Capítulo 3

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Hola lectoras, espero tenga bonita noche. 

Quiero decirles que les agradezco su paciencia, mi computadora ya no sirvió y por el momento escribo y hago proyectos en una ajena.

Espero les guste lo poco que pueda compartir estos días. 

¡Gracias por leer y por entender!


Había sido un día largo, estaba subiendo aquellas escaleras que recorrería a partir de un largo tiempo, se posó frente a su puerta con el número 6 grabada en ella.

Se introdujo en su nuevo apartamento con pesadez y al segundo de cerrar la puerta liberó un bostezo que cubrió con el dorso de su mano.

Había sido otro día que pasaba más en su nuevo trabajo que en su nuevo edificio donde viviría, se apartó la chamarra color pistache para dejarla caer sobre el sofá de cuero marrón.

Pensó si en comer algo antes pero el sueño le era más fuerte que su hambre, por lo que se decidió a atravesar el marco que da a su habitación y dejarse caer sobre el colchón con sábanas azul marino.

No tenía base su "cama" pues esa justo el día de mañana su amigo le ayudaría a llevarla. Se sentó en el colchón sólo para despojarse de su playera que apestaba a su sudor, miró a su alrededor y observó las cajas de cartón con tapas abiertas y otras aun cerradas.

El fin de semana se encargaría a acomodar aquellos objetos dentro sobre los pocos muebles de madera vacíos que estaban en la sala y otros en su habitación.

Miró hacia su ventana para ver la noche estrellada, para él era otro océano mucho más profundo y destellante.

La luz platina de la Luna hacía destellar mejor el cabello blanco del ojiazul. Y esos ojos, a pesar de su bello color representaban últimamente mucho vacío. Y no sólo en imagen, él se sentía así.

Había conseguido un nuevo hogar y un nuevo empleo pero fuera de eso todo le parecía muy rutinario, muy aburrido y sobre todo muy solo, tenía amigos, tenía una chica pero el tiempo con ellos no era suficiente y con ella sentía demasiada distancia a pesar de que estuvieran de frente al otro.

Liberó otro bostezo para de nuevo caer en el colchón para olvidar por unas horas aquel vacío.

El día siguiente por la tarde, la platinada del apartamento 5 se encaminaba hacia la cafetería de señora Betty, justo cuando estuvo por cruzar la puerta le llamaron por su nombre a sus espaldas.

-Oh no no....-Murmuró cuando un perro de raza pastor alemán se le puso en dos patas para olfatear y lamer los brazos descubiertos de la mujer.

Su nariz se restregaba por su abdomen que le ocasionaba cosquillas.

-Sven, bájate –Le ordenó el joven rubio – Perdona Elsa, sabes que es un juguetón.

-Está bien, Kris – Dice la platinada apartando la tierra que quedó de sus prendas – Curiosamente estuve leyendo que los primeros en saber de.....esta condición es un perro o gato, animales domésticos.

-Condición -.Repite rodando los ojos - ¿Si sabes que le puedes llamar por lo que es? Un embarazo.

-Como sea ¿Qué haces por aquí?

-He venido a traerte esto – Dice aferrando la correa roja del animal a su muñeca para que conla otra mano le entregue un pequeño ramo de flores, unas lirios de agua con pequeñas margaritas blancas de adorno.

-Son hermosas, gracias –Dice aceptando el ramo – Pero ¿Por qué?

-¿Y por qué no? Voy de camino a trabajo, pensé en pasar a saludarte y en mi camino hubo una florería, sé que toda flor azul te gusta.

Dulces lágrimas de mamá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora