Yang mi es la chica más linda del colegio, nunca ha tenido novio y sus papás son muy estrictos. Ahora que tiene 18 años ella quiere divertirse, pero ¿qué pasará cuando sus papás contratan a un lindo guardaespaldas para "controlarla"?
Hoy era el primer día de clases y además de eso mi cumpleaños número 18, por una parte estaba emocionada por ver a mis dos mejores amigas, Sun hee y Ha-neul, después de tanto tiempo y también porque ya no iba a tener que soportar a mis papás dándome ordenes de qué sí hacer y qué no. Nunca había sentido importantes mis otros cumpleaños pero este sí, cumplir 18 para mí significaba libertad ya que mis papás siempre me decían qué hacer y nunca podía tomar mis propias decisiones, no digo que los odie ya que ellos me han ayudado en ser quién soy pero solo esa parte me molestaba de ellos.
Apenas sonó mi alarma me desperté y fui a bañarme, estaba muy cansada ya que en los últimos días me había estado durmiendo tarde por ver Netflix o hablar con mis amigas por llamada. Apenas salí del baño fui a mi habitación para vestirme, no sabía qué ponerme pero al final decidí este outfit ya que estaba haciendo frío
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Cuando terminé de vestirme baje las escaleras para ir a desayunar y me comí unas tostadas con mantequilla. Cuando terminé de comer le avisé a mi papá que ya nos podíamos ir ya que él es quien me lleva todos los días al colegio. Mi papá y yo no hablamos en todo el camino ya que él estaba ocupado manejando y ademas hablando con compañeros del trabajo por llamada. Cuando llegamos a la entrada del colegio me bajé y camine un poco hasta que escuché dos voces muy familiares. - ¡Yang miiiiii! - gritaron Sun hee y Ha-nuel mientras corrían hacia mí para abrazarme. - ¡Holaaaa! - dije mientras las abrazaba ya que hace tiempo que nos las veía, solo por videollamada. - Yang mi, nos tocó a todas juntas en el salón de clase y dicen que hay un chico nuevo y que es muyy lindo -dijo Sun hee muy emocionada, no me extrañaba que ella estuviera pensando en chicos ya que creo que era su cosa favorita para hacer. - Yang mi, este puede ser tu año para salir con chicos y divertirte en fiestas con nosotras -dijo Ha-nuel. - No creo, sé que por mis papás que nunca me han dejado no he tenido pero además de eso nunca me han interesado los chicos de acá -dije sin mencionar las fiestas ya que veía que ellas estaban muy emocionadas aunque sé que a mí no gustan mucho ya que me siento incomoda en ese tipo de ambientes donde hay mucho ruido y personas. - Aburridaaa -dijo Sun hee. - Bueno, mejor vamos ya a clases que vamos a llegar tarde - dijo Ha-nuel.
Cuando entramos al colegio todos se nos quedaron viendo. Muchos chicos nos consideraban las más lindas del colegio pero decían que si tuvieran que elegir entre una de nosotras tres me elegirían a mí. Yo no me sentía como la "más linda", me sentía como una chica más de ahí. En cuanto a mi apariencia, el color de mis ojos es marrón con un poco de verde, mi cuerpo es de estructura delgada y tengo el pelo color marrón oscuro. No encontraba gran diferencia de las otras chicas de acá, excepto que tengo cierto parecido latino ya que mi mamá es latina.
Al entrar a nuestro salón nos acomodamos en nuestros lugares, a Sun hee y Ha nuel las acomodaron juntas y lejos de mí, ósea que no iba a tener a nadie con quien hablar. Me di cuenta que nunca sobraba ningún campo en los otros años de colegio pero había uno enfrente mío que nadie lo iba a usar. Después de una rato la profesora, el director y un chico entraron. - Él es Park Jimin, es nuevo en el colegio, por favor trátenlo como a cualquiera de sus compañeros -dijo el director. -Siéntate ahí -dijo la profesora, refiriéndose al asiento que estaba al frente mío. El chico mientras caminaba para llegar a su asiento me vió y me sonrió. Cuando se sentó vi al resto de la clase, todas las chicas estaban casi babeando por él, incluso Sun hee y Ha nuel. Tenía que admitirlo, el chico nuevo era muy lindo. Las clases estuvieron normales y fueron rápidas. Cuando sonó la campana para ya irnos Hoseok se levantó y dijo: - Fiesta en mi casa hoy, mis papás no van a estar entonces pueden llevar alcohol o lo que quieran -toda la clase gritó alegremente.
Mientras caminaba para salir del colegio, Jimin se me acercó. - ¿Vas a ir a la fiesta de Hoseok? -dijo Jimin. No sabía que responderle, me quedé parada como tonta al verlo a los ojos. - Eh... sí -dije. Ahora sí me siento tonta, no tengo ni ganas de ir y le dije que sí. - Bien, espero verte ahí -dijo en forma coqueta y se fue.
No sabía para qué Jimin quería que fuera y ahora tenia que ir sí o sí. Mientras caminaba para llegar a mi casa pensé en qué ponerme pero seguía sin ideas. Al llegar a casa mis papás me recibieron en la puerta con un chico alto y muy lindo. No sabía qué estaba pasando ni por qué ese chico estaba ahí, nunca en la vida lo había visto. - Él es Jungkook, va a ser tu guardaespaldas -dijo mi mamá. - ¿Para qué un guardaespaldas? -dije. - Sabemos que ahora que tienes 18 vas a querer divertirte con tus amigos en fiestas entonces como regalo para que te diviertas pero con seguridad contratamos a Jungkook -dijo mi papá. No podía creer que me estaban haciendo esto. - Hola -dijo Jungkook de forma cortante. - H-hola -dije. - Él te va estar siguiendo adonde vayas -dijo mi papá. ¿Ahora cómo voy a ir a la fiesta con este siguiéndome a todos lados? De la furia fui corriendo a mi cuarto y noté que Jungkook venía detrás de mí. Entré y le cerré la puerta en la cara. Quería golpear algo, estaba demasiado furiosa con mis papás. ¿Un guardaespaldas para mi cumpleaños? ¿Qué es ese tipo de regalo? Lloré en mi almohada mucho tiempo hasta dormirme. Cuando me desperté me di cuenta que ya era tarde y que ya tenía que arreglarme para ir a la fiesta. Estuve un rato viendo mi armario hasta que encontré esto para ponerme.
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Quería sentirme cómoda ya que era mi primera fiesta después de mucho tiempo.
