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Luego de enviar el mensaje a Seokjin se puso en marcha para llegar hasta el departamento del rubio y soltar lo que tenía atragantado en la gargante desde hace ya bastante tiempo. Su eterna agonía había llegado a su fin y era el momento para depositar todo su amor en Seokjin.

Por fin sentía que su corazón era libre de expresar el amor sin remordimientos, no existía barrera alguna que frenara lo que sentía, ese sentimiento que había estado en su corazón desde la primera vez que el guapo rubio se cruzó en su destino sin previo aviso.

Muchas veces fantaseó con una vida junto al mayor y aquella idílica utopía por fin estaba cercana a convertirse en una realidad. Ya no sería una fantasía producto de su imaginación, ahora sería algo real, algo que podría otorgarle la felicidad que tanto anhelaba en su vida.

Cuando estuvo frente a la puerta del departamento del rubio con nerviosismo presionó el pequeño botón del timbre, sus manos temblaban y la adrenalina del momento invadía su cuerpo. El latir de su corazón se incrementaba a cada segundo y más aún cuando vio que la puerta se abría y un rubio con cara de adormilado se asomaba.

— Yoon — Mencionó el apodo para luego sonreír al ver al pálido frente a su puerta — Pensé que ya no vendrías y en la espera creo que el sueño me venció. Pasa prepararé algo de café para ti y algún bocadillo porque supongo que no has comido nada.

Seokjin caminó hasta la cocina seguido por un silencioso pálido que temblaba de nervios a causa de las palabras que tenía retenidas en su boca. Escuchaba a Seokjin hablar pero era incapaz de ponerle atención debido al desorden que mantenía en sus pensamientos que batallaban en su cabeza buscando las palabras correctas para confesar su mayor secreto.

— Yoongi ¿Estás bien? — Preguntó al ver lo distraído que estaba el pálido. Ya le había preguntado tres veces sobre qué tal había ido su reunión sin obtener respuesta — Por favor respóndeme algo, me estás preocupando.

El rubio dejó de lado lo que estaba preparando y se acercó al pálido que se encontraba totalmente distraído — Yoon te estoy hablando ¿Estás bien? ¿Le pasó algo a Agust? Dime algo por favor.

Cuando sintió el tacto de Seokjin que movía su brazo para hacerle reaccionar fue que cayó en cuenta de lo que estaba sucediendo.

— Seokjin tengo algo que decirte, por favor necesito que te sientes y me escuches. Espero no me odies después de esto porque he sido un gran mentiroso todo este tiempo.

Seokjin sintió que un nudo apretaba su garganta y el miedo al engaño se hacía presente nuevamente. Caminó a paso lento al pequeño sofá de su sala preparado para oír lo peor.

— Bueno como debería comenzar esto — Comenzó a caminar de un extremo a otro sin poder tomar el valor que necesitaba para revelar la verdad que tanto había querido gritarle al mundo pero ahora que tenía que hacerlo no parecía tan fácil como lo había imaginado — Bueno esto se trata de Jennie, Agust y nosotros.

— Ve directo al grano. Creo que ya me he preparado mentalmente para esto — Tomó aire y se preparó para oír que finalmente Jennie había regresado para recuperar a su familia y que él sólo se quedaría en los recuerdos de Yoongi.

— Tu bien sabes que Jennie fue mi mejor amiga desde que éramos unos niños, prácticamente nos criamos juntos — Seokjin asintió con pesar e hizo el mayor esfuerzo para no dejar que se escaparan las lágrimas que amenazaban con brotar de sus ojos a causa de la angustia que sentía — Ella hace unos meses atrás me pidió un favor y yo como un buen amigo decidí ayudarla sin pensar en las consecuencias que podría traerme.

— Vamos Yoongi sé más directo. Quiero que seas sincero y no des tantos rodeos, ya sé a dónde va esta conversación.

— Por favor debes tenerme paciencia, esto es complicado para mí porque tengo miedo de tu reacción al saber que he sido un mentiroso y que mi mentira te ha provocado una incertidumbre al pensar sobre nuestra relación.

Destinados - SujinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora