y buscaré otro empleo, además, buscaré un lugar para vivir.

—¡No es necesario Jack! Yo dejaré de ir a la academia, ya aprendí todo lo que necesito del gran Ringo de todas formas. —Declaró en un vano intento por alardear como siempre lo hacía— ¿Podría pedirte algo Jack?

—Dime, Johnny.

—¿Podrías despedirte de mí, el día que regreses a tu época?

—Jamás me iría sin despedirme Johnny, no después de la amabilidad con la que tú y Bunny me han tratado desde que llegué. Realmente, he llegado a considerarlos familia y no me perdonaría a mí mismo, si me marchara sin siquiera decir adiós. Es una promesa Johnny.

—Una última cosa...

—Lo que sea.

Sin decir nada más, Johnny se acercó a Jack, abrazándolo fuertemente, pero con mucho cariño. Sabiendo que probablemente jamás podría volver a hacerlo, debía aprovechar su última oportunidad para sentirlo. La última ocasión en la que podría disfrutar su calidez, palpar su fornido cuerpo, respirar su agradable aroma y acariciar su sedoso cabello. Jack le correspondió, por primera vez, sintiéndose igual que Johnny.

El último viaje de JackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora