La taberna 49

Capítulo VI: Elisabeth

Al día siguiente comenzamos a llevar a cabo los planos para construir el taladro gigante.

Ni Eli ni Marta estaban muy familiarizadas con ese entorno, así que llamaron al cuarto miembro del grupo, Miriam.
Hacía mucho tiempo que no la veía y le di un abrazo que hubiese asfixiado a cualquier ser vivo, cualquiera menos a ella.
¿Como describirla ...? Ella era... una guerrera, de las mujeres más fuertes que había conocido nunca, pero también era muy sensible y orgullosa.

Una vez dejé de abrazarla, me miró de arriba a bajo y me dijo:

-No has cambiado nada.

A lo que yo le respondí:

-Tú tampoco.

-¿Cuál es el plan? -dijo Miriam-.

-Crear un taladro gigante para poder llegar hasta la gema antes que cualquiera -informé-.

-Estás loco.

-Lo sé, tú también.

-Verdad.

En ese preciso instante, entró en la habitación Sara diciendo que necesitaba hablar con Marta y que era muy importante.
Yo me giré y me di cuenta de una cosa:

-¿Dónde está Eli?

-Por eso mismo vengo, le ha vuelto a pasar -dijo Sara-.

-¿Le ha vuelto a pasar...? ¿Qué es lo que le pasa?

-Venid por aquí.

Llegamos al despacho de Eli donde nos la encontramos tirada en el suelo y sin dar señal alguna de estar consciente.

-¡¡¡¡Elisabeth!!!!, ¿me escuchas?, ¿Eli?
Dios mío Eliiiiiiiii.
¡Tenemos que hacer algo, llamad a una ambulancia!

-No podemos, nadie debe saber que estamos aquí -dijo Miriam-.

-¿Acaso eso es más importante que Eli? -preguntamos Marta y yo a la vez-.

-No, pero son las órdenes de Eli.

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-¡Mamá, mamá!

(Nadie contesta)

-Mamá, tengo miedo...

-Mamá...

-Elisabeth, mi niña, ¿que te pasa?
¿Que haces a estas horas de la noche en el pasillo estando todo oscuro?

-(Llorando) Tengo miedo mamá.

-Ven aquí, no pasa nada.
Cuéntame, ¿De qué tienes miedo?

-De el señor de la sombra.

-¿Qué señor? Aquí no hay nadie más que tú y yo.

-¿De verdad?

-Claro. Ven, puedes dormir en mi cama.

-Te quiero mucho mami.

-Y yo a ti Elisabeth.

-Mamá, ¿crees que de mayor podré ser como tú?

-¿A qué te refieres?

-Igual de valiente y segura de mi misma.

-Por supuesto. Ahora vente a mi cama que mañana empieza de nuevo el cole, y primero es un curso muy importante, que ya estarás con los mayores de primaria.

-Si.

Muchas veces, cuando creemos que estamos solos, no es así. ¿Nunca has sentido que alguien te observa?
Eli, no estaba confundida había algo o alguien en su habitación. Un ser que no pertenecía a este universo pero que se había adaptado a él rápidamente.
Seguramente habréis oído hablar de la gente sombra, pues Eli convivió durante muchos años con un ser parecido a la gente sombra y que consiguió entrar en esta dimensión por medio de una grieta espacio-temporal.