Dulces lágrimas de mamá.

Capítulo 13

Cuando se levantó miró que a su lado ya no se encontraba la castaña. Se había marchado desde temprano, el peliblanco se estiró para apagar la alarma y así seguir con su mañana.

Tomó una ducha, se vistió y preparó un café que guardó en un termo para llevárselo al trabajo junto a un emparedado de huevo con jamón, puesto que sentía que se le haría tarde para llevar Elsa.

Cuando salió miró su reloj y a la puerta de la platinada. Se recargó sobre la jardinera del balcón de su piso mientras daba pequeños sorbos a su café.

¿Se habría ido ya? ¿Se había tardado tanto el peliblanco en salir?

Comenzó a preguntarse debido a que no salía Elsa, cuando miró el reloj de su muñeca justo había salido la platinada. Cuando abrió la puerta en el brazo de Elsa colgaba su suéter que después terminó en el suelo por las prisas.

-Perdón, perdón -Elsa se disculpó.

Jack se agachó para ayudarla a recoger su suéter.

-Está bien, creí que ya te habías ido.

-Es que me quedé dormida -Suspiró – Desde el embarazo me duermo cada vez más.

Jack le sonrió dándole su brazo para que ella lo entrelazara para bajar las escaleras. Para subir al auto, el peliblanco abrió la puerta de copiloto para que subiera y después él.

Estando de camino Jack le había preguntado qué tal había dormido.

-Siempre duermo bien -Suspiró – Pero me hace levantarme cada vez más tarde.

-¿Alcanzaste a desayunar? -Jack preguntó con la mirada en el camino.

-No -Elsa tuvo hambre con sólo pensar en su desayuno – Ya veré si me compro algo.

Jack la miró de reojo y de nuevo al camino. Aprovechando en un alto sacó de su mochila el emparedado que se había preparado.

-Ten, en de huevo con jamón ¿Te gusta?

-¿No es tuyo?

-Sí, pero era para el rato, ya había desayunado -Mintió.

-Que pena -Elsa se sonrojó- Gracias.

-No hay de qué, debes saber bien que tienes que comer antes de salir de casa. Embarazada o no.

-Se me hizo tarde sólo....algunos días -Elsa abrió el aluminio del emparedado.

-¿Hasta cuando irás al trabajo?

Elsa mordió lo primero del emparedado y cerró los ojos disfrutando de la comida que había preparado.

-Hasta....-Elsa habló con un bocado, pero Jack le interrumpió.

-Creo que algo que me da ternura de las embarazadas es verlas comer, disfrutan tanto la comida.

-¿Ya has visto a otras embarazadas? -Elsa bromeó.

-Sólo algunas......a ti comer -Jack llegó al centro de cultura y arte – O será porque tú eres alguien muy tierna.

Jack le sonrió y Elsa le devolvió el gesto.

-Por cierto -Jack sacó su teléfono celular -¿podrías pasarme tu número? Así podríamos comunicarnos para cuando pase por ti y te lleve.

-Ah claro.

Elsa le dictó su número y él a ella. Guardó el pedazo de emparedado que aun no terminaba para salir del auto.

-Gracias y ten lindo día.

Jack se despidió y se marchó.

Estando en el hospital se había colocado su uniforme de doctor interno. Estuvo revisando junto a su doctora a cargo de él a algunas pacientes.