Destinados - Sujin

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Seokjin comenzó su día como cualquier otro levantándose temprano para dirigirse al cuarto de baño para darse una ducha antes de comenzar su día. Tomó los implementos necesarios y se dirigió al único baño que había en el departamento de su amiga.

Salió de la habitación con un tierno pijama que Momo le había regalado antes de irse, pasó por la sala de estar y no fue nada raro ver que Kenta no estuviera por ahí dando vueltas ya que el chico siempre despertaba con el tiempo justo para ir a su universidad.

Seokjin no entendía esa manía de llegar siempre tarde pero conociendo un poco la personalidad relajada de Kenta no había que pensar mucho sobre que el chico no tenía la palabra puntualidad en su actuar.

Cuando estuvo frente a la puerta del baño pudo escuchar que alguien estaba ahí adentro ya que podía oír claramente como corría el agua del lavamanos, se preguntó qué motivos tendría Kenta para salir tan temprano esa mañana pero había olvidado un gran detalle ahora no sólo eran el chico japonés y el los que habitaban ese departamento, olvidó la presencia de Yoongi hasta que lo vio saliendo del cuarto de baño vistiendo sólo un bóxer negro que contrastaba perfectamente con su pálida piel.

El chico caminaba secando su cabello con una toalla ignorando la presencia del rubio que estaba hipnotizado por lo que sus ojos veían.

Seokjin cuando logró salir de su trance quiso adentrarse rápidamente al interior del baño para poder darse un baño de agua fría el cual necesitaba con urgencia luego de ver el atractivo cuerpo de Yoongi pero el destino quería otra cosa y fue así como terminó en el suelo al no darse cuenta lo mojado que estaba el piso. Luego de su caída un grito de dolor alertó a Yoongi el cual corrió para ayudar al rubio que se encontraba en el suelo.

— ¿Estás bien? —Preguntó con preocupación —Vaya creo que ha sido mi culpa —Se mostró arrepentido al darse cuenta el motivo que causó que Seokjin terminara en el suelo con su pijama empapado — Afírmate de mi cuerpo, te ayudaré a pararte.

El rubio algo inseguro aceptó la ayuda de Yoongi el cual aún sólo vestía un diminuto bóxer lo cual lo ponía extremadamente nervioso al estar tan cerca de un hombre casi desnudo. Hace meses que Jungkook no tenían relaciones por lo cual ver un hombre atractivo tan cerca de su cuerpo alborotaba sus hormonas de sobremanera.

—Deberías cambiar esa ropa húmeda mientras me encargo de secar el piso del baño. Prometo que no volverá a suceder ya que seré más cuidadoso.

Seokjin asintió con torpeza ya que las palabras del pálido lo tenían en cualquier otra parte. Encontró demasiado tierna la forma en que Yoongi se había disculpado y como una pequeña sonrisa se había formado en sus finos labios mostrando sus pequeños dientes.

—Lo que si antes debo ir por algo de ropa ya que me acabo de dar cuenta que estoy prácticamente desnudo —Sonrió con vergüenza —Es una mala costumbre que he creado con el tiempo ya que estos últimos años he vivido solo, pero olvidé por completo que acá no estoy solo.

Seokjin quiso decir no te preocupes puedes andar como quieras utilizando la excusa de que todos eran hombres y no verían nada que el otro no tuviera pero se frenó y prefirió no decir nada con tal de no incomodar al pálido.

El rubio cambió su ropa mojada y salió de su habitación cuando Yoongi le indicó que todo estaba listo. Se dio una ducha rápida, peinó su cabello y se miró muchas veces en el espejo ya que no quería verse mal frente al chico pálido. Estas acciones le recordaron las primeras citas con Jungkook ya que se ponía nervioso cada vez que se encontraba con su ex a tal punto que se cambiaba una y otra vez la ropa eligiendo la que le ayudara a destacar más su belleza. No sabía por qué ahora estaba actuando igual que aquellas veces porque se suponía que el todavía sentía algo por su ex y al amigo de Kenta sólo lo había conocido la noche anterior, se sintió tan estúpido por pensar de esa forma que terminó desordenando su cabello y salió del baño con un look mucho menos preparado.